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El Extranjero

Arrancan en Iowa las elecciones primarias para elegir al rival de Donald Trump

En Iowa, Estados Unios, se vive una alta tensión por el arranque de las elecciones primarias para elegir al candidato demócrata y rival de Donald Trump

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Una alta tensión se vive Iowa, Estados Unidos, ante el arranque el lunes de las primarias, para elegir al aspirante demócrata a la Casa Blanca y rival de Donald Trump en las elecciones presidenciales del 3 de noviembre de 2020.

El socialista Bernie Sanders es el favorito en ese estado. Aunque en las encuestas el exvicepresidente Joe Biden, quien presuntamente fue investigado por el gobierno de Trump en Ucrania, despunta como el demócrata favorito para tratar de evitar la reelección del magnate republicano.

La elección de los candidatos presidenciales en Estados Unidos que aparecerán en la papeleta de noviembre es un proceso difícil. Los comités nacionales de los partidos demócrata y republicano deciden qué tipo de proceso van a utilizar para elegir a su nominado en cada Estado: los caucus o las primarias.

Los votos se traducen en delegados de cada Estado. El objetivo de los precandidatos es acumular el mayor número de delegados para tener asegurada la nominación final en la convención nacional.

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Los latinos de Iowa, descuidados por años como comunidad política en el estado, han recibido una atención sin precedentes de los precandidatos demócratas a la Casa Blanca.

En el estado, predominantemente blanco, el porcentaje de población hispana más que se ha duplicado desde 2000 a 6.2 por ciento, para convertirse en la minoría más grande de Iowa y un bloque electoral que podría marcar la diferencia en las asambleas primarias estatales del lunes y en las elecciones de noviembre.

Iowa se considera un estado crucial en las primarias por ser el primero donde se vota. Un buen resultado aquí puede impulsar a un candidato hacia nuevas victorias en los estados que votarán a continuación, empezando por Nuevo Hampshire, que irá a las urnas ocho días después. Un fracaso puede significar el final de la carrera por la investidura, que está en manos del republicano Donald Trump.

Comienza la carrera

Los demócratas empiezan esta carrera interna el lunes 3 de febrero en Iowa con el exvicepresidente Joe Biden como favorito para derrocar al presidente Donald Trump.

¿‘Caucus’ o primarias?

Los caucus son asambleas ciudadanas convocadas por los partidos en ciudades, distritos o condados, donde los votantes eligen a mano alzada su candidato a convertirse en delegado. Suelen participar los ciudadanos más comprometidos políticamente, ya que implica desplazarse a un lugar que no suele estar cerca de su domicilio.

En las primarias, en cambio, la votación es secreta y con un horario definido. Esto provoca que haya una mayor afluencia de votantes, pero de un perfil menos activista. Para estas elecciones, por ejemplo, seis Estados han cambiado de caucus a primarias.

¿Quiénes pueden votar?

Depende. En los caucus, todos; pero en las primarias hay cuatro modalidades diferentes: abiertas, cerradas, semiabiertas y semicerradas.

En las abiertas, todo el que esté registrado para votar puede participar, aunque no esté afiliado a ningún partido. Las cerradas obligan a que la persona esté inscrita en el partido. En las semiabiertas, el partido decide si deben ser militantes o no y el votante debe solicitar la papeleta electoral específica de una formación. En las semicerradas, deben hacer lo mismo, pero no hay obligación de estar inscrito en un partido.

¿Qué hacen los delegados?

En el proceso de primarias se define cuántos delegados apoyarán a los candidatos en las convenciones nacionales de ambos partidos. El número de delegados varía según cada Estado, pero en total los demócratas cuentan con 3,979 y los republicanos, con 2,472. Para que un candidato obtenga delegados debe contar con al menos el 15 por ciento del apoyo.

¿Cómo se reparten estos delegados?

El Partido Demócrata emplea el método proporcional. El Partido Republicano también, pero solo en algunos Estados. En otros utilizan el método winner-take-all. Es decir, el candidato con más votos se lleva todos los delegados asignados en ese territorio. Los Estados que emplean este modelo son Florida, Ohio o Montana, entre otros.

¿Por qué es tan importante el Estado de Iowa?

Iowa, en el interior del país, da el pistoletazo de salida mañana mismo a este ciclo electoral. Desde 1972, es el primer Estado en celebrar un caucus y desde entonces su alcance e importancia han ido en aumento. Para los ganadores, el impulso mediático es indudable.

¿Qué es el supermartes?

Es el día en el que coinciden más primarias y caucus en el calendario electoral, dando a conocer los resultados de la elección de delegados en al menos 14 Estados. El martes 3 de marzo (así ha caído el supermartes este año) hay 1.357 delegados en juego para ambos partidos, un tercio del total.

¿Qué es un superdelegado?

En las convenciones nacionales, cuando se determina el candidato final que va a representar a cada partido en la lucha por la Casa Blanca, los delegados de ambas formaciones votarán según la voluntad de aquellos que previamente participaron en el proceso en los diferentes Estados.

En esta fase aparece una nueva figura: los superdelegados. Suelen ser funcionarios de cada partido, pero puede haber algún político. Los superdelegados demócratas (718) tienen libertad para votar a quien quieran, lo que les da un peso mayor porque pueden inclinar la balanza entre los finalistas. Los superdelegados republicanos (150), sin embargo, deben votar al candidato que obtuvo más apoyo en cada Estado.

Estos son los protagonistas de la pugna para disputar a Donald Trump la Presidencia de Estados Unidos.

Joe Biden

“Sleepy Joe” (Joe el durmiente), como le llama despectivamente Donald Trump, llega a los “caucus” como el líder en intención de voto en los comicios de noviembre, según la media de sondeos nacionales que elabora la página especializada Real Clear Politics.

Sin embargo, las encuestas para Iowa lo colocan en los resultados por detrás del senador por el estado de Vermont, Bernie Sanders.

El que fuera vicepresidente de Barack Obama (2009-2017) ha hecho gala de su imagen de moderado para reforzar la idea de que es el único progresista capaz de recuperar el electorado perdido en los comicios de 2016.

Biden ha sido foco de ataques de Donald Trump, que en julio supuestamente pidió a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, que lo investigara junto a su hijo Hunter por presunta corrupción en Ucrania; un hecho por el que el jefe de Estado se enfrenta a un juicio político en el Senado.

Bernie Sanders

De las supuestas afirmaciones machistas a la también precandidata demócrata Elizabeth Warren a la insistencia en saludar de mala gana a otro aspirante, Tom Steyer, Sanders no ha estado exento de polémica en esta campaña.

Sin embargo, parece que este año tiene mucho más cerca que en 2016, cuando fue derrotado por la exsecretaria de Estado Hillary Clinton, acabar siendo el nominado demócrata para los comicios presidenciales de noviembre.

Líder en las encuestas de Iowa, donde perdió en 2016, una victoria el lunes podría facilitar al senador por Vermont la tarea de recortar los 5.4 puntos de ventaja que le saca Biden en los sondeos nacionales.

En su contra juegan su imagen de arisco y unas políticas quizá muy a la izquierda para el estadounidense medio, como la creación de un sistema sanitario público de pagador único.

Elizabeth Warren

La senadora por Massachusetts se ha vendido como la candidata que tiene un plan para todo.

Cuarta clasificada en las encuestas de Iowa y tercera en las nacionales, ha luchado toda la campaña por desenmarcarse de Sanders –con el que comparte muchas políticas–, hasta el punto de acusarlo de haberle asegurado en privado que una mujer no podía ser presidenta de Estados Unidos.

A 13 puntos de Biden en el conjunto del país, las perspectivas de Warren son muy diferentes a las que tenía en octubre, cuando incluso llegó a colocarse primera en los sondeos gracias a sus políticas progresistas, como la cancelación completa del 75 por ciento de las deudas estudiantiles y su fuerte apoyo a los sindicatos estadounidenses.

Pete Buttigieg

Alcalde de South Bend (Indiana), veterano, joven -es el benjamín de los candidatos con sus 38 años- y posible primer presidente gay. Así se muestra este devoto cristiano que forma parte del ala moderada del partido.

Buttigieg esgrime su falta de experiencia en la política de Washington como un soplo de aire fresco y no como una debilidad. Aún así, este teniente retirado ha demostrado tener problemas para atraer el voto de las comunidades latina y afroamericana.

Debido a la erupción de millonario Michael Bloomberg, ha sido relegado al quinto puesto en las encuestas a nivel nacional, por lo que se encomienda a unos buenos resultados en Iowa, donde las encuestas le colocan como tercero, para ganar impulso en esta larga carrera.

Michael Bloomberg

A día de hoy es difícil que exista un estadounidense que no haya visto un anuncio de Michael Bloomberg en la televisión, el ordenador o la pantalla de su móvil.

El ex alcalde de Nueva York (2001-2013) y multimillonario se presentó en noviembre a las primarias demócratas como la persona que acude a una fiesta en la que nadie le espera ni quiere. A pesar de haberse incorporado tarde a la carrera, este filántropo ya ha batido el récord de gasto en una campaña, con más de 250 millones de dólares.

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Bloomberg, que no participa en las primarias de Iowa y New Hampshire, se presenta como un candidato moderado poseedor de una “condición única” por su “experiencia en los negocios, gobierno y filantropía”, que le permitirán “ganar y liderar”.

De momento, ha ascendido meteóricamente en las encuestas nacionales, en las que ya es el cuarto clasificado.

El resto

Un gran número de demócratas han llegado vivos a la votación de este lunes, aunque parte de ellos están ya medio moribundos:

Algunos, como el empresario Andrew Yang, que recoge 4.3 por ciento de la intención de voto a nivel nacional, y la senadora Amy Klobuchar (4.1 por ciento) esperan conseguir en Iowa el impulso necesario para una remontada.

Mientras, el multimillonario Tom Steyer (1. 9 por ciento), la congresista Tulsi Gabbard (1.4 por ciento), el senador Michael Bennet (0.5 por ciento) y Deval Patrick (0.3 por ciento) parecen estar en viviendo las postrimerías de sus campañas.

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