Maduro entrega 13 mil armas a obreros para enfrentar a la oligarquía colombiana

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ordenó al ministro de Defensa, Vladimir Padrino López, entregar 13 mil fusiles a los obreros y cuerpos de combatientes, al tiempo que giró instrucciones para convertir las fábricas en cuarteles para enfrentar un supuesto ataque del gobierno de Colombia.

“Queremos que cada fábrica sea un cuartel. He ordenado la entrega de los 13 mil fusiles a los obreros y combatientes”, expresó tras inaugurar el Primer Acuerdo del sector ferroviario nacional y modo de tracción por cable, celebrado en Ciudad Guayana, al sur de Venezuela.

El evento ocurrió el 29 de noviembre desde donde detalló sus planes para reactivar la deprimida economía nacional, especialmente las empresas básicas de hierro, bauxita y aluminio, instaladas en el complejo industrial de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).

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Nicolás Maduro ha manifestado desconfiar del Ejército bolivariano, y mencionó al comandante de las milicias, Bernal Martínez, un cuerpo de milicianos creado por el fallecido ex presidente Hugo Chávez,​ el que Maduro intenta incorporar formalmente a la Fuerza Armada Bolivariana.

Previamente, el presidente venezolano anunció que entregaría 320 mil fusiles a los milicianos para que defendieran la revolución bolivariana.

“Ordené a nuestra FANB mantenerse en vigilancia permanente para defender la Paz y soberanía de la patria, ante la pretensión de la oligarquía colombiana de generar actos de provocación en nuestra frontera común para desviar la atención de su situación interna. ¡No lo Permitiremos!”, exclamó Maduro.

Asimismo, aprobó “iniciar la petrolización de prestaciones y conformar la comisión gubernamental para discutir la Convención Colectiva de los trabajadores de la CVG. Asimismo, transferir empresas del Estado y conformar alianzas estratégicas de cogestión para la eficiencia. ¡Cúmplase!”.

Los trabajadores del sector público se han sorprendido de que el pago de sus pasivos laborales sean cotizados en el “Petro”, una criptomoneda virtual chavista respaldada con el petróleo y el oro, que nadie acepta como forma de pago.

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Maduro tampoco explicó cómo iba a reactivar a las empresas, que aunque no están cerradas, si están paralizadas por falta de inversión y mantenimiento.

Un ejemplo es la Siderúrgica del Orinoco, que una vez fue vendida a la argentina Techint, y luego nacionalizada por Hugo Chávez, se encuentra prácticamente cerrada, y no parece que vaya a reanudarse con el ingreso de fusiles.

La medida causó sorpresa entre los analistas que estiman nulas inversiones en el país sudamericano.

De acuerdo con la patronal Fedecámaras este año Venezuela registraría una caída de 42 por ciento del PBI y el próximo año la Cepal proyecta -35 por ciento para el país.

La recesión sumada a la hiperinflación de 24.000 por ciento no atrae a los inversionistas.