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Lograr una política eléctrica pública es uno de los desafíos que heredará el próximo gobierno: Santamarina y Steta

Published

hace 1 mes

marzo 31, 2024

Para lograr una política pública efectiva para enfrentar el rezago eléctrico del país y beneficiar a la sociedad con una mayor productividad, se requiere mejorar las líneas de transmisión, atender el crecimiento de la demanda y el despliegue de energías renovables que garanticen la confiabilidad del sistema eléctrico y permitan aprovechar las oportunidades del nearshoring.

“Es uno de los desafíos más relevantes para México que heredará nuestra próxima administración. Ha quedado claro en una de las opciones que el usuario (y no a las empresas del Estado) constituyen el centro del espectro, bajo la premisa de que, en todo caso, la energía es un medio y no un fin en sí misma”, dijo Juan Carlos Machorro, socio experto en Energía de Santamarina y Steta.

Consideró fundamental fortalecer la convivencia y colaboración plural entre empresas productivas del Estado, inversionistas, órganos reguladores autónomos, usuarios y especialistas bajo un sólido marco de rectoría del Estado.

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A su vez, Norma Álvarez, abogada experta en derecho energético y regulatorio de la firma legal, destacó los aspectos cruciales urgentes a atender para asegurar la red y detonar una política energética con resultados reales como el crecimiento de las líneas de transmisión y de las líneas de distribución mediante la modernización de las actuales y construcción de nuevas líneas.

Asimismo, el despliegue de energías renovables dentro de la red, que implica la liberación de permisos y contratos de interconexión, de los que se habla poco; promover proyectos de abasto aislado, que son los que hacen para la generación de energía eléctrica para satisfacción de necesidades propias, y la transición energética justa, alineada a los acuerdos de París, para que el sector eléctrico reduzca la emisión de gases de efecto invernadero.

Otro aspecto que destaca la especialista es el viraje hacia la electro-movilidad, que además de que ayudaría a reconvertir el parque al generar menores emisiones, permite una transición del sector transporte, que es el principal generador de gases de invernadero en México y carece de estímulos que permitan su reconversión hacia un modelo más sostenible.

“Lo más importante es garantizar la confiabilidad del sistema eléctrico, que actualmente sufre no sólo de limitaciones para cubrir la creciente demanda, sino también se ve afectado por las congestiones, efectos de distorsión y consecuentes apagones”, como los registrados en Tijuana, Monterrey y en el Bajío, donde se edifica la infraestructura industrial para aprovechar las oportunidades que representa el nearshoring, apuntó.

Para una eficiente política energética de transición, Juan Carlos Machorro recomendó mirar al largo plazo más allá de coyunturas político-electorales, y voltear hacia la ciencia, privilegiando y ubicando al usuario en el centro del espectro.

Sugirió reactivar las funciones de los órganos independientes y el mercado eléctrico para alcanzar mejores tarifas y ampliar la base de generación de energías limpias, y detonar proyectos de generación, transmisión, distribución y almacenamiento de energía para atender el crecimiento de la demanda y aprovechar las oportunidades del nearshoring, además de facilitar la expansión de la generación distribuida desplegando el uso masivo de techos solares.

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