El parque Agua Azul es el lugar tradicional de paseo de los tapatíos

GUADALAJARA, Jalisco. Previo a las vacaciones de Semana Santa, quienes planean quedarse en la ciudad, una buena opción es un picnic en uno de los parques más tradicionales de Guadalajara, el Agua Azul.

Por décadas, las familias tapatías han compartido buenos momentos en este lugar, pues además de amplios espacios de convivencia hay también algunos atractivos como el pequeño lago con una fuente al centro y banquitas alrededor donde las parejas o las familias se sientan a escuchar cantar las aves.

Por las mañanas es común en el parque ver a pequeñas familias con uno o dos niños, algunos de ellos que apenas caminan y aprovechan el día de descanso de sus papás, pero también hay muchos adultos mayores que viven la zona y recuerdan los momentos felices cuando iban acompañados de sus hijos.

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Pedro es uno de ellos. Desde que se mudó a Guadalajara (originario de León, Guanajuato) hace más de 50 años adoptó al Agua Azul como su lugar preferido para los paseos familiares pues “antes no había mucho a dónde ir”. Recuerda que los domingos iban al parque en familia.

Es padre de siete hijos y a todos les tocó conocer desde pequeños “el Agua Azul” a donde también acudió años después a llevar a sus hijos a conciertos de bandas de rock como Caifanes. Y aunque ya esas visitas no eran de ir a comer sándwich sentados en el pasto, igual las disfrutaban.

Aviario y Orquideario

Al centro del Agua Azul tienen un aviario con varias especies que cautivan a sus visitantes, siendo las guacamayas rojas y azules las preferidas de chicos y grandes, sobre todo cuando emprenden vuelo y dejan ver los vivos colores de sus alas.

De eso se acuerda Ana Rosa quien disfruta de las mañanas caminando por el parque que desde hace algunos años tiene entrada gratuita, algo que le gusta porque se siente se gura de recorrer el lugar y en su celular tiene colección de flores y aves que ha encontrado en el tiempo que lleva acudiendo a c aminar como parte de una rehabilitación.

A segura que recorrer ese espacio en medio de plantas y con aves volando mientras camina es una experiencia que no puedes perderte.

Viridiana Saavedra / El Occidental