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¿Te vas a casar? Maroma, A Belmond Hotel es una opción de ensueño en la Riviera Maya

La Villa Maroma emerge como la joya de la corona, con cuatro suites y una piscina privada que redefine el concepto de lujo y privacidad

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Ubicado en las orillas de una playa acariciada por las olas del Caribe mexicano, en Quintana Roo, rodeado de palmeras y abrazado por la exuberante selva, Maroma, A Belmond Hotel, es el lugar ideal para una ceremonia de boda, en un ambiente de serenidad y conexión con la naturaleza.

Maroma, diseñada por Tara Bernerd, cuenta con 72 habitaciones y suites decoradas con luz dorada del sol y detalles artísticos de la cultura mexicana, un espacio de sinfonía visual que fusiona la elegancia contemporánea con las raíces profundas de la tradición, ideales para un día especial como lo es una boda.

La Villa Maroma emerge como la joya de la corona, con cuatro suites y una piscina privada que redefine el concepto de lujo y privacidad, y cada villa encarna el arte de vivir con distinción, un santuario exclusivo para quienes buscan la máxima sofisticación.

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De acuerdo con un comunicado de la cadena hotelera Belmond, pionero del sector del turismo de lujo durante más de 45 años, este refugio frente al mar ofrece una experiencia exclusiva y proporciona amplios espacios para vibrantes reuniones al aire libre, donde las magníficas vistas al Caribe Mexicano se convierten en el telón de fondo perfecto para eventos inolvidables.

“Cada rincón de Maroma es un testimonio de elegancia, sofisticación y la promesa de momentos que perdurarán en la memoria de aquellos que buscan la excelencia en cada detalle”, subraya.

Asegura que desde ceremonias civiles, simbólicas, judías y hasta bodas mayas y eventos religiosos, Maroma ofrece escenarios mágicos en medio de jardines llenos de romance natural.

Destaca que los menús personalizados fusionan los sabores mexicanos auténticos y opciones kosher, que llevan a los huéspedes a un viaje culinario excepcional, además de ofrecer excursiones a yacimientos arqueológicos y cenotes, partidas de golf y emocionantes excursiones en helicóptero.

“Aquí, el intercambio de votos al atardecer en la suave arena se convierte en un momento etéreo, y los jardines de magia maya sirven como escenario para ceremonias únicas y memorables”, agrega Belmond.

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