Los fenómenos meteorológicos extremos son la principal amenaza para las empresas latinoamericanas: Marsh Mclennan

Luego de que en el primer semestre de 2023, los desastres naturales costaron más de 120 mil millones de dólares en el mundo, las empresas latinoamericanas coinciden en que la principal amenaza para sus negocios en la próxima década son los fenómenos meteorológicos extremos, expuso Marsh Mclennan.

La firma de servicios profesionales en las áreas de riesgo, estrategia y personas menciona que de acuerdo con Swiss Re, Latinoamérica y el Caribe es una de las regiones del mundo más impactadas por estos fenómenos, pues en lo que va del año van siete grandes desastres naturales en la zona, entre ellos, los incendios de Chile, las seguías de Uruguay y las inundaciones de Argentina.

En su Informe Global de Riesgos 2023, publicado junto con el World Economic Forum, resulta crítica la preparación y construcción de resiliencia para una región que, a lo largo de la historia, ha enfrentado una serie de desastres naturales devastadores que han dejado cicatrices profundas y costos económicos considerables.

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En el marco del Día Mundial de la Prevención de Catástrofes Naturales, que se celebra el 13 de octubre, Marsh Mclennan expone que el costo que estos desastres naturales no es solamente en propiedades sino también en vidas, con más de 10 mil personas en 2021 y pérdidas materiales por 280 mil millones en 2021, de los cuales un 43 por ciento fueron cubiertos por (rea)seguros.

A pesar de ubicar la vulnerabilidad climática en la agenda pública mundial, los riesgos medioambientales no han sido identificados ni cuantificados correctamente, “por lo que la capacidad de resiliencia y respuesta antes crisis es, en términos generales, aún muy limitada”, dijo Gerardo Herrera Perdomo, líder regional de Consultoría de Riesgos y Riesgos ESG para Marsh Latinoamérica y El Caribe.

Al respecto, André Maxnuk, CEO de Marsh McLennan en México, dijo que la capacidad de anticipación, prevención, protección y respuesta ante los eventos catastróficos debe ser parte del compromiso con la sostenibilidad global, y un objetivo prioritario para gobiernos y como sector privado.

“Estamos convencidos de que una distribución apropiada del riesgo entre asegurados, re/aseguradores y Estados, es la mejor respuesta a estos riesgos”, puntualizó.