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Al campo tamaulipeco le ha llovido: Vive inseguridad, sequía y granizadas

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TAMPICO, Tamaulipas. En los últimos años, al campo tamaulipeco le ha pasado de todo, pues ha padecido inseguridad, sequía, heladas y en 2023 hasta granizo, situación que generó afectaciones en al menos 12 mil hectáreas del norte del estado.

“Este año ha pegado el granizo en el norte de Tamaulipas yo no tengo recuerdo de una temporada así desde que yo empecé a trabajar en 1981”, dijo el gerente de la Unión Regional Agrícola del Norte de Tamaulipas (UARNT), Juan Manuel Salinas.

La granizada del 21 de abril pasado, que dañó desde sembradíos hasta vehículos en Reynosa, San Fernando, Río Bravo, Victoria, Mante, Aldama, Jaumave y Altamira, fue una de las granizadas más fuertes registradas en la entidad, por lo que se realizó un estudio para presentar los datos ante las autoridades.

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Según este reporte integrado por los módulos de riego, 12 mil 473 hectáreas tuvieron algún tipo de afectación; siete mil 310 corresponden a sorgo, cuatro mil 319 de maíz y 844 de algodón.

“En días pasados vino personal de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), revisaron los predios afectados y se llevaron esta información, estamos en espera de que nos informen de qué forma nos podrían apoyar”, indicó.

El pasado 28 de marzo, el gobierno de Tamaulipas inició el bombardeo de nubes en la entidad con la intención de propiciar la generación de lluvias.

“Iniciamos con el bombardeo de nubes para mitigar los efectos de la sequía. En este momento nuestro avión Turbo Commander al que se instaló el equipo necesario se encuentra en vuelo para el bombardeo en el área de San Fernando, Río Bravo y Matamoros para favorecer la siembra en esa parte importante sorguera y agrícola de Tamaulipas”, anunció el gobernador Américo Villarreal.

Aunque se considera que sí se generaron lluvias con este procedimiento, expertos consideran que esto no tuvo relación con las constantes granizadas.

“Los granizos del área norte del estado hubo gente que los asoció al asunto del bombardeo y la estimulación de nubes que se hizo, pero realmente no, porque no hubo granizos asociados a estos vuelos. Los vuelos fueron realizados en otras áreas”, aseguró a esta casa editora, Mario Marín Silva, investigador en Meteorología.

Explicó que el granizo son gotas de lluvia que se solidifican al pasar por el viento frío. “En ese proceso pueden pasar por una capa de aire frío porque el aire no es uniforme tiene zonas más frías que otra; el agua pasa por una capa de aire frío se congela y es como se forma el granizo”, destacó.

Señaló que en ocasiones se quedan en la memoria colectiva algunos eventos climáticos mientras que otros se olvidan, lo que pudo haber generado sorpresa en las personas que fueron testigos de la caída de las bolas de hielo.

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“Tampoco es algo tan atípico, es un mecanismo que ocurre siempre, son coberturas muy pequeñas en áreas muy marcadas. Este efecto del granizo es como la onda cálida no significa que se vayan a quedar los eventos”, informó.

“Lo que pasa es que hay veces que se nos quedan en la memoria las cosas malas. El granizo no es de todos los años puede tardar 10 años en volver a ocurrir”, añadió.

El experto señaló que en México no se cuenta con la información suficiente para estudiar las frecuencias de la caída de granizo, a diferencia de las lluvias.

“El problema con el granizo para estudiarlo matemáticamente es que no hay registros, nadie tiene registros en México de las lluvias con granizo”, puntualizó.

Planteó que esta falta de datos obliga a que se analicen estos fenómenos de forma empírica con base en los testimonios de algunas personas que los han vivido.

“Estamos en la franja más seca de toda la Costa Atlántica, desde las pampas argentinas hasta Canadá, estamos en la franja de los 30 grados de latitud norte donde hay desiertos”, apuntó.

Señaló que hay eventos extremos que se atribuyen directamente al calentamiento global cuando quizá se trata de hechos aleatorios.

“El clima es tan difícil que todo mundo es experto, todo mundo habla del clima con cierta soltura y con cierta autoridad porque lo vivimos y lo sentimos, no estamos exentos de cometer exageraciones y juicios no muy precisos”, advirtió.

Mariela Macay | El Sol de Tampico

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