Claudia Ramos es una madre emprendedora y artista irapuatense que cada día sale a adelante

IRAPUATO, Guanajuato. Aunque desde hace 15 años se ha dedicado a crear tazas con imágenes personalizadas, Claudia Ramos jamás imaginó que esa pasión por la pintura y el dibujo le servirían para poder solventar los gastos para criar sola a sus tres hijos.

La vida de Claudia Ramos no ha sido fácil, sobre todo porque ha tenido que enfrentarse a que Caín, uno de sus hijos, nació con una discapacidad de la cual no se cuenta aún con tanta información médica y que a la postre también ha resultado caro su tratamiento.

Claudia relató que lo que más le costó fue el adaptarse a las necesidades únicas que tiene su primer hijo, sin embargo, eso le dio la fortaleza para salir adelante y emprender su propio negocio, por lo que dice ser una afortunada de la vida, ya que aunque no vive con el papá de sus hijos se lleva muy bien con él y siempre se encuentra al pendiente de lo que les hace falta.

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“Siempre tratamos de tener una buena comunicación entre los dos, porque siempre le digo que todo lo que nosotros hagamos realmente va a afectar directamente a nuestros hijos, porque aunque él haga su vida aparte y yo la mía, siempre vamos a estar relacionados por nuestros hijos”, contó.

Dijo que ella cree que todo pasa por algo, refiriéndose al nacimiento de su primer hijo, ya que por él ha logrado muchos sueños que tenía desde años atrás.

“Mi hijo tiene un ángel hermoso, por él me han abierto muchas puertas y conozco a mucha gente. Por medio del Centro de Atención Múltiple, que es una escuela para niños con discapacidad, conocí muchas historias de madres que tienen más dificultades y que me cuentan que siguen en su matrimonio sólo por sus hijos”.

Relató que ella no esperaba tener un tercer hijo, ya que al tener a su segunda hija, los médicos aseguraron que ella ya se encontraba operada para evitar el tener más bebés, pero la vida le tenía otros planes.

“La verdad a ella no la esperaba, porque cuando tuve a mi segunda niña, los doctores supuestamente me habían operado para ya no poder embarazarme y pues salió el pilón.

Antes se me complicaba un poco más el poder trabajar, porque debo cuidar a mi bebé, y mi mamá actualmente se encuentra enferma, pero me he sabido organizar para no detenerme por nada y trabajo aquí en mi casa y en casa de mi mamá para poder estar en todo y para mis hijos”.

Su emprendimiento comenzó como un pasatiempo de adolescente, que era pintar y dibujar retratos a lápiz bastante realistas, pero ante la necesidad por tener un ingreso monetario más estable, lo convirtió en su principal fuente de ingresos, pero que por el gusto que le tiene a esta actividad, la carga de trabajo se le aligera porque disfruta lo que hace.

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“He dibujado desde muy pequeña, siempre me ha gustado el arte. Comencé pensando que esto era un hobbie, pero realmente se convirtió en un trabajo, al quedarme embarazada de Caín, porque tenía que solventar las idas al Seguro Social de León, las terapias y tratamientos que solo le podían dar allá, pero gracias a esto pude solventar esos gastos y salir adelante”.

Contó que sus productos los ofrece desde sus redes sociales y el manejo de los materiales que usa para garantizar a sus clientes la durabilidad y calidad de su trabajo, que actualmente va más allá de las tazas, y puede realizar ropa y hasta calzado personalizado, lo cual le ha valido conservar a sus clientes que aman su expresión artística.

“Manejo personalización de tazas, de calzado, playeras, entre muchas cosas más. En las tazas uso pintura acrílica para hacer retratos de familiares de los clientes, de personajes de películas y también personajes de animación.

La pintura que uso para el calzado y la ropa es textil, todo depende de la superficie en la que estoy trabajando, pensando en que el resultado sea duradero.

“Me gusta hacer más que nada realismo y los personajes de terror de buena calidad. Me pueden encontrar en Facebook como Claudia Ramos, para que hagan sus pedidos desde ahí”.

Más que un simple regalo, los productos en los que Claudia pone su empeño y creatividad representan el plasmar una parte de los sentimientos y recuerdos de sus clientes y para muchos se han convertido en obras de arte que adornan varias colecciones en el municipio.

Fátima Arton | El Sol de Irapuato