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Baja California

Las empresas navieras de Baja California Sur aumentaron sus tarifas de transporte marítimo

La situación se ha convertido en un “cuello de botella” para el desarrollo del estado

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LA PAZ, Baja California Sur. Luego del reciente aumento de 14 por ciento aplicado por la Administración Portuaria Integral de Baja California Sur (API-BCS), las empresas navieras que operan en la entidad incrementarían entre cinco y 12 por ciento sus tarifas de transporte marítimo.

En menos de una semana, el costo de transporte pasó de 19 mil 850 pesos a 20 mil 850 por una plataforma sin tractor, y con el incremento programado para el próximo año se ubicaría por arriba de los 22 mil 500 pesos, aproximadamente.

Una plataforma usada tiene un valor de aproximadamente 200 mil pesos, de tal manera que en 10 viajes, lo que cuesta este equipo estaría por debajo de lo que paga por concepto de fletes en tan solo unos meses.

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Otras tarifas son: 45 mil 600 pesos por un tráiler o pipa full, 30 mil 800 para un tráiler o una pipa sencilla, 39 mil 250 para un tráiler o una pipa semifull, cuatro mil 270 para una motocicleta, cinco mil 440 para un automóvil, y 20 mil 870 para un autobús, tan solo por citar algunos; en pasaje, hasta dos mil 500 por adulto y hasta mil 250 para niños.

Pero al alto costo del transporte no es el único problema; desde hace meses que la capacidad de carga de los buques quedó rebasada por la demanda, y con frecuencia se quedan camiones con carga en los puertos, en espera de un espacio, algunos hasta cinco días, o hasta ocho recientemente, debido a la salida de operación de un Ferrie en la ruta La Paz-Mazatlán, provocada por un percance mecánico cuya reparación tardará al menos 45 días.

El puerto de Pichilingue no tiene capacidad para recibir más buques ni para ampliar sus instalaciones en el sitio; apenas puede operar con cinco barcos, debido a que no hay muelles suficientes.

Con todo y que el transporte marítimo se han convertido en un cuello de botella para el desarrollo económico de Baja California Sur, no afecta a todos por igual; en las últimas semanas transportistas independientes que trabajan por su cuenta y pequeños productores ha manifestado su inconformidad por lo que consideran un trato discriminatorio en su contra, debido a que las navieras dan preferencia a los clientes grandes que acarrean para las cadenas comerciales y los grandes establecimientos, una situación que les representa grandes pérdidas y que amenaza con sacarlos del mercado por incosteable, ya que deben de esperar varios días para encontrar un espacio a bordo.

Según datos de la API-BCS, de enero a junio del presente año, por el puerto de Pichilingue entraron 885 mil 424 toneladas de diversos productos, entre los que destacan 159 mil 559 de cemento, 149 mil 671 de abarrotes, 78 mil de paquetería, 67 mil 673 de cerveza y 60 mil 903 de frutas y verduras, además de 29 mil 560 de acero, 24 mil 693 de carne, 15 mil 546 de lácteos, 15 mil 328 de materiales de construcción, 14 mil 851 de madera, 14 mil 480 de fertilizantes, 14 mil 428 de refrescos, además de 240 mil 694 de productos varios.

En ese mismo periodo, salieron por Pichilingue 252 mil 928 toneladas de diversos productos entre los que destacan 72 mil 747 de papa, 45 mil 724 de varios, 27 mil 290 de chatarra, 24 mil 404 de plataformas, 19 mil 412 de tomate, 11 mil 575 de envases, nueve mil 295 de naranjas, nueve mil 101 de chiles, ocho mil 666 de tarimas, siete mil 033 de harina de pescado, seis mil 242 de canastillas, cinco mil 888 de agua y cinco mil 544 de cartón.

En 2021 entraron un millón 615 mil 568 toneladas de diversos productos, y salieron 443 mil 227; en ese mismo año, por el Puerto de Pichilingue se movilizaron 164 mil 370 pasajeros y hasta junio del 2022 eran 98 mil 777.

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Pero la problemática del transporte marítimo va más allá de la descompostura de un barco o el alza de las tarifas; en los últimos meses la demanda de carga ha superado a la oferta, y el Puerto de Pichilingue no tiene capacidad para recibir más buques ni para ampliar sus instalaciones en el sitio; su capacidad es apenas suficiente para operar con 5 barcos debido a que no hay muelles suficientes.

La opción de ampliarse hacia el cuerpo de agua ubicado en la parte trasera del Puerto de Altura es prácticamente imposible debido a la oposición de grupos ambientalistas, una vez que el sitio no está impactado y hay abundante flora y fauna marina que necesariamente se vería afectada con la construcción de infraestructura portuaria.

Ello, además de que se encuentra muy cerca del Área Natural Protegida de Balandra. Está en fase de proyecto, el traslado de los buques de carga a San Juan de la Costa y dejar Pichilingue solo para turismo náutico.

Elías Medina | El Sudcaliforniano

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