Hay cinco nuevos lugares de América Latina declarados Patrimonio Mundial por la Unesco

La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) emitió una declaratoria de Patrimonio Mundial para 13 sitios culturales alrededor del mundo, y cinco de ellos están en América Latina y de éstos, uno en México.

La inscripción de los sitios culturales en la lista de la Unesco se dio en el marco de la reunión 44 del Comité del Patrimonio Mundial, celebrada desde China de manera digital debido a la pandemia de Covid-19.

Tanto el Monasterio como la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, en Tlaxcala, México, formaron parte del primer proyecto de construcción (1524) para la evangelización y colonización de los territorios de lo que se convertiría en la Nueva España.

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El conjunto es uno de los cinco primeros monasterio edificados por frailes franciscanos, dominicos y agustinos; de ellos, Nuestra Señora de la Asunción es uno de los tres complejos que se mantiene en pie. Los otros dos forman parte del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1994.

Los edificios construidos en el estado de Tlaxcala ponen de manifiesto la respuesta a las necesidades prácticas de la época, integrando elementos locales para crear enormes atrios y capillas posas.

El monasterio y la catedral franciscanos presentan dos particularidades con respecto a las otras construcciones desarrolladas en la época: por un lado, está la torre exenta; por el otro, el artesonado de madera estilo mudéjar.

El estilo de Nuestra Señora de la Asunción influyó fuertemente los edificios monásticos hasta finales del Siglo XVIII

Ubicado en el Valle de Casma, al norte de Perú, el sitio astronómico de Chankillo constituye un calendario solar perfecto, que permite observar el desplazamiento del Sol por el horizonte a lo largo del año.

El complejo se compone por cuatro elementos: primero, el Templo Fortificado, centro de culto o palaciego amurallado, que se yergue sobre una colina; segundo, el Observatorio y el Espacio Público Ceremonial, ambos situados a las afueras del Templo; tercero, las Trece Torres, señalizadores cúbicos de al trayectoria solar, dispuestas en hilera a lo largo de la cresta de otra colina; y cuarto, el Cerro Mucho Malo, formación natural que completa el conjunto de las Trece Torres.

Hasta donde se sabe, el complejo de Chankillo probablemente estaba dedicado al culto al Sol (costumbre que se repite en casi todas las civilizaciones antiguas). La disposición de los puntos de observación habría permitido determinar los puntos del alba y ocaso del Sol durante todo el año, así como establecer los solsticios, equinoccios, o cualquier fecha del año con un margen de error de uno o dos días.

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Estos avances astronómicos fueron resultado de un largo periodo de evolución técnico en el Valle de Casma.

La Iglesia de Atlántida construida a 45 km de Montevideo por el ingeniero Eladio Dieste, así como su campanario cilíndrico y el baptisterio subterráneo fueron reconocidos como un ejemplo modernista, inspirado en la arquitectura religiosa paleocristiana y medieval italiana.

La construcción de la iglesia es una sola nave, coronada por una serie de bóvedas gaussianas de ladrillo reforzado; el campanario reposa sobre mampostería calada de ladrillo vista y se levanta a la derecha de la iglesia; mientras el baptisterio subterráneo desciende desde el lado izquierdo del atrio, custodiado por una entrada en forma de prisma triangular, iluminada por un óculo central.

La iglesia es digna representante de las búsquedas formales y espaciales de la arquitectura de América Latina durante el Siglo XX y encarna las búsquedas de igualdad con el uso práctico de los recursos, consiguiendo grandes efectos estéticos sin descuidar la necesidades estructurales.

La hacienda ubicada a las afueras de Rio de Janeiro se convirtió en el “laboratorio” del artista y paisajista brasileño Roberto Burle Marx, inspirado en las ideas del movimiento modernista.

Burle Marx comenzó en 1949 con la construcción de este jardín paisajístico, que manifiesta los rasgos del que llegaría a ser reconocido como su estilo particular y que influenciaría a la construcción de los jardines modernos.

Las formas sinuosas, la exuberancia de sus plantaciones masivas, la disposición arquitectónica de su vegetación, la utilización de especies botánicas tropicales y la incorporación de elementos artísticos propios del folclore popular son los sellos del paisajista.

El jardín es una muestra la concepción ecológica de la estética, que en su realización incorpora además la cooperación social, por ser ésta la base de la preservación del medioambiente y la cultura.

A mediados del Siglo XX, el Sitio Roberto Burle Marx albergaba la colección más representativa de plantas nativas de Brasil, y ahora se convierte en el primer jardín tropical moderno en ser declarado Patrimonio Mundial.

El sitio, ubicado al norte del desierto de Atacama, en Chile, está compuesto por el Faldeo Norte del Morro de Arica, Colón 10 y la Desembocadura de Camarones. Los tres lugares brindan testimonio de la cultura de cazadores-recolectores marinos, que se desarrolló desde el año 5450 a.C. hasta el 890 a.C.

En este conjunto se encontraron las evidencias más antiguas de momificación artificial de cuerpos, con cementerios llenos de cuerpos conservados artificialmente y otros por las características ambientales del lugar.

Con las complejas prácticas funerarias de la cultura Chinchorro, se crearon momias “artificiales” con características materiales, escultóricas y estéticas que se supone reflejaban el papel fundamental de los muertos en su sociedad.

En el sitio también se han encontrado herramientas minerales, vegetales y óseas, que permitieron la explotación intensiva de los recursos marinos de la zona, las cuales constituyen un testimonio único de la compleja espiritualidad chinchorro.

Yahir Fragoso | El Sol de México