Ganaderos del norte de Guanajuato malbaratan sus reses antes de verlas morir de sed

IRAPUATO, Guanajuato. Los ganaderos del norte del estado prefieren rematar o vender sus reses hasta mil pesos que verlas morir, afectados por la escasez de lluvias que se vive en el estado desde el año pasado y que implica la falta de agua para los animales.

José Luis Mercado Plaza, líder de los Productores y Ganaderos Lecheros de Jaral de Berrio, en San Felipe, dio a conocer que la situación no sólo afecta a los pequeños ganaderos, sino también a los que se dedican a la crianza del ganado vacuno, pues –dijo- que de noviembre de 2020 a la fecha, de los 370 ganaderos de la asociación, 60 por ciento ha vendido la mitad de sus animales.

“Se quedaron sementales, se quedaron algunas hembras, pero decidieron vender sus reses porque no tienen para darles de comer. El maíz subió, la soya subió, no hay agua, por lo tanto no hay pastos para que coman las vacas y no está saliendo; prefieren venderlas en mil pesos, dos mil pesos que verlas morir”, dijo el líder de los productores ganaderos.

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La venta de las vacas lecheras resultó positivo pero para los empresarios de Jalisco, quienes llegaron a San Felipe a comprar las reses en mil pesos, cuando antes se pagaban hasta en cuatro o cinco mil pesos.

“Nos ha apoyado el gobierno del estado, es el único que nos apoyó, pero hay cosas que están fuera de sus manos, está el tema de las lluvias que apenas ahí vienen”, expresó.

Pero también mencionó el tema de los insumos, de la eliminación de los apoyos, “nosotros teníamos apoyos para comprar forraje y de ahí comieran los animales, pues nos quedamos sin él, había apoyos para comprar alimento en grano, tampoco lo tenemos, entonces estamos pasando por una situación crítica y para muestra eso”.

Para un ganadero, expresó, lo más triste es deshacerse de sus reses que le dan, “pero ahora ni dan, sólo se están muriendo y por eso mejor prefirieron rematarlas que verlas agonizar por hambre”.

Durante 17 años, Manuel López Ramírez se dedicó a la crianza de vacas y a la venta de leche. De tener dos vacas, llegó a tener hasta 100, pero con la eliminación de los apoyos federales para el campo, el año pasado se quedó con la mitad y en 2020 tuvo que deshacerse de otras 25 vacas y ahora sólo tiene 10.

Manuel López es uno de los 370 productores adheridos a la asociación de Productores y Ganaderos Lecheros de Jaral de Berrío que tuvieron que vender sus reses ante la falta de dinero para poder mantenerlas.

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“Me quedé con un semental y las hembras, si hay condiciones volvemos con los animalitos, pero si no, voy a vender todo y me regreso a Estados Unidos”, agregó.

Óscar Reyes | El Sol de Irapuato