Alejandro Ruiz Uribe, el superdelegado federal que quiere gobernar Baja California

TIJUANA, Baja California. Jesús Alejandro Ruiz Uribe es el superdelegado del gobierno federal en Baja California, se declara de izquierda y bromista. Es el mismo político que ironizó sobre la muerte de personas a causa del Covid-19, en las familias vulnerables en la entidad fronteriza.

“Sí soy bromista, pero soy muy serio en el trabajo que desempeño. Soy una persona que tiene rumbo ideológico, las cosas que hago es porque hay una convicción”, declaró al recordar la broma que hizo en videoconferencia hace cuatro meses, cuando inició la pandemia del coronavirus.

Aunque hace tiempo perteneció al Partido de la Revolución Democrática (PRD), el político de 54 años es uno de los hombres mencionados como posibles candidatos a la gubernatura de Baja California por el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

“Obviamente a cualquiera le gustaría representar a su estado, pero hay muchas circunstancias que muchas veces son ajenas a uno mismo”.

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El superdelegado es originario de Tijuana pero hijo de migrantes. Su padre es de Durango y su madre de Guadalajara. Dice conocer Tijuana. Nació en los Bungalos, una zona cerca de lo que fue el casino de Aguacaliente, en la época de los años veinte. “Soy de tijuas, soy de tijei. Me críe entre historias de la bailarina y de los soldados”, refiriere sobre las leyendas de Tijuana.

Se ha casado en dos ocasiones, pero admite que no hace buen papel como esposo. “Soy un buen padre de familia. No soy tan buen esposo como quisiera, pero sí soy buen padre de familia”.

De su primer matrimonio nació su hijo mayor: tiene 25 años de edad, vive en Los Ángeles, California, y se dedica a la industria del cine. Del segundo matrimonio nacieron dos hijos que tienen siete años de edad.

Alejandro Ruiz Uribe es licenciado en Derecho por la UNAM y cuenta con una especialidad en Derechos Humanos y un doctorado en Derecho Constitucional, ambos por la Universidad Complutense de Madrid.

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Seguridad, el pendiente de BC

Las candidaturas son definidas por los partidos, en ocasiones, por el nivel de popularidad con el que cuente el aspirante en el momento previo a las elecciones, el trabajo en la organización política y otros factores que no dependen de sólo la aspiración de ocupar una candidatura.

“Pero yo soy feliz donde estoy. Es oportunidad de servir al movimiento en el que yo participé desde hace muchísimos años; es un privilegio, que no lo soslayo”, dice Ruiz Uribe.

El puesto como delegado único del gobierno de Andrés Manuel López Obrador es el que le coloca como uno de los aspirantes a la gubernatura y hace que su nombre “suene” en los medios de comunicación, considera.

“Creo que va más relacionado con el cargo que estoy desempeñando, es decir, a todos los delegados únicos del gobierno, por la función que realizan (…) son mencionados como posibles gobernadores”.

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A medio año de que inicien las precampañas políticas rumbo a las elecciones de 2021, hay varios representantes del gobierno morenista en la entidad que aspiran a la gubernatura. Además de Alejandro Ruiz Uribe se habla de Marina del Pilar Ávila, alcaldesa de Mexicali, y del secretario de Economía Sustentable y Turismo, Mario Escobedo.

“Creo que soy una persona de izquierda, cercana al nacionalismo revolucionario como el Presidente de México”, considera el superdelegado de Baja California.

Aunque falta tiempo para que llegue el proceso electoral, el funcionario que es el enlace con el gobierno federal tiene claro el perfil con el que debe contar el próximo gobernador de Baja California.

Tiene que concentrarse en crear condiciones de trabajo para contrarrestar la inseguridad que se vive en la entidad fronteriza, idea en la que coincidió con López Obrador.

“Creo que el próximo gobernador debe tener claro que la inseguridad es producto del abandono social en el que han estado sometidos los amplios cinturones económicamente de Tijuana”, finalizó el superdelegado.