:)

El Extranjero

Estados Unidos pone las armas para las guerras en Medio Oriente

Las importaciones de armas desde Estados Unidos a países de Oriente Medio crecieron un 87 por ciento entre 2009–2013

Published

on

El presidente estadounidense Donald Trump no se cansa de decir que su gobierno negocia para evitar conflictos bélicos, pero que en la realidad parece fomentarlos. Estados Unidos encabeza la lista de exportadores mundiales de armas, con un alto flujo hacia Medio Oriente donde están vivos varios pleitos bélicos. 

La Unión Americana lideró las exportaciones mundiales de armas entre 2014-2018. En estos cinco años la venta global subió un 7.8 por ciento respecto de los cinco años anteriores y se disparó el flujo a Oriente Medio, según un informe difundido por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI).

Esa potencia mundial vende del 30 al 36 por ciento de las armas comerciadas, con un aumento de 29 por ciento respecto del periodo anterior, y vendió un 75 por ciento más que el segundo en la lista, Rusia, país que controla una quinta parte de las exportaciones.

Lo que destaca el informe es que la mitad de las armas que vendió Estados Unidos fueron a Oriente Medio, con Arabia Saudita –aliado importante de Washington– como principal cliente, mientras que India fue el primer receptor de armamento de Rusia, cuyas exportaciones cayeron un 17 por ciento.

Lee: México quiere frenar comercio ilícito de armas de Europa

Las importaciones de armas por parte de países de Oriente Medio crecieron un 87 por ciento entre 2009–13 y 2014–18 y representaron el 35 por ciento de las importaciones globales de armas en 2014–18. Arabia Saudita fue el mayor importador del mundo en 2014–18, con un incremento del 192 por ciento en comparación al periodo 2009–13.

Egipto, el tercer mayor importador en 2014–18, triplicó sus importaciones (206 por ciento) entre 2009–13 y 2014–18. Las importaciones de Israel (354 por ciento), Qatar (225 por ciento) e Irak (139 por ciento) también crecieron entre 2009–13 y 2014–18. En cambio, las importaciones de armas por parte de Siria cayeron un 87 por ciento.

No hay que olvidar que Estados Unidos proporcionó a los grupos rebeldes sirios armas para derrocar al gobierno de Bashar al-Assad, algo que parece no sucederá en un corto tiempo.

“Estados Unidos ha consolidado aún más su posición como primer suministrador de armas mundial. Vendió armas a por lo menos 98 países los últimos cinco años hasta 2018. Las entregas incluían a menudo armas avanzadas, cazas, misiles y bombas guiadas”, señaló Aude Fleurant, directora del programa de gasto militar del SIPRI.

Tras el país norteamericano y Rusia se sitúan Francia y Alemania, que aumentaron sus ventas un 43 y un 13 por ciento, respectivamente, por delante de China, cuyo crecimiento se frenó respecto de años anteriores hasta el 2.7 por ciento. El informe destaca que las ventas de China están limitadas porque muchos países, incluidos cuatro de los diez mayores importadores mundiales no le compran por motivos políticos.

Lee: Crimen organizado trafica armas en caja de unicel, chocolate y botellas de refrescos

Las armas de estadounidenses, británicas y frencesas tienen mucha demanda en la región del Golfo, donde hay muchos conflictos y tensiones,’ asegura Pieter D. Wezeman, investigador senior del Programa de Armas y Gasto Militar de SIPRI. “Rusia, Francia y Alemania han aumentado drásticamente sus ventas a Egipto en los últimos cinco años”.

Arsenal, con el enemigo

De acuerdo con CNN,  Arabia Saudita y sus socios de coalición han transferido armas de fabricación estadounidense a combatientes vinculados a al-Qaeda, –a quien se le atribuye los atentados terroristas de la Torres Gemelas en 2001– milicias salafistas y otras facciones que libran una sangrienta guerra en Yemen, en violación de los acuerdos con Estados Unidos.

Las armas también han caído en manos de rebeldes yemeníes respaldados por Irán, país se ha convertido en el nuevo objetivo de Estados Unidos. Las fuerzas militares estadounidenses mataron a principios de enero al influyente Qasem Soleimani por órdenes del presidente Trump, provocando una alarma mundial bélica por la ola de amenazas entre ambas naciones.

Los rebeldes yemeníes luchan por el control del país con la coalición que lidera Arabia Saudita, para exponer parte de la tecnología militar de Estados Unidos a Teherán y potencialmente poner en peligro las vidas de las tropas estadounidenses en otras zonas de conflicto.

Algunos otros grupos terroristas se han beneficiado de la afluencia de las armas estadounidenses, con la barrera de entrada al armamento avanzado ahora rebajado por las leyes de la oferta y la demanda.

Los líderes de la milicia han tenido amplias oportunidades de obtener equipo militar a cambio de la mano de obra para luchar contra las milicias hutíes. Los traficantes de armas han florecido, y los comerciantes ofrecen comprar o vender cualquier cosa, desde un rifle fabricado en EU hasta un tanque, al mejor postor.

Hay un punto más a considerar en la industria del comercio de las armas, tras el asesinato del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudita en Turquía, el presidente Trump dijo que sería una tontería que Estados Unidos cancele acuerdos multimillonarios por armas con los sauditas. “No quiero perder toda esa inversión que se hace en nuestro país”, dijo.

De acuerdo con Fleurant, el éxito de Washington se debe a que ha diseñado una estrategia compleja de venta de armas que incluye capacitaciones, garantías de seguridad, entrenamientos, alta tecnología y apoyos en caso de conflictos.

De ahí que muchos países prefieran comprar estos armamentos a probar en otros mercados, como el chino o el ruso, donde podrían encontrarse por un menor costo.

“Las armas estadounidenses, aunque resulten más caras, vienen con una serie de garantías que las hace más atractivas para muchos importadores”, señaló.

Durante el gobierno de Barack Obama, Premio Nobel de la Paz, la Casa Blanca desplegó una amplia maniobra para promover la firma de acuerdos internacionales de armas, que según el think tank Center for International Policy, fue el mayor en la historia después de la II Guerra Mundial. Desde su llegada a la presidencia, Donald Trump ha consolidado esa política.

Por: Alfonso López Orrante

Publicidad

Trends

Publicidad