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La Opinión

Donald Trump va en un camino prometedor

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la máxima potencia mundial y nunca ha dejado esa etiqueta

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Todo parece indicar que al expresidente Donald Trump ya no lo para nadie en su intención de convertirse en el candidato republicano para las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se celebrarán el próximo 5 de noviembre, su rival demócrata también parece inevitablemente Joe Biden, quien ya le ganó una vez, pero las cosas ya no son igual que hace tres años.

De entrada, los cuatro juicios que enfrenta el magnate republicano le han redituado en bastante apoyo en las filas republicanas, poco o casi nada importó que Trump enfrentaba a otros 12 aspirantes para ganar la nominación presidencial y para muestra un botón, uno de sus más fuertes rivales el gobernador de Florida, Ron DeSantis tiró la toalla.

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No sólo eso, hizo su público su apoyo a Trump argumentando que los republicanos le querían dar otra oportunidad, pero los números fríos colocaron a DeSantis en la realidad, en los caucus de Iowa sólo logro 20 por ciento de la votación, un segundo lugar muy alejado del 51 por ciento que respaldó al expresidente.

A esta inevitable segunda nominación hay que sumarle que los grupos conservadores están haciendo una fuerte campaña en favor de Trump, a quien distinguen como un “enviado de Dios”, la expresión también manifiesta un preocupante radicalismo de los grupos extremistas generalmente xenófobos, que han hecho de la migración irregular su bandera de lucha.

Tan seguro se siente de su nominación, que decidió no asistir a los debates republicanos, aunque la verdad es que el magnate evitó a sus posibles rivales para no salir raspado ante una serie de posibles cuestionamientos sobre su forma de actuar durante y después de su periodo como Presidente de Estados Unidos.

No es que no pudiera con los reclamos que podrían cuestionar sus contrincantes republicanos, si no que no valía desgastarse con un grupo de ilusos que no se han dado cuenta que Trump representa la idiosincrasia de buena parte de los estadounidenses, muchos de ellos ya no apuestan por la política internacional que siempre ha caracterizado a Estados Unidos.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la máxima potencia mundial y nunca ha dejado esa etiqueta que pesa mucho dinero seguir manteniendo, ya en su primera oportunidad Trump decidió frenar su presupuesto económico para la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)I, de anular las cuotas a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Retiró a Estados Unidos del Acuerdo de París que busca contener el calentamiento global hacia el 2030, impulsó el uso del combustible fósil y en materia migratoria cometió todas las barbaridades que pudo: como apartar a los menores migrantes de sus padres o echar a casi todos los solicitantes de asilo escudándose en el Artículo 42, que se utilizó en el plano sanitario para contener los contagios.  

Además, hay investigaciones abiertas de cómo hizo engaño a instancias económicas en beneficio de sus empresas, al grado que su hija Melania decidió poner distancia la relación con su padre. Como Presidente se consideraba omnipotente y por eso o quizá para esconder algo se llevó a su casa una serie de documentos confidenciales, habrá que esperar para saber que tienen esos documentos.

El exmandatario ha sido relacionado con el fallecido millonarios Jeffrey Epstein, quien fue acusado de pederasta y traficante de menores, pero nada de eso importa para los seguidores de Trump, quienes ven la gran posibilidad de que regrese a la Casa Blanca, sobre todo, porque el demócrata Biden ya no da muestras de fuerza, por el contrario a veces manifiesta algunos lapsus de incoherencia.

Todo este combo parece que le abre la puerta de la Casa Blanca otra vez a Trump, pero también da apertura a personajes como el presidente ruso Vladimir Putin o el norcoreano Kim Jong-Un, dos enemigos naturales de Estados Unidos. Respecto a México las cosas tampoco pintan de todo bien, aunque el presidente AMLO diga que se llevan de a cuartos.

A Donald Trump le gusta que las cosas sean como él dice y seguro vamos a seguir pagando el muro fronterizo y tendremos que recibir a más solicitantes de asilo o de lo contrario las amenazas arancelarias volverán a salir de la chistera trumpista, eso por decir lo menos, porque hay republicanos que ven como una opción invadir suelo mexicano en la lucha contra los grupos del narco.

Espero que no sea una buena idea para Donald Trump, porque sino quién sabe qué vaya a pasar con un gobernante que asume postura de emperador y que nada vale si no es lo que él dice, nunca pierde, es la máxima del magnate, por esa razón nunca reconoció su derrota electoral, según él fue un robo aunque nunca haya presentado pruebas. O usted ¿qué cree?

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