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La agricultura del futuro debe considerar la nueva relación campo-ciudades: Villalobos Arámbula

Además, atender la atención alimentaria a las mujeres y jóvenes

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Las políticas públicas que se dirijan a la agricultura del futuro deben considerar el papel que juegan las ciudades intermedias, la agricultura periurbana, la movilidad laboral y los derechos de los jornaleros, además del impacto de la migración, para avanzar hacia un campo más justo y equitativo, dijo el titular de la Sader, Víctor Villalobos Arámbula.

En la presentación del estudio Nuevas narrativas para una transformación rural de América Latina y el Caribe, el funcionario de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) destacó que la nueva dinámica rural y urbana debe incluir también la atención a las mujeres y jóvenes.

Esto, apuntó, con acciones concretas en la construcción de sistemas alimentarios más sostenibles para fortalecer la producción de alimentos que la población demanda.

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Aseguró que el gobierno federal trabaja bajo la premisa fundamental de poner en el centro prioritariamente a la persona, en particular, a los que menos tienen y así lograr un nuevo modelo de bienestar basado en sus necesidades y no sólo en los análisis de los indicadores económicos tradicionales.

Villalobos Arámbula expuso que la relación entre lo rural y lo urbano requiere ser atendida desde una nueva perspectiva, que asegure que los pobladores que permanecen en las zonas rurales cuenten con las mismas oportunidades de vida que aquellos que viven en localidades urbanas.

En el evento organizado por la Comisión Económico para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), sostuvo que los cambios económicos, demográficos y territoriales que ocurrieron en el pasado en el país no fueron acompañados de políticas públicas acordes, porque se pensaba de manera dicotómica, entre lo rural y lo urbano.

Esta relación ha cambiado y lo seguirá haciendo, por lo que es necesario encontrar nuevos instrumentos que permitan tomar las mejores decisiones y generar visiones prospectivas para el futuro, sostuvo.

El funcionario federal planteó considerar también el papel que juegan las llamadas ciudades intermedias, pues la dinámica demográfica afecta a los jóvenes de los territorios rurales y los procesos migratorios rurales urbanos.

Además, anotó, es importante entender la función de la agricultura periurbana y definir la manera de fortalecer, a través de políticas públicas dirigidas, estos sistemas de producción y vincularlos más hacia la construcción de sistemas alimentarios más sustentables y proveedores de alimentos nutritivos para las poblaciones urbanas.

Señaló que la agricultura periurbana requiere de un entendimiento propio y profundo que hoy día es aún incompleto, aseveró el funcionario federal.

Comentó que otro tema de relevancia para construir una nueva ruralidad en México debe comprender y entender mejor el tema de empleo en el campo, la movilidad laboral y la forma de garantizar los derechos de los jornaleros agrícolas, así como los impactos de la migración, tanto interna, como internacional.

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En el evento participaron también la vicepresidenta del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (Inegi), Paloma Merodio; el coordinador de Planeación en Población y Desarrollo (Conapo), Rodrigo Jiménez Uribe, y el director del Proyecto y Jefe de la Unidad de Desarrollo Económico, sede subregional en México de la Cepal, Ramón Padilla, entre otros.

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