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Los mexicanos son resilientes ante la inflación

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Ante los recientes datos de la inflación en el país, un entorno laboral favorable, remesas y programas sociales han permitido a los mexicanos encarar los aumentos de los precios de la canasta básica, consideró Kantar, empresa global de datos y análisis de marketing.

En su más reciente Consumer Insights, reconoce que un camino hacia la reducción de la inflación en Latinoamérica, en el corto plazo, países como Colombia y México logran evitar sumar presión inflacionaria en la canasta de productos de consumo masivo (FMCG, por sus siglas en inglés).

En tanto, abundó, naciones como Perú y Centroamérica incluso contraen su precio medio por unidad, mientras que Argentina sigue siendo la excepción.

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En el caso de los factores que contribuyen a aminorar los impactos de la inflación en México, indicó que a nivel macroeconómico hay factores clave que han contribuido a la estabilización de la inflación.

Indicó que según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), existe un entorno favorable en empleo, remesas y programas sociales que han permitido al hogar encarar los aumentos de precio.

Al analizar lo que pasa con el dinero del extranjero que llega a los hogares mexicanos, mencionó que fueron consultados cuatro mil 500 hogares urbanos (poblaciones con más de 20 mil habitantes) para saber si reciben remesas y qué destino le dan.

Stephanie Del Razo, gerente de Estudios Especiales de Kantar México, división Worldpanel, expuso que se compararon las compras reales del hogar, lo que da un panorama de la situación económica de las familias mexicanas.

Precisó que 12 por ciento de población urbana recibe remesas, lo que se traduce en alrededor de tres millones de hogares; cada dos o tres meses perciben este ingreso del extranjero, especialmente el nivel socioeconómico bajo, y 50 por ciento de lo recibido es para los alimentos, impulsado por niveles socioeconómicos bajos; seguido del pago de servicios (agua, gas) y deudas.

Asimismo, abundó, dos de cada cinco familias reciben remesas en la región Noroeste y Occidente del país, y un 25 por ciento son del Noreste, aunado a que gastan más en misiones grandes y ligeramente más en productos Premium.

“La presión de precios en el consumo comienza a aliviarse, sin embargo, esta buena noticia también representa retos para las marcas, pues sigue incrementándose la fragmentación de compra y el consumidor va a buscar más valor por su dinero.”, finalizó Stephanie Del Razo.

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