La temporada de captura de langosta termina en la península de Baja California

LA PAZ, Baja California Sur. La temporada de captura de langosta en la Zona 1 de la costa occidental de la península de Baja California, que abarca desde la frontera con Estados Unidos hasta las cercanías de Puerto Nuevo, aproximadamente a 50 kilómetros al sur de Bahía Tortugas, concluyó el martes 15 de febrero.

En esta región se ubican las zonas de mayor producción del crustáceo, con cuatro cooperativas que se dedican desde hace décadas a esta pesquería artesanal y son Pescadores Nacionales de Abulón de Isla Cedros, Buzos y Pescadores de Isla Natividad, Bahía Tortugas, Emancipación y Purísima, estas tres últimas, asentadas en la comunidad de Bahía Tortugas y con concesiones tanto en el litoral del Pacífico como en la Bahía Sebastián Vizcaíno, todas, en las Áreas Naturales Protegidas de las Reservas de la Biósfera del Vizcaíno e Islas del Pacífico.

Se trata de una de las pesquerías más importantes y de más alto valor comercial del estado, se exporta casi en su totalidad a China a donde se envía la langosta viva, con precios que han llegado hasta los 70 dólares el kilo, y con mínimos de hasta 30.

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Cooperativistas señalaron que se trató de una de las zafras más complicadas de los últimos años, debido a dos factores: el desplome en el precio a causa del retiro de la certificación a la planta de Ensenada por parte del gobierno de China, y desde la cual se enviaba el producto al mercado asiático y por otra parte, la falta de vigilancia que en algunos sitios disparó la pesca furtiva.

Con el retiro de esta certificación, las cooperativas tuvieron que vender su producto a los intermediarios, a un precio sustancialmente más bajo que cuando exportaban por su cuenta; durante algunas semanas, el precio bajó hasta en un 50 por ciento, pasando de 70 a 35 dólares el kilo, y en el problema de vigilancia, fue necesaria una mayor intervención de la Secretaría de Marina para contener el guaterismo.

No se logró recuperar la certificación de la planta de Ensenada, pese a los esfuerzos del gobierno federal, que llevaron este asunto al más alto nivel; Al final, la mitad de la temporada prácticamente se perdió, especialmente en las cooperativas de la zona 2.

Entre los pescadores subsiste una gran preocupación por la situación fiscal de las cooperativas, cuyo régimen vigente hasta el año 2021 los eximía del pago del Impuesto Sobre la Renta (ISR).

Y es que la captura de langosta se efectúa de manera escalonada en tres zonas; la 1 que inicia el 15 de septiembre en la región antes citada, la zona 2 que arranca el 1 de octubre y concluye el 28 de febrero desde Bahía Asunción hasta San Juanico, y la 3 que abarca del Bahía Magdalena hasta Todos Santos en donde la zafra termina el 16 de mayo.

En la zona 1, fue tan grave el efecto en la caída de los precios, que algunas cooperativas suspendieron la pesca durante varios días a fin de equilibrar el mercado, y otras estuvieron a punto de congelar el producto para buscar nuevos mercados.

Lo anterior, debido a que cada cooperativa tiene costos y producciones, distintas; por ejemplo, en la Isla Natividad el costo de los insumos se eleva considerablemente debido al aislamiento geográfico, a que tienen que generar su propia electricidad para la comunidad y desalar el agua para consumo humano.

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Eso, sin dejar de mencionar que aun y cuando el precio del producto puede parecer elevado, en realidad solo entre el 30 y el 35 por ciento de la venta se refleja en el bolsillo de los pescadores, el resto se va en gastos y en prestaciones sociales, incluyendo el fondo de retiro.

Aunada a la problemática de la pesca furtiva y del retiro de la certificación de sanidad a la planta de Ensenada, entre los pescadores subsiste una gran preocupación por la situación fiscal de las cooperativas, cuyo régimen vigente hasta el año 2021 los eximía del pago del ISR, una condición que se modificó en el paquete fiscal enviado por el presidente al Congreso de la Unión.

Sobre este asunto, dirigentes de cooperativas, gobierno del estado, diputados y senadores trataron de revertir la medida sin éxito; al final, el Congreso aprobó la reforma tal y como fue enviada por el ejecutivo, aunque con el compromiso de la Secretaría de Hacienda de ofrecer a los pescadores organizados “facilidades administrativas” con las que seguirían exentos en el pago de ISR, algo que a esta fecha aún no ha sucedido.

En esta pesquería trabajan miles de socios cooperativistas y cientos de los llamados “extras”, en su mayoría, jóvenes que están haciendo méritos para que se les integre a una organización.

Aunque la producción varía año con año, en general se exporta un promedio de mil 300 toneladas de langosta cada año, el 80 por ciento, capturada en las costas que van de Isla Natividad a Punta Abreojos.

Elías Medina | El Sudcaliforniano