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Pescadores obtienen cada vez menos capturas por la contaminación del río Pánuco

Por lo menos unos 400 pescadores son perjudicados por la disminución de la fauna en el afluente

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Foto: Alfredo Márquez

TAMPICO, Tamaulipas. Pescadores del río Pánuco reconocen que la contaminación de este afluente provoca la pérdida de especies comerciales que tradicionalmente capturan para su venta, por lo que ya buscan actividades laborales que les reditúen ingresos para sustentar a sus familias.

La crisis pesquera en este afluente comenzó hace unos 15 años, según Gregorio Manzano Reyes, habitante del sector La Loma, en Congregación Anáhuac, quien dijo fue cuando comenzó a notarse un descenso en las capturas en la parte del río que comprende desde el puente “Prieto” hasta la desembocadura.

Atribuye esta situación al incremento en la polución del río y no porque aquí es donde se contamina, sino por todo lo que este arrastra desde las partes altas de donde proviene, y como aquí se torna lento el escurrimiento es donde se concentran los contaminantes que pausadamente están acabando con las especies de peces que se comercializan en la región.

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“Siempre hemos tenido contaminación, pero se ha acentuado en los últimos 15 años provocando que la actividad pesquera no sea redituable, al menos como actividad económica, disminuyendo los ingresos de los pescadores que apenas subsisten con lo poco que pueden obtener por la captura y venta de pescado”, explicó.

Recordó que las descargas de aguas residuales también han impactado el entorno, situación que origina que las especies vayan río arriba, teniendo que trasladarse cada vez más lejos los pescadores para lograr capturas, sin embargo, la producción pesquera sigue perdiéndose.

Según datos obtenidos por la organización Ciudadanos Conscientes en Acción por México (CCAM), el río Pánuco recibe más de mil 800 litros por segundo de aguas negras debido a que más de 45 por ciento de las mismas no son tratadas.

Por lo menos unos 400 pescadores son perjudicados por la contaminación del río y especies como bagre, trucha, robalo, guabina, lisa y jaiba resultan cada vez más escasas.

Alfredo Márquez | El Sol de Tampico

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