La cuesta de enero le pega a las ventas de los pescadores del embarcadero de Mazatlán

MAZATLÁN, Sinaloa.- La cuesta de enero “frenó” la buena racha por la que pasaba el Embarcadero Isla de la Piedra en Mazatlán, Sinaloa, con el repunte de actividad el fin de año.

César, socio de la Unión de Lancheros, dijo en estas dos semanas sólo se ha estado sacando para los puros gastos del operador.

“Con la encuesta de enero no nos ha ido muy bien, está muy bajo esto, se puede decir que estamos sacando los puros gastos de los trabajadores”.

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Agregó que el turismo que llega a a Mazatlán decreció y el pasajero local es el que mantiene a flote a los lancheros del Embarcadero Isla de la Piedra.

“Turismo no tenemos mucho incremento, tenemos más afluencia de la gente del pueblo, que siempre nos hace un poco de fuerza para solventarnos y mantenernos en una posibilidad económica estable. Pero ahorita estamos saliendo tablas, estamos sobreviviendo”, agregó.

No hay ganancias pero sí adeudos, a pesar de que se contaba con un fondo de reserva para afrontar gastos y situaciones imprevistas, como la pandemia y el confinamiento social, las prórrogas que se dieron en las dependencias de pago tienen que ser liquidadas.

En el Mercado de Mariscos del Embarcadero Isla de la Piedra la situación no es muy diferente a la que impera en todo Mazatlán, señaló la presidenta de los locatarios, Claudia Cruz.

“Las ventas han estado un poquito bajas, pero esperamos que haya un repunte más adelante; ahí estamos saliendo el día mientras”.

Comentó que Protección Civil municipal realizó una visita al mercado para reforzar los protocolos sanitarios.

“Vino Protección Civil y Oficialía Mayor, nos pidieron que guardemos la sana distancia, que hay que recordar a la gente el uso de su cubrebocas y nosotros como locatarios y trabajadores, también”, comentó.

Ahora solo hay un solo acceso y una salida, el área fue acordonada y un elemento de seguridad pública aplica gel antibacterial a los clientes.

“A la gente sí le cuesta todavía un poquito porque estaban acostumbradas entrar por todas partes. Tratamos de acatar todas las normas para no tener conflictos y que siga habiendo acceso para que la gente pueda seguir llevando productos a sus casas “, indicó.