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Sonora

Filmarán documental sobre familia que salva tortugas en Bahía de Kino

Este fin de semana iniciará el rodaje de “El llanto de las tortugas”, un largometraje del estudio sonorense Jacalito Films que narrará la lucha de la familia Becerra por recatar las tortugas de Bahía de Kino

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documental Bahía de Kino

BAHÍA DE KINO, Sonora. El pescador recibe una tortuga marina para destazarla. Un capitán le encarga ese trabajo, pero él no se atreve a realizarlo. El animal acaba encerrado algunos días en la regadera del hombre, desde donde espera, con los ojos humedecidos y sin moverse, su muerte.

A partir de ahí, Cosme —el pescador— y Mónica —su esposa— inician una reflexión que se convierte en el inicio del Grupo Tortuguero de Bahía de Kino, un equipo conformado por 14 integrantes de la familia Becerra, su familia, dedicados al rescate y conservación de las tortugas marinas.

Este fin de semana iniciará el rodaje de “El llanto de las tortugas”, un documental donde el estudio sonorense Jacalito Films narrará la historia y lucha por el medio ambiente encabezada por esta agrupación en Bahía de Kino.

Lee: Los Becerra: la familia que ha rescatado más de 500 tortugas en Bahía de Kino

Jaime Villa y Victoria Arellano, director y productora del largometraje, narraron a este medio lo que les motivó a filmar en una población pesquera de poco más de 6 mil habitantes, ubicada a hora y media de Hermosillo.

“El nombre del documental viene de una historia que tienen Mónica y Cosme, de cuando eran pescadores; ellos se dan cuenta de que las tortugas lloran, entonces, a esta le empezaron a ver lágrimas y después de eso la sueltan porque no pueden matarla.

“A partir de ahí hay un cambio, una catarsis de Mónica y Cosme, y el título habla de que, a veces, creemos que los animales no sienten y el hecho de que vean que la tortuga podía llorar, es algo muy simbólico”.

Jaime Villa y Victoria Arellano son los creadores del largometraje. Crédito: Astrid Arellano
Jaime Villa y Victoria Arellano son los creadores del largometraje. Crédito: Astrid Arellano

Encuentro fortuito

El primer encuentro entre los cineastas y los tortugueros fue por azar. Victoria y Jaime estaban de visita en Bahía de Kino, donde llevaron a una amiga extranjera a comer en un local de mariscos. Un poster con ballenas, tortugas y tiburones llamó la atención del grupo e inició la conversación con el dependiente del negocio.

“Nuestra amiga preguntó si había esos animales”, contó Jaime, “yo le dije que sólo hay tortugas y tiburones —yo dando explicaciones— , entonces, el que estaba vendiendo los mariscos, dijo que sí hay todo eso y que también hay ballenas y ahí nos empezó a decir todo.

“Luego nos dijo: ‘de hecho, yo pertenezco a un grupo tortuguero, que cuida’… y este vendedor es uno de los primos de Cosme”.

La sorpresa de los cineastas fue darse cuenta de la riqueza de la propia región de la que son vecinos por ser hermosillenses y que habían ignorado.

“Entonces empezamos a preguntar más y salió el nombre de Cosme y de Mónica a la luz”, continuó Jaime, “fuimos a conocerlos, empezamos a platicar con ellos y dije: creo que esto se debe dar a conocer porque, muchas veces, los lugares no son lo que uno cree, en este caso, Kino como un área vacacional”.

El documental busca rescatar y dar a conocer la riqueza natural de Bahía de Kino. Cortesía: Jacalito Films
El documental busca rescatar y dar a conocer la riqueza natural de Bahía de Kino. Cortesía: Jacalito Films

Los protagonistas

“No es un documental ambientalista per sé, evidentemente, viene el tema, pero también es sobre la familia, sobre la trascendencia de la educación de la familia”, continuó Jaime, “porque, en este caso, Cosme y Mónica le están enseñando a los suyos: a Cosme junior y al hijo pequeño de Cosme junior, que se están viendo inmersos en el cuidado del medio ambiente.

“Nosotros queremos hablar del tema, pero a través de las voces de los personajes, a través de la vida diaria de ellos y que nos platiquen cómo es la relación que tienen con el mar, sobre esta vida dividida que tienen los pescadores entre tierra y mar”.

El objetivo, sin duda, no es crear un documental aleccionador, afirmó el director, sin embargo, el discurso de los personajes es auténticamente aleccionador de una forma bastante sutil.

Lee: Protegen fauna en peligro de extinción de Sonora

Proyecto ambicioso

Victoria explicó que el proyecto lleva cinco años en construcción. Después de participar en algunos festivales y capacitaciones para mejorar la propuesta y algunos intentos por conseguir becas y apoyos, en 2019 fueron acreedores al Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad (Foprocine) del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine).

Un año antes habían ganado como mejor proyecto en el festival Docs Mx, y de premio se les otorgó la renta del equipo y el 50% de descuento en el seguro de filmación.

“Ahora, en 2020, vamos a estar grabando todo el año”, dijo Victoria, “son aproximadamente cinco semanas divididas en todo el año; vamos a estar saliendo el fin de semana a grabar con el Grupo Tortuguero, a monitorear ballenas… nos vamos a aventar un añito, básicamente, de estar grabando por etapas que incluyan el ciclo de la pesca, del mar y las estaciones del año, luego vamos a editar y posproducir durante 2021”.

El documental se estrenaría entre finales del próximo año e inicios de 2022.

“Quisiéramos, en una primera etapa, festivalearlo”, agregó Victoria, “que tuviera una buena ruta de festivales que se vea en todas las partes que se pueda, la tirada es esa.

“Después de que se termine la ruta de festivales, nos gustaría que, si en el intermedio no nos ofrece alguna distribuidora exhibirlo en salas, quizás buscar otro apoyo o estímulo fiscal en convocatorias para poder exhibirlo comercialmente, para que llegue a cines”.

La familia Becerra y su Grupo Tortuguero de Bahía de Kino serán los protagonistas del largometraje. Crédito: Jacalito Films
La familia Becerra y su Grupo Tortuguero de Bahía de Kino serán los protagonistas del largometraje. Crédito: Jacalito Films

Crear conciencia

Dentro de los objetivos de Jacalito Films, se encuentra cambiar visiones, principalmente, de los hermosillenses respecto a Bahía de Kino.

“Decimos vamos a Kino de fiesta el fin de semana y hacemos un desastre en Kino, y regresamos a Hermosillo porque no nos importa lo que pase allá”, continuó Victoria, “porque creemos que hay gente que limpia atrás de nosotros nuestra fiesta.

“Es una comunidad de gente que trabaja y vive de la pesca, no viven de los servicios y el hermosillense cree que es zona turística y hotelera, pero no, Kino tiene su propia dinámica económica y más ahora que tiene todo este rollo ambientalista que justo empieza con Cosme y su familia”.

Otro propósito es que la labor del Grupo Tortuguero tenga mayor visibilidad y, de alguna manera, ayudar a que no sea tan complicado para ellos conseguir recursos económicos que les permitan hacer su trabajo.

“Porque, año tras año, están concursando con su proyecto a ver si les dan dinero para hacer este censo de tortugas y es algo que siento que se debería de hacer en automático. Así como los censos de población que hace el Inegi, debería ser igual para las especies, eso sería otra cosa que nos gustaría, que no batallaran tanto, porque, si no los hacen ellos ¿quién?”, sostuvo.

Jaime agregó que además se busca hacer notar que el cambio puede iniciar mucho más cerca de lo que se piensa.

“Hacer algo en tu misma comunidad, parece que no, pero en realidad estás ayudando a otros lados, al cuidar el medio ambiente en Kino, estás ayudando a que las tortugas puedan desovar en Oaxaca, porque Kino no es un lugar de desove, pero las tortugas vienen aquí a descansar y a alimentarse; hay veces que con juntar tu basura es suficiente”, puntualizó Jaime.

Los encargados del proyecto buscan que el filme allegue recursos a los Becerra para que puedan proseguir con su labor. Cortesía: Jacalito Films
Los encargados del proyecto buscan que el filme allegue recursos a los Becerra para que puedan proseguir con su labor. Cortesía: Jacalito Films

Victoria narró que el nieto de Cosme y Mónica, de cuatro años, tiene una panga pequeña y que, con ella, pretende hacer su propio trabajo como tortuguero.

“El otro día, Mónica nos estaba contando que les pidió un chinchorro para sacar tortugas”, concluyó Victoria, conmovida, “él regaña a sus primitos si tiran basura y ahí anda en friega… Creo que Mónica y Cosme ya lo lograron, y de eso se trata”.

Por Astrid Arellano

Este reportaje se realizó y publicó en alianza colaborativa con Proyecto Puente.

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