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Sonora

Martín Matuz perdió su pierna derecha y sigue su sueño de motociclista en Hermosillo

Martín Matuz compartió sobre el accidente que sufrió y cómo ha salido adelante durante estos años

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Tuvo un fuerte accidente y le amputaron su pierna derecha. / Foto: Arturo Muro

Martín Matuz tiene una fascinación por las motocicletas desde que era niño. A sus 18 años de edad comenzó a trabajar en una reconocida cadena internacional de pizzerías donde se encargaba de entregar el producto hasta la puerta de cada hogar, lo que era para el joven un sueño hecho realidad, pues no sólo recorría Hermosillo, sino también se había cumplido algo que deseaba desde hace tiempo, trabajar a bordo de una moto. Sin embargo, la vida le tenía algo preparado.

“La gente que trabaja en moto sabe a lo que se atiene, aquí la carrocería es uno mismo, y como siempre me han gustado las motos desde chiquito, seguí trabajando en ella. A los 15 años me subí por primera vez en una moto, empecé a trabajar y ya no me bajé, me gustó ese ambiente y cuando cumplí los 18 años comencé a trabajar formalmente sobre la moto”, compartió en entrevista con El Sol de Hermosillo.

Pero, el 17 de julio del 2006, mientras se encontraba haciendo las entregas, sufrió un terrible accidente en el que casi perdía la vida; Martín luchó para mantenerse vivo y se recuperó, pero ahora, tenía que enfrentarse al día a día de forma distinta, ya que tenía que trabajar sin una extremidad de su cuerpo porque perdió la pierna derecha.

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“Me vi muy malo, pero me quedé. Cuando salí del hospital me incapacitaron por unos meses y después volví a trabajar, en la pizzería en la que estaba me acomodaron en la parte de la cocina, pero al tiempo me volví a subir a la moto”, manifestó.

El joven siempre tuvo el apoyo de su familia y amigos por lo que su accidente no fue impedimento para seguir adelante, es por ello que después de este hecho buscó un lugar donde adaptaran su moto porque quería continuar trabajando.

“Subirme a la moto me volvió a la vida otra vez, cuando terminé la incapacidad me metieron a la cocina, estuve de cocinero un tiempo y después encontré quien me hiciera la modificación de la moto y quedó muy rápido y me volví a subir, primero para calarla y luego le agarré el rollo”, explicó.

La moto está adaptada a su condición cuenta con la parte de los frenos, el acelerador y a palanca del lado contrario, trae un carro lateral donde coloca sus muletas, esto con la finalidad que pueda trabajar de una manera cómoda y más segura.

Martín señaló que cuando sus hijos eran pequeños preguntaban por qué su papá no tenía una pierna, a lo que les explicaba la razón por la cual había sido amputada, y que, a pesar de la situación nunca dejó de trabajar y cumplir sus sueños.

Después de haber trabajado durante cuatro años en el restaurante de comida rápida, decidió ir en busca de otro lugar, sin embargo las oportunidades eran muy pocas, hasta que se encontró con la pizzería Rafaello’s ubicada en la colonia Bugambilias donde se le dio la oportunidad en el año 2010.

“Cuando me salí de trabajar de donde me accidenté batallé para encontrar otro trabajo porque hay mucha discriminación en todos lados, hasta que llegué a la pizzería y me dieron trabajo, ahí me encontré a otros compañeros, ellos hacían muy buenos comentarios de mi trabajo, ahora trabajo muy a gusto y me siento feliz”, expresó.

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A pesar de la difícil situación por la que pasó Martín, nunca tuvo miedo de intentar subirse a una motocicleta por lo que actualmente pertenece a un Club de Motociclistas de la ciudad de Hermosillo en el cual menciona se siente feliz por ser parte del grupo.

“Mi familia fue mi gran motivación porque el accidente estuvo feo, perdí la pierna, casi perdía la vida y después de todo lo que pasé tenía que echarle ganas, la vida hay que vivirla como venga, por algo estamos aquí, ahora hay que echarle ganas y motivarse por los hijos, hay que disfrutar la familia porque ahorita estamos, mañana quién sabe”, concluyó.

Nancy Álvarez |Organización Editorial Mexicana

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