El Congreso de la Unión y AMLO aceleran la reducción de jornadas de trabajo por ser un año electoral: Santamarina y Steta

En febrero próximo, el Congreso de la Unión retomará el tema de reducción de jornadas de trabajo como uno de los últimos pendientes del periodo legislativo bajo el mandato del presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque ambos poderes quieren migrar de 48 a 40 horas laborales en forma directa, particularmente, “porque 2024 es un año electoral”, expuso Santamarina y Steta.

“Una de las más importantes será la gradualidad. Hay un consenso de que va a ocurrir. Lo importante es cómo va a darse. Eso incluye numerosas variables. Vamos a ver muchos pronunciamientos, tanto del sector empresarial, como de legisladores y especialistas”, dijo Francisco Udave, socio experto en derecho laboral de la firma legal.

Sin embargo, aclaró que la iniciativa no se refiere a la reducción de horas, sino de días pasando de un día a dos de descanso semanal obligatorio.

Lee: Estas son las ventajas y oportunidades de la jornada laboral de 40 horas

“El punto de debate es la preferencia del sector empresarial para reducir el máximo de horas semanales gradualmente. Por ejemplo, 46 horas como máximo en 2025, 44 horas en 2026, 42 en 2027 y 40 en 2028. Mientras, el gobierno y el Congreso quieren acelerar las cosas y cancelar un día de trabajo, lo que implica migrar de 48 a 40 en forma directa. Particularmente, porque 2024 es un año electoral”, detalló.

Indicó que, aunque hay industrias que podrán hacerlo con cierta facilidad, como el sector financiero, de oficinas y de servicios profesionales, hay otras como la manufacturera, minera, química, petroquímica y de construcción que requerirán hacer modificaciones estructurales muy grandes y profundas para lograrlo.

El especialista resaltó que conforme pasan los días, la reducción de jornadas no se ha hecho efectiva a partir de los primeros días de enero, por lo que “podemos pensar que, en un escenario de presión, la fecha fatal sería a partir del 1 de enero de 2025”.

Expuso que las industrias con más complicaciones tendrán que avanzar lo más posible con proyecciones y cambios, además de estar muy al pendiente de cualquier señal del poder legislativo en las próximas semanas.

Francisco Udave consideró que muchos sectores industriales no podrían cambiar sus procesos a mediados de año sin afectar sus proyecciones de producción, porque tienen una planeación muy detallada de las piezas van a fabricar cada mes, semana y día y hasta el cierre del año.

Señaló que más allá de las particularidades y procesos industriales específicos de México, la tendencia mundial hacia la reducción de jornadas de trabajo es de 40 horas a la semana, mismas que están dictaminadas en la Constitución de 1917, desde hace 107 años.

Otro aspecto importante que mencionó el especialista es que este ajuste de horarios no implica una reducción de salarios, lo que consideró benéfico para los trabajadores, pues incluso, puede significar mayores ingresos, porque las horas adicionales que requiera la empresa pudieran representar horas extras, mejor pagadas.

Lee: Por reducción de jornada laboral, se requerirán 15% más empleados: Susana Prieto Terrazas

“Eso es muy bueno como medida de justicia social, pero tendría que resultar en mayor productividad, a fin de que la medida resulte efectiva, duradera y no termine en el cierre de fábricas”, concluyó el especialista de Santamarina y Steta.