La Montaña: Los Espíritus y su blues del siglo 21

Desde el centro de Buenos Aires, en el barrio de La Paternal, surge una de las bandas de la nación de la plata más interesantes de la última década. Un grupo alejado de esa tendencia local de buscar la casi clonación del sonido de Soda Stereo y las facetas distintas de Gustavo Cerati, para refrescar nuestros oídos con los tonos previos a los años de la guerra de Las Malvinas.

Hay ocasiones en que a los fans y a la industria musical latinoamericana se les olvida que en Argentina se hace buen blues, que desde los sesenta están experimentando en el rock, y que existen en su haber los legendarios nombres de Pappo, Luis Alberto Spinetta, Charly García o Litto Nebia como parte de esas raíces.

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Es común ver por decenas de miles a fanáticos de Los Caligaris, Los Fabulosos Cadillacs o los ya mencionados Soda Stereo, pero Los Espíritus, nuestra banda en referencia, con su nombre esotérico y místico, a lo largo de esta última década se han enfocado en continuar esa otra faceta del rock argentino que también tiene muchos seguidores en países como México.

Hablamos con Maxi Prietto, líder y frontman de Los Espíritus bajo el pretexto de su más reciente disco, La Montaña, de lo que él llama “desinteligencia artificial” y de las ocho presentaciones con las que cierran este 2023 en México, entre otros temas.

¿Podría decirse que su nuevo disco, La Montaña, es un disco conceptual?

Bueno, es un disco que no se pensó como un trabajo conceptual, aunque sí se pensó en un período donde escuchamos ciertos géneros musicales, es un trabajo de banda (de conjunto), en cuanto a cómo interpretar los temas, cómo idearlos y cómo dejar los silencios. Las letras al crearlas en una especie de “seguidillas” quedaron bastante relacionadas entre sí.

Como escucha, me pasa que al oírlo hay una cierta conexión… Estamos muy contentos con este nuevo disco, primero que nada con todo el proceso que tuvo, desde los ensayos, la concepción y la grabación. Lo hicimos en los estudios ION con Mario Breuer y después lo mezcló Joe Blaney en Nueva York.

En este disco hay una especie de suite blues en la segunda parte del álbum que parece distópica, robótica, como un blues del siglo 21. ¿Cuál fue su inspiración para obtener esa atmósfera y sonido?

La canción de la que hablas es “Directo al hueso”, que es un blues oscuro y denso. El blues tiene una historia y tratamos de darle una vueltita de tuerca, para ver cómo podíamos encararlo desde una óptica distinta, nueva para nosotros.

Para este tema en particular trabajamos la base, el tempo muy lento. Trabajamos con el silencio. Teníamos dos invitados: Mark Ribot (guitarrista de Tom Waits), que hace el solo y unos arreglos, y Dana Colley saxofonista barítono de Morphine, que es un grupo que nos inspira mucho y nos encanta.

La Montaña, su sexto álbum, es un disco muy complejo musicalmente hablando, donde Los Espíritus encuentran una puerta a la renovación, sin perder su esencia. En este lanzamiento se dan chanza para la experimentación (“Directo al hueso”); lo popular, lo que suena (“Funeral”); para lo cotidiano, lo verdaderamente urbano (“ya no quedan restos del amor de verano…” cantan en “La Fuerza”); para lo espiritual, eso que los delata y los hace favoritos de aquellos que gustan de grandes como Mahavishnu, por ejemplo (“La Montaña”).

El equipo que han juntado Los Espíritus para este nuevo álbum es de primera. Para empezar Mario Breuer, quien ha sido responsable de muchas de las producciones del rock argentino de los años ochenta para acá, y Joe Blaney, quien ha trabajado con The Clash y el mismísimo Charly García en su disco de 1987 Parte de la Religión, de donde se extrae su superéxito “No voy en tren”.

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Ahora cierran el año en México con una gira de ocho fechas.

Sí, pasamos por Monterrey, Tijuana, Hermosillo, Ciudad Juárez, Ciudad de México, Guadalajara, Xalapa y Puebla, para luego volver a Buenos Aires para tocar por vez primera (en Argentina), La Montaña completo, ahí cerramos nuestra gira de este año en el micro estadio Ferrocarril Oeste.

Retomando lo de los sonidos futuristas y lo distópico en su nuevo disco, ¿qué piensas del uso de la Inteligencia Artificial en la música y en las artes en general?

Es muy difícil para una persona que se dedica a programar, que deje de evolucionar. No se a donde va a terminar… en principio la gente se espantaba por una computadora, son cosas que van pasando… hay música que escucho, digamos, en la vía pública que cumplen ciertos parámetros que parecen haber sido hechos por una “desinteligencia artificial” (risas).

“Si el disco La Montaña se pudiera hacer por IA, igual no contrataríamos a nadie para que lo hiciera, porque a nosotros nos gustaría hacerlo. No entiendo la vida más que a los seres humanos en un planeta tratando de pasar la vida bien, y la música forma parte de eso”, remata.

Siempre quise preguntarles, ¿qué influencias musicales los mueven como banda?

Nos gustan mucho el blues y las raíces del blues. Digamos, el blues estadounidense de artistas como John Lee Hooker, Moody Waters, Howlin’ Wolf. También nos gusta Ali Farka Touré, que es un guitarrista de la cuna del blues pero en el continente africano, esa música es espiritual, lo que hemos escuchado en los últimos tiempos, junto con artistas como Ebo Taylor o Pat Thomas…

Culturalmente acá (en Argentina), nosotros crecimos escuchando a Pappo’s Blues, Pescado Rabioso, Almendra, los grandes músicos argentinos como Charly García, Spinetta, Andrés Calamaro, la otra vez tuvimos la suerte de compartir un show con él, en el Cordillera… son los que nos influencian y nos motivan para seguir mejorando.

Los Espíritus somos una banda que le gusta el blues, la psicodelia, el jazz, el tango, la música cubana, nos gusta muchísima música y por ahí se va filtrado algo”.

Durante estos días, los fanáticos mexicanos podrán disfrutar del nuevo material de Los Espíritus, quienes tocarán por vez primera y antes que en su tierra natal su nuevo disco, La Montaña, concretamente este fin de semana en las ciudades de Guadalajara, Xalapa y Puebla.

Francisco Hernández Ramos | El Sol de México

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