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Alex Anwandter cuenta en un nuevo álbum sus más difíciles experiencias de vida

Alex Anwndter dice que en esta nueva creación logra ser él mismo.

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Alex Anwandter cuenta en su nuevo álbum sus más difíciles experiencias de vida

Como una confesión personal en la que narra sus más difíciles experiencias de vida, es como Alex Anwandter define su reciente producción musical, en donde el público se convierte en ese amigo cercano dispuesto a escuchar y entender cada uno de los sucesos que marcaron su pasado.

En esta nueva creación, dice, logra ser él mismo, sin importar si su música agrada más a uno que a otros y en cada tema invita a la sociedad a vivir sin límites, en completa libertad y a mantener la búsqueda constante por el placer.

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“Una de las cosas más importantes cuando uno hace música bailable es ponerse a bailar al mismo tiempo que la crea, porque si no bailas tú mismo, el público no lo hará. Mi disco se trata de eso, de entregarse al placer, no me siento culpable por generar placer”, dice Alex en entrevista exclusiva.

A lo largo de 13 intensos años, el compositorcantanteproductor y director chileno, ha logrado entender cuáles son sus objetivos y desafíos en lo profesional. “Mi reto como artista es ser lo más único y auténtico que pueda; y en ese sentido no siento estar compitiendo con otra gente en cuestión de estilos o géneros musicales, es la gracia del arte que te permite ser tú mismo y eso está bien, puede que le guste más unos que a otros, pero está bueno ser uno mismo”.

En cada uno de sus más de siete álbumes ha expresado su forma de entender el mundo. El último lleva por título El diablo en el cuerpo, una colección de 16 canciones pop.

Lanzado en mayo de 2023, y producido por el propio Alex Anwandter, el álbum cuenta con las colaboraciones de BuscabullaJaviera Mena, Julieta Venegas y Christina Rosenvinge.

Trabajo con gente con la que me llevo bien, es muy difícil ponerse a discutir por una canción con alguien que te cae bien, que es tu amigo, no nos vamos a pelear por un acorde, es muy entretenido trabajar con otros músicos, enriquece lo que uno hace”, asegura.

Cuenta que en el caso de Julieta Venegas, “nos conocemos hace muchos años y la admiro mucho como artista y como compositora, trabajar juntos fue una experiencia increíble, fue muy fácil porque nos llevamos muy bien. Hace algún tiempo me buscó para producir un disco suyo que presentará por estas fechas en las que podremos coincidir durante mi gira por México. Ella confió en mi trabajo, supongo que le gusta mucho lo que hago”.

El artista afirma que su música no va dirigida a una clase de público en especial y la considera universal.

“Hay una cosa que me gusta mucho de mi público y es que es más transversal, hay desde niños, adolescentes, hasta señoras de 50 y eso me gusta mucho porque siento que mi música no se trata de algo para un público en específico sino universal”.

Cada uno de los temas de su autoría toca sus fibras más profundas, como es el caso de Maricoteca, que reconstruye sus vivencias como Queer en una declaración de amor complementada por un video que recrea las discotecas de los años 80. Por otro lado, Pueblo fantasma, cuenta la muerte de un amigo cercano, derivada de complicaciones con el VIH.

Al ser un álbum de 16 canciones, el compositor explica que la intención es que la gente aprecie lo que hace y que se tome el tiempo suficiente de escuchar con calma cada letra.

“Es un disco doble. Me gusta confiar en el público y saber que está dispuesto a examinar con atención lo que uno quiere decir; no estoy intentando hacer lo que está más de moda o que sea de duración más larga. Ahora he visto que hacen canciones muy cortas de no más de dos minutos, las mías son más largas no de siete minutos como lo hacían en los años 80, pero más extensas”.

Su padre era músico, así que el talento lo lleva en la sangre, pero hay otros personajes de los que ha tomado algo y que lo inspiran para crear su arte. “Me inspiro bastante en ciertos artistas con voz fuerte y en su idiosincrasia, como David Bowie, pero algo que me encanta de Latinoamérica es la influencia de Juan Gabriel que es de mis cantantes y compositores favoritos, e intento que fluyan en mí estas influencias y esa esencia única que tenemos como latinoamericanos”.

El artista y la persona

Anwandter es un hombre de pocas palabras y así es su personalidad, de la cual, confiesa, surge cierta timidez, pero detrás de ésta existe otra forma de ser que explota al estar sobre un escenario, y que incluso, dice, llega a confundir a su gente más cercana.

“La gran diferencia entre yo artista y yo persona, es que en la vida normal soy bastante tímido y en el escenario tengo un botoncito en la espalda que cuando se aprieta, me convierte en una persona muy extrovertida y muy dramática, completamente entregado… bailo mucho, la gente que me conoce piensa que estoy siendo mala onda, porque en persona no digo nada y estando en el escenario soy como otra persona”.

A él, la fama no le preocupa, sin embargo, prefiere estar lejos del ojo público para pasar desapercibido y mantener su vida tranquila. “No me da miedo la fama y no me interesa tenerla. No soy superfamoso, soy un poco famoso y lo poco que soy siento que no tiene nada que ver con mi personalidad.

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“Hace cuatro años que vivo en Nueva York y seis en Estados Unidos y parte de lo que disfruto de estar allá es que puedo ser mucho más anónimo que en mi ciudad o en otras ciudades donde se escucha más mi música. Siento que mi ego no está apuntando hacia allá, estoy creando algo que es sincero, que me conecte con la gente y se me muero y me recuerdan que bien y si no también, no pasa nada”.

Actualmente vive en Nueva York con su pareja, un mexicano nacionalizado estadounidense. “Estoy casado con un mexicano y gringo al mismo tiempo; él creció en Baja California“.

“Para mí el amor es bueno pero complicado, opino que hay que hacer lo que a uno le haga feliz, no estoy en contra de nada, ni del poliamor, ni de la monogamia, bueno… en contra de la monogamia un poco en contra, pero ciertamente no es para todo el mundo y no está bueno que se considere como una regla en absolutamente todas las relaciones, pero hay gente a la que le funciona y está perfecto”.

En el tema de derechos de la comunidad LGBTQ+ asegura que no hay nada actualmente que celebrar, puesto que esta continúa siendo agredida en casi todo el mundo, por lo que la lucha continúa.

“Aún siguen habiendo episodios muy violentos en todo el mundo contra la comunidad LGBTQ+ hasta en los países más avanzados como Estados Unidos, o en Argentina que están más abiertos en este tema. Actualmente hay demasiados crímenes de odio en todos lados, entonces ¿cómo le explicas a alguien que sufre un crimen de odio, que estamos avanzando si no es así? Y lo único que puedo decir es que no vamos a estar bien hasta que estemos todos bien”.

Otra de sus pasiones, el cine

Al componer sus canciones proyecta sentimientos que dan paso a historias tan interesantes, que incluso, le gustaría llevarlas a la pantalla grande.

“Me gusta mucho el cine, hice un largometraje hace algunos años y me gustaría hacer algo más, es mi sueño dedicarme más a eso. Me gustaría crear historias parecidas a las que hay en mi música, las cuales se basan en cuestiones sentimentales que se conectan con lo social, pero lo lindo del cine es que te permite explayarte en dos horas, a diferencia de los tres minutos que dura una canción. Es un lenguaje muy distinto pero el cine lo encuentro muy interesante”.

Sobre su gira que inicia el 9 de noviembre en la Sala Forum de Puebla, el 11 del mismo mes en el Café Iguana de Monterrey y al día siguiente en Foro Indie Rocks de Ciudad de México dice: “Para presentar el disco que salió en mayo de este año, no quería que fuera otro país más que en México. Tengo muy buena relación con México, algunos de mis mejores amigos son mexicanos.

“Me gusta mucho la idiosincrasia de los mexicanos, la literatura, la música, el sentido del humor, la comida… es un país increíble”.

Gerardo León | El Sol de México

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