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Los huevos de tortuga en la costa michoacana están a merced del mercado negro

Hay 27 campamentos de conservación de distintas especies de tortuga

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MORELIA, Michoacán. Don Alonso Ramírez Galeana, representante del Campamento Tortuguero de El Habillal ubicado en Lázaro Cárdenas, asegura que el principal depredador de la tortuga es el humano, porque a diario son hurtados alrededor de 10 nidos donde se cuidan los huevos.

Dice que hacen falta estrategias de seguridad por parte de las autoridades para preservar a las tortugas que están expuestas a gente con problemas de drogadicción que buscan lucrar con ellas, a las aves de rapiña y a la pesca irresponsable.

Los surcos en la arena son grandes. La cuatrimoto que se pasea a lo largo de la playa lleva a bordo a tres hombres que aluzan de forma tétrica las dunas, sin embargo, no es suficiente.

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Si la gente es sorprendida se levanta una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente (Profepa), pero solo si reincide puede alcanzar una condena de nueve años de prisión.

La mayoría de saqueadores o “hueveros” son personas que consumen drogas y alcohol, mismas que llegan a vender en 500 pesos a una tortuga y 25 pesos la docena de huevos.

Durante la temporada de desove que comprende de agosto a octubre, en El Habillal, son hurtados hasta 900 huevos cada noche, tomando en cuenta que la tortuga Golfina llega a poner de 90 a 150 huevos en un nido.

A lo largo de los 213 kilómetros que comprende la franja costera en Michoacán, se encuentran instalados 27 campamentos para la conservación de las distintas especies de tortuga, distribuidos en los municipios de Aquila, Coahuayana y Lázaro Cárdenas.

La tortuga Golfina tiene como favorita la zona del puerto donde hay 10 albergues; tan solo en El Habillal en los últimos dos meses han recuperado mil 200 nidos, de acuerdo al representante.

En la década de los 80 hubo una franquicia que permitió cazar a las tortugas, había rastros, hacían embutidos con la carne y la exportaban a China, luego la declararon en peligro de extinción y desde 1991 se implementaron los campamentos de huevos en todo el mundo para tratar de rescatar, conservar y aumentar la población.

Sin embargo, otro de los problemas para la conservación es la baja tasa de supervivencia de las tortugas. En el caso de la Golfina, una de las siete especies que habitan en el mundo y pese a que su anidación es masiva, se encuentra en peligro de extinción. Ramírez Galeana apunta que de cada mil ejemplares, solo el 10 por ciento llega a la etapa adulta.

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La ola de humedad recorre la zona. El cielo es alumbrado por una luna brillante que de vez en vez se esconde tras las nubes. En ese momento, la tortuga se aventura y sale del mar para hacer su majada o cama sobre la arena con sus aletas traseras. Escarba un hoyo de 45 centímetros que sirve como cámara de incubación, luego viene el parto, o desove que dura aproximadamente 40 minutos.

Los integrantes del campamento acuden al lugar para auxiliar a la tortuga. Aluzan al ovíparo con una luz roja para evitar perturbarla. Una vez que culmina, la tortuga vuelve al mar y se pierde entre las olas.

Sin embargo, los encargados de El Habillal cavan y extraen los huevos de tortuga para reubicarlos en el corral de incubación. Su periodo de gestación es de 45 días y si tardan en salir deben ser liberadas lo más pronto posible, pues cuenta con una reserva de alimento de 72 horas.

Alonso Ramírez asegura que los campamentos sí sirven y la cantidad de huevos que eclosionan son prueba de ello. Hace ocho años, cuando comenzaron las labores en la zona registraron durante la temporada 400 nidos, pero actualmente tienen una marca de mil 957 que fueron recolectados el año pasado. En este 2023 van mil 270 nidos reubicados y 300 eclosionados.

Otras especies que arriban a la costa michoacana son la tortuga Negra, y Laúd aunque en diferentes temporadas. Éstas ayudan a equilibrar el ecosistema marino, sin embargo, son víctimas de otro factor: la basura como el plástico, pues al confundirlo con medusas mueren asfixiadas.

Para habilitar un campamento de tortugas, debe acatar la Norma Oficial Mexicana NOM-162 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y contar con la credencialización que corresponde, pues de lo contrario se estaría infringiendo en el tráfico de huevos y operación ilegal, cuyas sanciones van desde multas hasta caer preso.

El Habillal, necesita al año 300 mil pesos para cubrir los gastos de operación, sin embargo, poco recurso ha llegado por parte del gobierno, lo que impide o retrasa la investigación, estrategias de vigilancia, equipos especiales para incubar, atención a las tortugas por lesiones, cámaras infrarrojas y gasolina para patrullar.

Don Alonso se prepara, está entusiasmado, ayuda a liberar a más de mil tortugas antes de que se oculte el sol. Las pequeñas crías avanzan con el mismo ímpetu que el representante hasta que sus pequeñas aletas sienten el agua y se dejan llevar hasta perderse en la inmensidad del océano…

Gabriela Serralde | El Sol de Morelia

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