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La Opinión

Los migrantes son la bandera electoral para bien o para mal en Estados Unidos

Estados Unidos puede perder unos 22 mil trabajadores cada mes durante dos años si el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia

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El gobernador de Texas, el republicano Greg Abbott, inició con una campaña agresiva en contra del gobierno del presidente de Estados Unidos, el demócrata Joe Biden, al mandar a cientos de migrantes en camiones a Washington y Nueva York, bajo la justificación de que el problema de la migración debe repartirse entre todos los estados de la Unión Americana debido a su complejidad.

El republicano se ha convertido en un férreo defensor de las políticas antiinmigración del expresidente Donald Trump (2017-2021). Entre otras medidas, quería expandir la construcción del muro que separa a Estados Unidos de Latinoamérica o dejar de manera permanente el Título 42, utilizado para deportar de manera inmediata a los indocumentados a México por razones sanitarias.

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Por su puesto, que esa medida tiene una alta carga política de cara a las elecciones del próximo noviembre, sus resultados darán la pauta en las presidenciales de 2024, donde es cada vez más previsible que el expresidente Trump se postule para retomar el control de la Casa Blanca y, dicho sea de paso, tiene altas posibilidades de ganar ante la debilidad del gobierno de Biden.

Sólo para darnos una idea, el viaje desde Texas hasta Nueva York dura 36 horas, y hasta tres días para ir a Washington. Trabajadores del Departamento de Servicios Sociales neoyorquino han reportado que muchos de los trasladados llegan con hambre y sed, pues el autobús no hace casi escalas en su trayecto. Muchos presentan cuadros de fiebre e incluso Covid-19.

Pero eso poco importa a los intereses políticos de republicanos y demócratas, Estados Unidos está echado para adelante en una precampaña electoral que avizora una lucha encarnizada y que va a tomar todos los recursos políticos o no para levantarse con el triunfo legislativo en noviembre; la verdad el tema migratorio siempre ha sido muy socorrido para los republicanos y en esta ocasión no es la excepción.

Más aún, la vicegobernadora de Florida, Jeanette Núñez, tiene en el radar enviar migrantes al estado de Delaware, siguiendo el ejemplo de otros estados conservadores como Texas y Arizona, que han estado transportando, como ya señalé, a indocumentados a Washington y Nueva York.

Núñez advirtió a una emisora hispana que el gobernador Ron DeSantis no se iba a “quedar de brazos cruzados” y “los va a enviar francamente a Delaware, el estado del presidente” Biden, es claro que la ofensiva opositora se está compactando en un sólo bloque. También es real que muchos republicanos no comulgan con las ideas y posturas radicales de Trump, pero su fuerza popular los puede regresar a tomar el control.

Pero la guerra por el liderazgo en el Congreso puede generar un hueco muy peligroso para la economía estadounidense, sobre todo, en estos momentos que la inflación ha tomado tintes dramáticos en el Mundo, incluido Estados Unidos, dentro de esa lucha pueden perder mano de obra calificada, de esa que le gusta al magnate republicano.

Estados Unidos puede perder unos 22 mil trabajadores cada mes durante dos años si el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), impulsada por el presidente Barak Obama, es calificado como ilegal por las cortes en el país, advirtió un informe de FWD.us al que Efe tuvo acceso anticipado.

El nuevo reporte señala que Texas y California son los dos estados que verán una mayor reducción en su fuerza laboral, ya que alojan a un gran porcentaje de beneficiarios del programa que ofrece un permiso de trabajo y protección contra la deportación a más de medio millón de migrantes.

Esos puestos de trabajo, tanto de dreamers como de indocumentados, no se pueden sustituir de la noche a la mañana, pero parece que los republicanos están dispuestos a asumir el riesgo que puede poner a Estados Unidos en un bache económico más profundo, que por supuesto también tendría implicaciones para nuestro país.

No hay que olvidar que nuestra economía ha tenido un buen respaldo con el alto número de remesas que llegan casi en su totalidad de Estados Unidos, pero eso es lo que menos le importa a los republicanos, pese a que el gobierno de Trump tuvo una buena relación con el gobierno de nuestro actual Presidente.

Del lado demócrata, no es que todo sea miel sobre hojuelas, precisamente la Casa Blanca presionó al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) para que deportara más migrantes en situación irregular en medio de una creciente presión política sobre la crisis fronteriza, según el diario LA Times.

El diario californiano afirmó que la administración Biden se encuentra en una de las crisis más severas en la frontera sur de Estados Unidos, en la cual han sido localizados cerca de 200 mil migrantes cada mes desde marzo.

El asunto es que mientras más se acerca noviembre, las cosas para los migrantes en Estados Unidos no pintan nada bien, la cacería de indocumentados va a aumentar y no hay que olvidar que muchos solicitantes de asilo tienen un celular que los está monitoreando a toda hora a ellos y sus cercanos, esos da la pauta para iniciar deportaciones masivas.Es muy posible que Biden se vea obligado a apretar su política migratoria, pero la pregunta es si no será contraproducente radicalizarse a cuatro meses de la contienda electoral, lo que sí es seguro es que los demócratas no van a bajar la guardia a ellos ya les está dando resultado su postura. O usted ¿qué cree?

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