México viola el T-MEC con la contratación de médicos cubanos

El Congreso de los Estados Unidos considera que la contratación de médicos cubanos por el gobierno de México, encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, es una violación al Tratado de México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). 

“El uso oficial de personal médico extranjero cubano por parte de México viola las disposiciones laborales y contra la trata de personas del Capítulo 23 del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)”, dice una documento al que tuvo acceso Cobertura 360.

En una carta a Samantha Tate, Jefa de División de Supervisión y Cumplimiento del T-MEC, el Congreso de Estados Unidos pide una una investigación formal sobre la cooperación de México con el régimen cubano en la promoción de la trata de personas. 

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“Por lo tanto, creemos que este esquema de tráfico debe ser examinado para mantener la integridad de este acuerdo histórico”, dice el documento del Congreso de Estados Unidos.

Según el Departamento de Estado de Estados Unidos, las misiones médicas internacionales de Cuba son una forma de trata de personas y esclavitud moderna.

Cuba ocupa actualmente el nivel 3 en el Informe sobre la trata de personas de 2021 del Departamento de Estado, la clasificación más baja posible reservada para aquellos países que violan los acuerdos internacionales de trata sin intención de mejorar. 

“Este informe cita explícitamente la exportación de trabajos forzados por parte del régimen cubano a través de acuerdos de intercambio de profesionales médicos como una violación de las normas de trata. A los médicos cubanos se les paga centavos en comparación con los médicos de cualquier otro país, se les obliga a firmar contratos en contra de su voluntad y sus familias pueden correr peligro si no cumplen”, dice el docmumento.

El T-MEC es el estándar de oro entre los acuerdos comerciales y tiene disposiciones sólidas para defender los estándares laborales y los derechos humanos. 

Específicamente, el Capítulo 23- (Laboral) del acuerdo cita directamente “combatir el trabajo forzoso y la trata de personas” como un área en la que las partes deben participar, cooperar y responsabilizarse mutuamente. También señala que las partes, incluido Estados Unidos y México, “reconocen el objetivo de eliminar toda forma de trabajo forzoso u obligatorio” y “prohibirán la importación a su territorio de bienes” producidos con trabajo forzoso, y que estas partes “establecerán cooperación para la identificación y movimiento de bienes producidos por trabajos forzados”. 

Para el Congreso de Estados Unidos, estas disposiciones deben aplicarse rigurosamente para garantizar que Estados Unidos respete nuestra parte de este acuerdo y las normas de derechos humanos.

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