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La Opinión

La alianza Anti-AMLO en la legislatura del Estado de México

El Pacto Anti-AMLO busca arrebatar las comisiones de mayor importancia al Grupo Parlamentario de Morena en el Estado de México

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En la presente Legislatura del Estado de México se está gestando un pacto Anti-
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y su movimiento de la Cuarta Transformación.

Ese frente es encabezado por el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo, o al menos eso indica el comportamiento y las medidas que está tomando el grupo parlamentario del PRI, sus aliados históricos desde el “Pacto por México: PAN, PRD y sus pares: MC y PVEM.

Contrario a lo que marca la democracia parlamentaria y el espíritu republicano que de ella emana, el PRI-PAN y sus aliados, han creado una mayoría artificial que viola la voluntad popular del pueblo mexiquense, surgido a raíz de las pasadas elecciones del 6 de junio.

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Con este “Pacto Anti-AMLO” liderado por el gobernador del Estado de México, los coordinadores parlamentarios, Elías Rescala y Enrique Vargas del bloque opositor, buscan violentar la Ley Orgánica del Poder Legislativo del Estado Libre y
Soberano de México.

Tal ley establece en su artículo 69 que la asignación de presidencias de las comisiones legislativas y comités debe estar integrada por Grupos Parlamentarios preservando la pluralidad y proporcionalidad en ellas.

Bajo una argucia legal, el Pacto Anti-AMLO busca arrebatar las comisiones de mayor importancia al Grupo Parlamentario de Morena, aduciendo que se cumple con el número de comisiones correspondientes a cada fuerza política, pero dejando de lado la importancia que cada comisión representa.

Por primera vez en más de 15 años, el Gobernador busca a toda costa que sea su partido político quien presida la Comisión de Vigilancia del Órgano Superior de Fiscalización, una Comisión que por su propia naturaleza no puede ser presidida por el partido político que gobierna, es decir, no puede ser juez y parte.

A pesar de que Morena tiene mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, la comisión de vigilancia la presidirá un partido distinto al del gobierno, dando pie en todo momento a la participación de las distintas fuerzas. El gobernador del Estado de México debe emular al presidente de la República.

Otro claro ejemplo que revela el atropello a la democracia parlamentaria, es dejar
sin ninguna representación al Grupo Parlamentario de Morena, en las mesas
directivas de las comisiones, principalmente de Seguridad pública y Tránsito,
Trabajo Previsión y Seguridad Social, Finanzas Públicas y Vigilancia del Órgano
Superior de Fiscalización.

La actitud antidemocrática del gobernador del Estado de México contrasta con sus discursos, mientras no repara en mencionar su gran colaboración con la cuarta transformación, en los hechos ha comenzado una estrategia política para minarla.

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El proyecto circulado para la integración de las comisiones, rompería con el espíritu republicano y democrático en la LXI Legislatura ¿Por qué? El Grupo Parlamentario de Morena se encuentra representado por 29 legisladores, es decir el 40 por ciento del total de la asamblea.

Dicha representación no se pacto en un escritorio, por el contrario, representa la voluntad del pueblo y nos legitima como primera fuerza política del Estado de México con más de 2 millones de votos.

El PRI representa 29 por ciento del total de la asamblea con poco más de 1.7 millones de votos; mientras el PAN con menos de un millón de votos representa tan solo el 14 por ciento del total de la Legislatura.

Permitir que un grupo parlamentario que representa tan solo 14 por ciento de la legislatura, lidere las comisiones de mayor relevancia por encima de un grupo de 29 legisladores, es violar el espíritu de la ley y omitir la voluntad popular de los mexiquenses.

El Pacto Anti-AMLO curiosamente toma poder mientras el Gobierno Federal muestra altura de miras y de colaboración democrática. Durante su 4º informe de gobierno, el gobernador del Estado de México contó con la presencia institucional de las más altas autoridades del gobierno de México, mientras recibía un trato de olvido de su propio partido.

Rousseau argumentó que la democracia republicana no puede reducirse a un método político, es decir, no depende solo de la conservación y reproducción de las condiciones del equilibrio político, ni es solo el resultado exitoso de pactos políticos y sociales. Requiere de la constitución y desarrollo de una cultura democrática.

Por ello la importancia de que lo sucederá en los próximos días en la LXI Legislatura, o vamos a la construcción de una democracia republicana respetando la voluntad popular de los mexiquenses o el retorno de la viejas prácticas antidemocráticas.

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