Baja California está en quiebra por culpa de políticos del PAN: Amador Rodríguez

Amador Rodríguez Lozano, secretario General de Gobierno de Baja California, aseguró que  los gobiernos emanados del Partido Acción Nacional  (PAN) dejaron un Estado quebrado. 

“Entre más les buscamos más encontramos; hay una deuda de más de 32 mil millones de pesos, dejaron vehículos inservibles, equipo de cómputo obsoleto, y un sinfín de proveedores a los que no se les pagaba, pero sobre todo pagos pendientes en medicinas poniendo en peligro la salud de miles de personas”, dijo el funcionario del gobierno de Jaime Bonilla Valdez.

La administración encabezada por el senador de Morena con licencia ha actuado en responsabilidad al incrementar algunos impuestos, que no afectan al bolsillo de los ciudadanos, como el impuesto a los casinos.

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Los casinos en todos los estados pagan 900 millones de pesos al año, pero en Baja California con la complacencia de los gobierno del PAN solo pagaban 200 millones al año, recordó Rodríguez Lozano.

El funcionario manifestó que en momentos de crisis los grandes empresarios tienen que participar en el progreso y desarrollo del estado, ya que los moteles, los gasolineros y la industria del gas  genera 700 millones de dólares al año en ganancias.

“Por qué el dirigente Antonio López Merino, presidente del PAN en Mexicali, o su jefe Enrique Méndez no alzaron la voz cuando el gobierno de su amigo Francisco Kiko Vega se robó esas enormes cantidades de dinero y no le pagaba a los maestros, no pagaban las medicinas o cuando no daban el pago a los jubilados y pensionados”, comentó.

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Fue una total incongruencia de los dirigentes del PAN, quienes prefirieron callar ante los malos manejos del ex gobernador de Baja California, manifestó Rodríguez Lozano, quien recodó que la manutención a la infraestructura estratégica fue mínima.

A la red de agua potable Río Colorado – Tijuana, que estaba a punto de colapsar por falta de mantenimiento, se están modernizando las bombas que no habían sido cambiadas en más de 30 años con lo que el actual gobierno estatal garantizará el suministro del agua a los bajacalifornianos durante las próximas décadas.