Las reservas naturales de Cuba son los atractivos turísticos para la recuperación del sector en la isla

CIÉNAGA DE ZAPATA, Cuba. La isla de Cuba tiene ansiados destinos de sol y playa con los que compite en la región caribeña, pero también posee reservas naturales que son destinos muy demandados por los turistas internacionales, como la Ciénega de Zapata.

Este sitio ubicado en la occidental provincia de Matanzas, a unos 200 kilómetros de La Habana, es considerado el mayor y mejor conservado humedal del Caribe insular.

En este sistema natural, el Criadero de Cocodrilos es una de las principales atracciones para los visitantes foráneos y locales, pues desde hace más de medio siglo, el centro trabaja en la conservación del “Crocodylus rhombifer” o cocodrilo cubano, amenazado de extinción.

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“Este es un lugar muy importante para el desarrollo del turismo en el territorio”, dijo a Xinhua Nadiezda Santamaría, directora del complejo turístico Boca Guamá, perteneciente al Grupo Hotelero Cubanacan, y en el cual está enclavado el criadero.

Santamaría explicó que uno de los principales objetivos del país para la recuperación de su industria del ocio es desarrollar productos que estén en armonía con la naturaleza y con el entorno.

“Aquí el cliente conoce sobre el cocodrilo cubano, que es endémico de la Ciénaga de Zapata y a la vez estamos contribuyendo a sustentar el futuro de la especie”, aseguró la funcionaria.

La conservación de la especie exclusiva de este humedal es prioridad para los científicos y las autoridades, en primer lugar, por su importancia ecológica, y también porque deviene atractivo turístico.

“Se trata de aprovechar, a la par de proteger, el entorno”, comentó Santamaría mientras guiaba un recorrido por el criadero, que cada día recibe visitas de varios grupos de turistas extranjeros, principalmente durante la actual temporada alta de arribo de viajeros al país.

Los cocodrilos cubanos, una especie endémica que se encuentra sólo aquí y además en un pantano en la isla de la Juventud, están en peligro crítico de extinción y se encuentran entre los más pequeños del mundo.

Factores como la caza ilegal, el cambio climático y la hibridación con el cocodrilo americano (“Crocodylus acutus”) impactan en la sobrevivencia del saurio endémico, y demandan nuevas investigaciones y acciones para protegerlo.

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El gobierno cubano impulsó hace décadas el financiamiento de un programa de criadero de cocodrilos que anualmente lanza varios cientos de estos reptiles a la naturaleza, y los científicos del país estiman que alrededor de cuatro mil reptiles siguen viviendo libres en la zona.

Pedro Luis Verdecia, uno de los encargados de la cría del cocodrilo cubano en el lugar, comentó a Xinhua que el Criadero de la Ciénaga de Zapata fue diseñado para que las personas puedan ver a los ejemplares vivos, desde los recién nacidos hasta aquellos con más de 50 años, que son los reproductivos.

“Aquí se cría para preservar la especie”, afirmó Verdecia, de 63 años, y quien desde hace casi dos décadas trabaja en el lugar.

El experimentado criador explicó que en una jaula gigante que simula el hábitat natural de la especie viven actualmente 100 cocodrilos adultos, pero en el área del criadero hay cerca de 5.500 reptiles pequeños.

“Sin este lugar quizás hoy no existiera el cocodrilo cubano, porque en vía libre lo cazan mucho”, aseveró Verdecia. Añadió que con regularidad cada animal adulto se mide y se pesa, “una tarea que puede demorar hasta dos semanas”.

“Hacemos investigaciones para obtener información que permita manejar a la población de vida libre para la conservación”, indicó.

Además, dijo Verdecia, durante la visita al criadero los clientes pueden apreciar otras especies que forman parte de la fauna de la Ciénaga de Zapata y de la cadena alimenticia del cocodrilo cubano, como son las jutías, iguanas, jicoteas y el manjuarí.

La ciénaga, reconocida como parque nacional y que tiene también la categoría de sitio Ramsar (humedales protegidos por considerarse cunas de biodiversidad ecológica), cuenta con numerosos sitios y opciones para un viaje que puede combinar recreación y conocimiento sobre la biodiversidad, sociocultural e histórico.

Con alrededor de 2.4 millones de visitantes hasta octubre de este año y un crecimiento del 50 por ciento con respecto a 2022, el turismo quedó por debajo de los 3.5 millones de viajeros proyectados para 2023.

El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero, aseguró este lunes que el turismo es uno de los sectores más afectados por el bloqueo económico, financiero y comercial de Estados Unidos, que persigue el objetivo de desestimular este importante rublo de la economía nacional.

“Cuba no puede acceder al principal mercado turístico de la región que es el estadounidense“, precisó durante los debates de las Comisiones del Parlamento, previo al segundo periodo ordinario de sesiones de su X Legislatura.

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Por su parte el ministro de Turismo de Cuba, Juan Carlos García, adelantó que para el 2024 se prevé una recuperación en relación con 2023, ya que “están creadas las condiciones objetivas”, aunque existe el reto de mantener la estabilidad en la calidad de los servicios, agregó.

Lisandra Cots/ Xinhua