:)

Seguridad

La disyuntiva de la permanencia de los zoológicos urbanos

Dejaron de cumplir con el bienestar a los animales y pasarán a la historia por haber permitido a la gente conocer a los animales de cerca

Published

on

Foto: Cuartoscuro

Los zoológicos urbanos deben marcharse, pues ya no funcionan para lo que se requiere y se han olvidado de sus principales inquilinos: los animales, sostuvo Marielena Hoyo Bastién, exdirectora del zoológico de Chapultepec.

La activista por más de 15 años entra al debate que recientemente se activó con la presentación de un cambio a la Ley General de Bienestar Animal, donde plantean la transformación de estos espacios.

“Es un movimiento mundial, lo va empujando la nueva generación que no ve el cautiverio con buenos ojos. Ese tipo de zoos se van a ir, ¿en cuánto tiempo? no lo sé, pero hay algunos que por decencia ya no deben permitirse”, señaló.

Lee: Los zoológicos de la Ciudad de México recibirán 120 mdp para remodelación

Expuso que los zoológicos que se quedan deben trabajar para conservar especies, sin que esto se traduzca en la acumulación sin atenderlas.

“Ya me he manifestado en muchísimas ocasiones dada la experiencia de tantos años que tuve de vivir dentro de un zoológico, porque ahí entregué mi vida, sé lo que sucede ahí, lo que no y lo que sí debería de suceder”, indicó.

Aseguró que está en total desacuerdo con los zoológicos de tipo urbano, enclavados en ciudades, en poblaciones con muy poco espacio porque ya no pueden crecer. Los recintos ya no están cumpliendo realmente el afán que se busca ahora de un bienestar a los animales.

“Tenemos mucha contaminación atmosférica, lumínica, sonora, visual… los animales no tienen salida más que estar encerrados en espacios bastante reducidos a pesar de que hay unos que tendrán la excepción, pero la excepción no hace la regla, y entonces me parece que ya los urbanos cumplieron su cometido”, aseveró.

Consideró que los zoológicos deben pasar a la historia con la contribución que tuvieron de permitirnos conocer a los animales de cerca. “Los animales silvestres que difícilmente podíamos conocer antes, los animales no tienen la culpa ni tienen por qué padecer un cautivero que ya no es adecuado, porque ya lo hemos entendido nosotros los seres racionales de forma diferente”.

Marielena Hoyo indicó que ya sea los animales viejos que no tienen realmente oportunidad o necesidad de estarse metiendo a cautiverio para conservación, bueno pues mantenerlos en lo que ha dado a la gente por llamar santuarios o dejarlos que tengan una acción reproductiva con mucha conciencia desde los aspectos genéticos, como cuánto conviene la reproducción de ese ejemplar, tener su destino seguro y su reintroducción en vía libre.

Sostuvo que se debe trabajar para conservar en realidad, no conservar para acumular, que eso es lo que se está haciendo por lo menos aquí en México.

“Yo veía hace unos días con mucha algarabía que se habían reproducido unos tigres en Guadalajara, en el zoológico. Y decía: ‘bueno, pero si no tenemos donde meter todos los que asegura la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), los que se encuentran que la gente los obtiene como mascotas y luego ya no sabe qué hacer con ellos, no hay lugares donde meterlos’ y todavía el zoológico reproduce la especie”.

Lee: Un exoperador de La Feria de Chapultepec gana el negocio de zoológicos de la Ciudad de México

 “Pues sí, pero ¿qué vas a hacer con ellos en ocho meses que ya dejen de ser los cachorritos atractivos? ¿a dónde vas a meter esos animales? porque no los pueden tener ahí porque se deben mezclar con la misma familia”, planteó.

Consideró que se debe empezar a distribuirlos y cada vez que se requiere un espacio para un tigre, los zoológicos siempre contestan: “estoy saturado, no tengo lugar” y aún así los reproducen. Me desconcierta eso, es como un pensamiento dicotómico, qué padre que nazcan, qué padre ayudar a un animal en vías de extinción, pero ¿y su futuro?, añadió.

Opinó que deben existir instalaciones para poder conservar y recuperar especies, porque “hemos visto que hay muchas especies animales que se han logrado recuperar con atención en cautiverio, pero hay otras como la vaquita marina que fue un fracaso anunciado y absoluto”.

La exdirectora del Zoológico de Chapultepec dijo que quizá en provincia, hay centros de recreación donde inclusive meten ferias y juegos, los adornan con cosas que atraen público y no los entienden como un museo de naturaleza viva para informarnos o como un centro de conservación.

“No se ha dado el paso, hay mucha carencia de recursos para intervenirlos en esos lugares y eso hace que sean dramáticos, hay lugares contrastantes donde tienen a los animales en forma mucho mejor con espacios enormes, tipo Africam Safari, que todavía conservan algunas mañas del zoológico antiguo, pero bueno es normal”, apuntó.

Aseguró que los zoológicos de tipo urbano, con jaulas donde el niño va a ver al animalito y apunta lo que lee en el letrero, “eso ya pasó a la historia”.

Financieramente, no tienen nunca futuro, los construyen o los tienen o los sostienen sin miras financieras. Solamente con el salir al día y eso realmente demerita la situación de los animales, abundó.

Ante ello, consideró que el paso siguiente para los zoológicos es ir dejando de fomentar la reproducción, pero no de atender porque hay habitantes y deben permanecer ahí hasta el fin de sus días con la mejor dignidad y atención, porque no son animales que puedan ser reintroducidos a vida libre

“No fomentar la reproducción en animales que no la requieren y dedicar recursos a los que deben conservarse y necesitan del apoyo del cautiverio para lograrlo. Lo demás, ya no hacer reproducción ir dejando que se vaya muriendo el acto”, añadió.

Subrayó que mientras los zoológicos urbanos deben irse, los que se quedan pueden trabajar bien, mejor, con espacios más acondicionados, naturales donde puede fomentarse la educación, hace un llamado a la gente y decir: “ese oso que tú ves aquí, que te gusta y te divierte, tiene este gran problema en la vida libre y aquí lo tenemos para enseñarte, es un embajador de su especie aquí”.

Lo que sigue es que sean lugares abiertos, santuarios que pueda visitarla gente y espacios donde los animales puedan pasar sus últimos días bien. Y dedicar todos los recursos necesarios para apoyar a las especies que realmente están en peligro de extinción y que pueden tener un buen futuro si se reproducen, puntualizó.

Maleny Navarro | El Sol de México

Publicidad

Trends

Publicidad