Alcemos la voz contra el racismo, clasismo y corrupción en México

Racismo es corrupción y clasismo es corrupción en México. El significado de corrupción es corromper, destruir, aniquilar, descomponer.

Ejerciendo el racismo y el clasismo se arruina a un ser humano, ya que utiliza expresiones depravadas, podridas y degeneradas que golpean la esencia humana.

La ignorancia y la descomposición de la naturaleza de una persona salta a la vista, con expresiones racistas y clasistas.

Esta condición discriminatoria sólo se puede dar en seres ignorantes, carentes de autoestima y amor propio.

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Son personas degradadas y disminuidas en su calidad humana. México padece el grave problema de la corrupción no sólo material, sino también moral, en valores, principios y virtudes, por ello se da el clasismo y el racismo.

El racismo es una condición involutiva y es parte de la degradación que México sufrió en los últimos 35 años, al anteponer el bienestar material ante la calidad humana.

Las imágenes pervertidas y alteradas de seres exóticas, con personajes entre hombres y mujeres con poses y físicos perfectamente esculpidos, provocaron el alejamiento de nuestra realidad étnica mexicana.

La gran mayoría de los habitantes de este gran país somos mestizos, la mezcla entre indígenas y españoles, que son hijos de padres de diferente raza.

Los menos son criollos, que son descendiente de europeos y han nacido en un país hispanoamericano, como México.

El racismo y el clasismo en México es preocupante. La falta de inclusión en todas y cada una de las actividades en nuestro país impide un desarrollo armonioso de su evolución como sociedad. Este tema es fundamental para el desarrollo de nuestra sociedad.

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Expresiones racistas y clasistas sólo demuestran lo atrasado que se encuentran actores de la sociedad mexicana.

Los invito a que construyamos un frente común contra el racismo, el clasismo y la discriminación en general.

Pongamos el ejemplo y actuemos en consecuencia. Ejerzamos acciones de inclusión, de generosidad y gentileza con nuestros semejantes, sin importar su color de piel, su estatura, su raza o condición social.

Apoyemos a nuestros indígenas y permitamos su inclusión en la sociedad. Ofrezcamos una sonrisa de amor a personas de pueblos indígenas, a gente de color a hombres y mujeres por igual.

El tema está ya en la agenda nacional. No lo perdamos de vista. Alcemos la voz ante cualquier acto de racismo, clasismo y discriminación.

No importa la raza, no importa el origen, no importa la clase social. Todos somos hermanos. Esta historia continuará…