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Baja California

Madre de teniente estadounidense es deportada a Tijuana

Aunque vive en cada de una media hermana, Rocío Rebollar Gómez se siente sola porque le hacen falta sus tres hijos y tres nietos

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Rocío Rebollar Gómez, madre de teniente deportada

TIJUANA, Baja California. El pasado 2 de enero Rocío Rebollar Gómez fue deportada por el gobierno del presidente Donald Trump. Ella es madre del teniente Gibram Cruz, miembro del Ejército de Estados Unidos, pero eso no importó a las autoridades de inmigración que decidieron echarla del país en el que vivió por 31 años.

Ahora ella reside en la colonia Cañón del Sainz, en la ciudad de Tijuana, una zona agobiada por la inseguridad y la escasez, resistiendo la soledad que representa la separación familiar.

Rocío vive en casa de una media hermana, pero se siente sola. Cada vez que su vista alcanza a divisar al otro lado de la línea fronteriza, le llega una nostalgia acompañada de lágrimas porque no está con sus tres hijos y sus tres nietos.

La posición del teniente Cruz como militar le impide visitar a su mamá en México, por eso la visita que Rocío recibió esta semana la llenó alegría momentánea.

“Estoy muy contenta de que vino mi hija a visitarme para festejar su cumpleaños”, comentó la madre deportada de 53 años de edad.

Y es que habían pasado casi siete semanas de su deportación, más de 40 largos días de soledad que parecían doblegarla.

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Su hija, Karla McKissick, dijo que toda la familia la extraña mucho y por eso aprovechó la primera oportunidad que tuvo para viajar a Tijuana y poder verla.

“Ahora que yo soy madre, no me imagino cómo se sentiría que me alejaran de mis hijos. Es un dolor muy feo pensar que una política así te pueda arrebatar a las personas que amas”, mencionó la hija.

Durante el reencuentro post deportación, Karla mencionó que su mamá le contó lo triste y frustrada que se siente, porque algo le hace falta: su familia. “Para nosotros también es triste no tenerla cerca, por eso quise venir a festejar mi cumpleaños con ella, estoy muy contenta de poderla ver”, mencionó.

A pesar de la soledad, Rocío Rebollar no pierde la esperanza y esta en pie de lucha gracias al apoyo que ha recibido. Confía en que las cosas cambien y que algún día pueda regresar a Estados Unidos con su familia, donde trabajó incansablemente para sacar adelante a sus tres hijos y que todos pudieran graduarse de la universidad.

Mientras tanto, la madre del teniente Cruz espera que otros inmigrantes aprendan de los errores que ella cometió y que las autoridades puedan otorgarle un perdón.

“No hemos perdido la esperanza ni la lucha, porque hay mucha gente buena allá afuera y juntos podemos hacer un cambio, esa es la meta”.

Por Yolanda Morales

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