Tijuanense enseña a leer al ritmo de rap en la CDMX

TIJUANA, Baja California. Desde que era un niño Alfredo Martínez tomó el gusto por la lectura, gracias a un pequeño librero que su padre tenía en casa donde encontraba historias para entrenerse y aprender.

Ahora que tiene 33 años, Alfredo describe a Cobertura 360 cómo participa en un programa que implementa el gobierno federal para promover la lectura, a través de un taller de música rap en una escuela secundaria de la ciudad de México.

Este singular rapero es originario de Tijuana y se inició en el mundo de la música hace más de 15 años tarareando por las calles de su barrio, en el fraccionamiento “El Florido”, en la conflictiva zona este de esta ciudad fronteriza.

Desde hace tres años este tijuanense vive en la capital del país. En algún momento pensó con impartir clases. Actualmente es instructor del primer taller de rap del país en la Secundaria 16 de Tlatelolco.

Para Alfredo, esta oportunidad es un sueño hecho realidad gracias a una alianza con la organización “Alas y Raíces”, un programa de promoción de la lectura que lleva a cabo el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Tijuanense enseña a leer al ritmo de rap

Alfredo da clases a más de 50 alumnos en el taller de rap de la secundaria, donde dice que los maestros y directivos han sido muy abiertos para darle cobijo a esta nueva forma pedagógica.

De visita a su ciudad natal, el singular profesor de lectura no pierde la oportunidad para ir a ver el mar mientras recuerda sus inicios en lo que llama “rap-activismo”, lo que le abrió las puertas para promover las letras y la poesía.

“Es una forma de activismo por medio del rap y del hip hop”, explica. “Nosotros limpiábamos canchas que eran picaderos, pintábamos con grafiti, hacíamos concursos de futbol, de basquetbol, se volvió un proyecto más grande, se acercaron instituciones”.

Alfredo Martínez, profesor que usa el rap para enseñar a leer

Antes de mudarse a la capital del país, Alfredo colaboró en varios proyectos sociales con la Secretaría de Seguridad Pública de aquella entidad fronteriza, el Centro Cultural Tijuana y el Instituto Municipal de Arte y Cultura en Tijuana.

“Pintamos 26 fachadas de la avenida Revolución, en determinado momento tenía que hacer cosas más grandes, era difícil volar de Tijuana, decidí por mi carrera y por mi proyecto irme a la capital, hicimos talleres en la cárcel, hemos hecho mezclas de hip hop con folclor, hemos impactado varias escenas con diversos proyectos”, mencionó.

El profesor Alfredo ha realizado giras por diversos países en la promoción del género musical rap y del hip hop como herramientas pedagógicas.

“Ahora estamos trabajando duro para que se consideren una materia a nivel de secundaria”, indicó, “porque los veo como un agente de cambio, tienen sus códigos, nos facilitan llevar mensajes y les mostramos herramientas de desarrollo humano que hacen tanta falta”.

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El gusto por la lectura se lo inculcó su padre con los textos que guardaba en aquel pequeño librero que tenían en casa, dijo Alfredo, pero cuando conoció el rap supo que ese era su estilo para escribir, expresar y compartir sus ideas.

“Para mí el rap es escribir”, dijo Alfredo, “de eso se trata el taller, le enseñas a los chicos gramática, estructuras poéticas, a perder el miedo de hablar en público, les ayudas a combatir el bullying, está basado en un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre las diez habilidades para la vida.

Les enseñas resolución de conflictos, es un arma muy poderosa, donde el rap es sólo el pretexto, porque mientras les gusta, aprenden mejor”, expresó en entrevista.

Por Yolanda Morales