El suburbio de Bucha (Ucrania) evidencia la desesperación rusa

Bucha, en los suburbios de Kiev, es desde ya el ejemplo de la barbarie que deja la invasión rusa a Ucrania, las imágenes son por demás dantescas, que en el pleno siglo XXI, sólo puedes imaginar dentro de una película hollywoodense. Sin embargo, es una realidad atroz.

La supuesta desnazificación de Ucrania, más bien evidenció una añeja rivalidad entre el pueblo ruso y ucraniano, que se ha venido atizando con la idea de que los dos países sean uno solo, lograrlo representaría para el presidente Vladimir Putin quedarse muchos años más al frente del poder.

Baste recordar que el mismo Putin, ha señalado que “Ucrania y Rusia son un solo pueblo”, y se lo hizo saber a su homólogo francés horas antes de dar la orden para incursionar en suelo ucraniano, ocho años después de arrebatarle en otra invasión Crimea a Ucrania.

Pero no hay que olvidar que a ambos pueblos los une un lazo cultural y familiar muy fuerte. En el trasfondo del actual conflicto bélico, expertos señalan que, para los habitantes de la extinta Unión Soviética, la ciudad de Kiev es considerada el lugar donde nació la República rusa.

El origen de Rusia como de Ucrania se sitúa, hace más de mil 200 años, en la llamada ‘Rus de Kiev’: una enorme federación de tribus eslavas que dominó el Noreste de Europa durante la Edad Media, y que, a su vez, tenía como epicentro geopolítico a la ahora capital ucraniana de Kiev.

De modo que, históricamente, para los rusos Ucrania reviste una importancia simbólica cultural. Es importante hacer mención que Kiev, como capital rusa, aparece desde el siglo IX, mientras que Moscú lo hace hasta el siglo XIV, esto representa quizá el argumento más sólido de Putin para justificar su aspiración expansionista.

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Aunque si históricamente esto es así, entonces no se entienden las imágenes que se difundieron mundialmente de Bucha, por un lado decenas o quizá cientos de tanques y carros blindados rusos destruidos, por el otro, decenas de civiles ucranianos ejecutados en las calles o apilados en diferentes puntos de esa ciudad próxima a la capital ucraniana.

Las imágenes de destrucción total son incomprensibles, desde el punto de vista histórico, pues las tropas de Putin están devastando la cuna de la civilización rusa, o quizá es que no están obedeciendo del todo la orden del mandatario y comenzaron a destruir todo lo que está a su paso en su retirada ante lo que parece una inminente derrota mediática.

Puede ser que las tropas rusas devasten una buena parte de Ucrania, pero no esperaban la resistencia civil ucraniana, lo que era un proyecto de una semana se ha convertido en una pesadilla que va para 50 primeros días, peor aún, el fin de semana pasado, el Ejército ucraniano alcanzó objetivos militares en suelo ruso.

Eso ya rebasa los límites del plan para aplastar al actual gobierno ucraniano que encabeza, Volodímir Zelenski, quien por cierto ha tomado mucha fuerza con apariciones remotas en casi todos los parlamentos de los países aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), incluso en la ceremonia de los premios Grammy.

Eso le ha dado mucha fuerza para seguir resistiendo los embates de una de las principales potencias militares del mundo, Rusia, que ante los hechos transcurridos parece que está viviendo su propio Vietnam, a medida que pasan los días un triunfo castrense parece cada vez más lejano y una victoria mediática de Ucrania está en la antesala.

Lo que sigue en esta absurda guerra es impredecible, pero lo que hasta ahora ha mostrado, es sin duda, un ejemplo de que las guerras sólo dejan a su paso destrucción, abusos a los derechos humanos y miseria, sólo así se explica que las tropas ucranianas al recuperar Bucha descubrieron decenas de cadáveres esparcidos en las calles, un cementerio.

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La escala de las matanzas aún se investiga, pero la fiscal general ucraniana, Iryna Venediktova, señaló que se han recuperado los cuerpos de al menos 410 civiles.

El alcalde de Bucha, Anatoly Fedoruk, dijo que 280 cadáveres fueron llevados a fosas comunes porque era imposible enterrarlos en los cementerios que están al alcance de los disparos.

Ante estas evidencias el canciller ruso, Serguei Lavrov, sólo dice que son mentiras, seguramente la gente se disparó sola o los ucranianos desenterraron a sus muertos para armar una representación dantesca, que desacredite las buenas acciones de las desesperadas tropas rusas.

Hasta dónde va a llegar Rusia o cuándo va a parar no se sabe, según expertos el 9 de mayo, pero parece que en la primera oportunidad que tenga de levantar el brazo como triunfador lo va hacer y todo parece indicar que eso se puede dar en Donetsk y Lugansk, el Donbás, era la idea original, liberar a ese pueblo prorruso del nazismo ucraniano.

Es la salida más decorosa para Putin, “liberar” el Donbás que de facto ya era suyo, y comenzar a curar las heridas económicas que le dejó la guerra económica de Occidente y la misma guerra que, dicho sea de paso, mostró como militarmente están fuera de forma. O usted ¿qué cree?

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