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La Opinión

Los talibanes tiran 20 años a la basura de una guerra emprendida por Estados Unidos en Afganistán

Estados Unidos gastó 2 billones de dólares en una guerra emprendida en contra de los líderes de Al–Qaeda en Afganistán

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La toma del poder por parte del Talibán en Afganistán parece como si ese país sufriera una regresión de 20 años, y lo peor es que en ese tiempo Estados Unidos que fue quien los sacó del poder no pudo dejar fortalecido a los gobiernos que apoyó, peor aún, puso a las mujeres en un callejón sin salida.

La llegada de Estados Unidos a Afganistán tuvo como principal argumento la exigencia de Washington para que entregaran a la red terrorista de Al-Qaeda, en esos entonces comandada por Osama bin Laden, a quienes se les responsabilizó de los atentados del 11 de septiembre de 2001.

Aquel atentado marcó un antes y un después para la llamada primera potencia del mundo, Estados Unidos, el planeta presenció en directo cómo se desmoronaba su grandeza con la caída de las desaparecidas Torres Gemelas y un con un impacto menos mediático el golpe al Pentágono.

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El 11 de septiembre de 2001, diecinueve hombres secuestraron cuatro aviones comerciales estadounidenses cargados de combustible que se dirigían a varios destinos de la costa oeste. En total, 2 mil 977 personas murieron en los ataques terroristas en la ciudad de Nueva York, Washington y en las afueras de Shanksville, Pensilvania.

Este hecho hizo que el gobierno de Estados Unidos, encabezado en ese entonces por George W. Bush, pidiera a Afganistán –bajo el control Talibán– que entregará a los miembros a los líderes de Al–Qaeda, el rotundo no desencadenó la furia estadounidense.

Semanas después de 11/S nació la Operación Libertad Duradera, una ofensiva estadounidense para derrocar a los talibanes, y eso fue lo que pasó, pero a partir de ahí Estados Unidos se mantuvo dos décadas combatiendo, tratando de formar un nuevo gobierno y adiestrando a las tropas afganas, pero algo falló.

En número esta guerra le costó a Estados Unidos 2 billones de dólares, un promedio aproximado de 300 millones de dólares al día durante los últimos 20 años.

De acuerdo a sus cálculos, estos 2 billones de dólares incluyen 800 mil millones en costos directos de la guerra y 85 mil millones para entrenar a las fuerzas afganas, cuya preparación ha quedado en evidencia, tras el rápido avance de los talibanes en la toma de casi todo el país, incluido Kabul.

Los costos son aún mayores en términos de vidas perdidas. Ha habido 2,500 muertes de militares estadounidenses en Afganistán y casi 4,000 contratistas civiles estadounidenses más fallecidos. Eso palidece frente a los 69,000 policías militares afganos estimados, 47,000 civiles muertos y 51,000 combatientes de la oposición muertos.

Hasta ahora, el costo de atender a 20 mil víctimas estadounidenses ha sido de 300 mil millones de dólares, y se espera que llegue otro medio billón más o menos. Y el resultado ante los ojos del mundo parece una derrota para Estados Unidos, porque ante este saldo los talibanes otra vez están en el poder y no fue a través de las vías democráticas.

El 15 de agosto quedará marcado para Estados Unidos, como un día negro y para el Talibán entrando a Kabul como los ganadores de esta absurda guerra, además hay que hacer hincapié en que la decisión de salir del país asiático fue del hoy expresidente republicano Donald Trump. Pero al que se le marcará el tache es al demócrata Joe Biden.

En esas dos décadas que Estados Unidos hizo y deshizo en Afganistán, un sector de la sociedad comenzó a crecer como no lo había podido hacer durante años por la imposición de la ley islámica o sharía que tiene según ONG femeninas 29 restricciones extremas en contra de las mujeres.

Sólo por mencionar algunas que en esta parte del mundo son más que indignantes, las afganas tenían prohibido el trabajo fuera del hogar, tuvieran la formación que tuvieran. Excepcionalmente podrán ejercer doctoras y enfermeras; estaba prohibida cualquier otra actividad que no fuera en compañía de su mahram o familiar masculino más próximo, sea su padre, su hermano o su marido.

Las mujeres no podían hablar o dar la mano a hombres que no cumplieran con el parentesco; tampoco podían reír en voz alta ni que su voz pueda ser oída por otros. En Afganistán No pueden estudiar ni en la escuela, ni en la universidad ni en ninguna institución educativa.

Las mujeres que no cumplieran con estos requerimientos estéticos o salieran solas a la calle podrían ser humilladas verbalmente y agredidas hasta perder la vida.

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El problema es que durante estos 20 años, miles de mujeres aprendieron a vivir de una manera diferente con posibilidades de estudiar, de trabajar, de cubrir puestos públicos y políticos, con vestimentas menos radicales, pero eso se acabó.

Ellas no saben vivir de otra manera, por eso están en un callejón sin salida, pese a que el principal vocero de los talibanes aseguró el pasado martes que respetarán a las mujeres, pero bajo sus propias normas, horas después de este anunció la prensa estadounidense reportó que una afgana había sido asesinada por salir a la calle sin burka (velo islámico que cubre todo el cuerpo).

No dude, que durante los próximos días comiencen a conocerse las atrocidades que ya han cometido los talibanes desde que iniciaron su ofensiva en mayo paso, apretando el paso en los últimos 10 días antes de llegar a Kabul, ante la salida de EU.

Ya hay testimonio de talibanes arrastrando a mujeres sin velo, o en testimonios de civiles de cómo los insurgentes asesinaron a mujeres por no darles de comer –pese a que no contaban con recursos económicos para hacerlo–, eso es sólo el principio.

El Talibán ya dij0 que su consejo de eruditos islámicos o ulemas decidirán el futuro de las mujeres, un anuncio nada prometedor, e esto súmele que ese movimiento anunció que van a prohibir el tráfico de heroína, pero mucho tiempo se financiaron de esa práctica, y si pensamos que las arcas de ese país están vacías, pues las opciones son pocas.

El canciller mexicano Marcelo Ebrard informó que la embajada mexicana en Irán comenzó la semana pasada a procesar solicitudes de refugio de personas de Afganistán, al igual que muchos países ahora habrá que ver hasta dónde son capaces de llegar los talibanes, pues incluso para ellos puede ser una afrenta que le des refugio a sus mujeres, hombre o niños. O usted ¿qué cree?

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