:)

La Opinión

La tercera candidatura presidencial de Joe Biden tiene como misión echar a Donald Trump de la Casa Blanca

En 2016, Joe Biden declinó la candidatura presidencial, a pesar de que contaba con altos niveles de popularidad para derrotar a Donald Trump

Published

on

Llegó el turno para el ex vicepresidente demócrata Joe Biden, quien ya fue nominado para contender por la presidencia de Estados Unidos junto con Kamala Harris, el reto no es fácil, pues enfrente tienen a un rival republicano Donald Trujmp que va a utilizar todo lo que esté a su alcance ya sea legal o ilegal para mantenerse en el poder.

Imagine que todavía el millonario Donald Trump no gana su segundo mandato y ya está pensando en una segunda reelección.

Para Joseph Robinette Biden será su tercer intento tratando de llegar a la Casa Blanca como jefe. En 2016 declinó a esa aspiración después de que un año antes su hijo Beau Biden murió cuando era el vicepresidente de Barack Obama.

El candidato republicano en ese momento contaba con altos niveles de popularidad, pero la depresión pudo más y se bajó de la contienda frente a Donald Trump.

Lee: El Covid-19 frena la campaña del demócrata Joe Biden

En esta ocasión, el candidato republicano Donald Trump utilizó a otro de los hijo de Biden para tratar de frenar sus aspiraciones presidenciales por Estados Unidos: Hunter.

Donald Trump presionó una investigación en Ucrania para indagar posibles actos de corrupción del hijo de Biden, al trabajar en una compañía gasera de ese país, pero ¡le salió el tiro por la culata! y el actual mandatario tuvo que ser rescatado por el Senado de mayoría republicana.

La vida de Joe Biden, quien cuenta con 77 años, no ha sido fácil, se ha casado en dos ocasiones: su primera esposa y su hija de un año (Amy) murieron en un accidente automovilístico semanas después de que fuera electo como el segundo senador más joven en la historia de Estados Unidos. 

Fue juramentado, el 5 de enero de 1973, en una capilla del hospital de Wilmington donde estaba internada sus hijos. Volvió a casarse en 1977, con Jill Tracy Jacobs, una educadora que tenía dos hijos de un matrimonio previo. La pareja Biden-Jacobs tiene una hija, Ashley.

Durante varios años Joe Biden, originario de Scranton, Pensilvania, figuró entre los senadores más pobres y solo hasta que salió de la vicepresidencia en 2017 tuvo ingresos que lo catalogan como un millonario.

El pasado lunes cuando inició la Convención Demócrata el principal discurso de la noche lo pronunció la ex primera dama Michelle Obama, quien resaltó que Joe Biden “gobernará como alguien que ha vivido una vida que el resto de nosotros podemos reconocer”.

Si algo puede afectar a Joe Biden, es que en 2018 cuando anunció sus intenciones de buscar la Presidencia, varias mujeres se quejaron de que se habían sentido “hostigadas” por el demócrata, que las había “masajeado” los hombros o besado en la cabeza.

Él negó mala intención y pidió disculpas, con el compromiso de no volver a proceder de esa manera. La verdad es que esas acusaciones no prosperaron y quedaron en el baúl de los recuerdos.

El demócrata hizo el bachillerato en la Universidad de Delaware, en 1965, y recibió el grado de Derecho en la Universidad de Syracuse, Nueva York, en 1968. Fue electo al senado en noviembre de 1972 y ocupó el cargo desde enero 3 de 1973 al 15 de enero de 2009.

Lee: La estrategia de Joe Biden es dejar que Donald Trump se hunda solo

Viajaba diariamente ida y regreso (cuatro o cinco horas) por tren entre Wilmington, donde vive, y Washington, donde trabaja, alegando un compromiso con su familia. En 2008 fue electo al Senado y vicepresidente el mismo día. Renunció al cargo legislativo para convertirse en vicepresidente de Estados Unidos el 20 de enero.

Biden dice que su temprana elección al Senado le impidió hacer fortuna. Entre 2017 y 2018 ganó unos 15.7 millones de dólares por regalías de libros y como orador invitado. Pero asegura que tiene un “estado mental de clase media”.

Como senador, Joe Biden se centró en las relaciones exteriores, la justicia penal y la política de drogas. Fue dos veces presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado, de 2001 a 2003 y de 2007 a 2009); presidió también el Comité del Poder Judicial, de 1987 a 1995.

También fue miembro del Caucus Internacional de Control de Narcóticos y fue el principal promotor de la ley que estableció la oficina de “zar de las drogas”, para supervisar la política nacional de control de drogas.

Entre sus momentos más destacados figuran su exhorto a la acción estadounidense contra las fuerzas serbias para proteger a los kosovares de una ofensiva del presidente Slobodan Milosevic.

Durante la guerra de Irak (2003-2011), Biden propuso un plan de partición como una forma de mantener un Irak unido y pacífico.

Pero ha llegado el momento de echar al republicano del poder, y si no es él, se ve difícil que alguien más pueda lograrlo, Joe Biden tiene a las minorías de su lado, en esta ocasión el voto latino está representado por 32 millones electores, 13.3 por ciento del total, según el instituto Pew.

Además, está asegurado un buen caudal del voto negro, pues en Kamala Harris están sembradas las esperanzas para que las minorías consigan el respeto de la Policía y de sus derechos básicos, que en pleno siglo XXI siguen siendo ultrajados.

No hay que perder de vista que los demócratas se han distinguido en la pandemia del coronavirus por el uso del cubrebocas, y los republicanos no, eso es un plus si consideramos que Estados Unidos lidera en número de muertos y de contagios de lo que según Trump era una “gripita” que le hacía los mandados a Estados Unidos.

Según CNN, Biden tiene 55 por ciento de la intención de voto, viéndolo desde los números, la ventaja no es apabullante, pero es un margen de ventaja que puede ir creciendo de acuerdo a la campaña que haga el demócrata, eso definirá el rumbo de Estados Unidos para los próximos cuatro años.

Lo contrario implicaría tener que soportar cuatro años más a un presidente mesiánico que, hoy es tu amigo y que mañana es tu enemigo, que te amenaza porque puede y porque no también, pero, sobre todo, que no se da cuenta que su forma de gobernar sigue aislando a Estados Unidos.

Que, dicho sea de paso, ha perdido un importante caudal de su influencia internacional, esa ahora está en manos de China y Rusia, mientras que Trump se sigue rasgando las vestiduras por un muro que a todas luces es imposible de construir. La suerte ya está echada, y creo que, si todo el mundo votara para elegir presidente en EU, seguro no ganaría el magnate. ¿O usted qué cree?.

Lee: Joe Biden le pelea la candidatura presidencial a Bernie Sanders

Publicidad

Trends

Publicidad