Hay una crisis moral de los medios de comunicación en México

El 31 de marzo de 2021, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador declaró que los adversarios de los medios de comunicación tradicionales se convirtieron en proveedores de los gobierno neoliberales, además de que los dueños de las empresas periodísticas, de radio y de televisión no pagaban impuestos y se llegaba al punto de que en algunos casos se dedicaban a vender medicinas. Ese mismo día López Obrador concluyó que hay una crisis moral de los medios de comunicación tradicionales.

Estas declaraciones dieron el elemento para hacerle el día lunes 5 de abril, mi segunda pregunta al titular del Poder Ejecutivo Federal, que fue así: Mientras el jueves 1º de abril el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación aprobó los criterios para prohibir propaganda en las mañaneras y no difundir ni logros de gobierno y todo deberá limitarse a fines informativos, mientras esto sucedía el día 1º, la barra del periodismo honrado, congruente y con rigor, así como sus opinólogos que se identifican como oposición de la Cuarta T, que son: Joaquín López, José Cárdenas, Ciro Gómez, Carlos Marín, entre otros muchos más, que tienen a la radio, la televisión y la prensa escrita conservadora a su disposición por décadas, utilizan dichos medios para una campaña negra en su contra.

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Como la más reciente de Carlos Loret, que en entrevista a Diego Fernández lo llama a usted embaucador, lo llama a usted patán, sinvergüenza, enfermo mental y dice que, si refrenda usted conservar la Cámara, va a seguir haciendo brutalidades.

O bien, el paladín del periodismo en México, ejemplo de honradez, LODO, por sus siglas, lo acusa de una doble moral. En su doble discurso dice que el gobierno de la Cuarta Transformación ha comenzado a montar, sin pudor, el utilizar los medios públicos de comunicación que preside Jenaro Villamil, en montar sin pudor investigaciones periodísticas contra quienes usted señala como sus opositores y un ejemplo es Canal 11.

La pregunta es: Esto no es periodismo, esto es un proyecto político de estos periodistas y que responde a intereses específicos ¿Se va a seguir permitiendo el que sigan con este proyecto político estas personas?

A mi pregunta, que no violaba las instrucciones del TEPJF, el presidente de México respondió con un tajante sí, porque por encima de todo está la libertad. No se va a censurar a nadie, no somos iguales, lo único es que vamos a ejercer nuestro derecho de réplica y no vamos a comprar voluntades, eso es lo único. Pero somos libres, completamente libres, no se puede limitar la libertad de expresión.

Por ejemplo, lo que dio a conocer la Iglesia católica se respeta, como se respeta lo que digan todas las iglesias de todas las denominaciones, evangélicas, y los libres pensadores. Libertad completa, nada más, la réplica, porque sí es importante el debate.

Entonces, nada más comprender que un proceso de cambio lleva aparejado también una revolución de las conciencias, un cambio de mentalidad. No se puede dar así nada más, a ver, como decía Martí, buscar el bienestar material, crecimiento económico, Producto Interno Bruto, empleo, salario; es importante, pero no sólo el bienestar material, el bienestar del alma se necesita, eso hay que irlo diciendo.

Amigas y amigos, antes que nada, la labor que realiza un verdadero periodista debe ser una labor social para con su sociedad, porque nosotros les brindamos las herramientas a las audiencias para que puedan interpretar la realidad desde una visión crítica y puedan tener la información necesaria para formarse un criterio y así generar y promover una sociedad con mayor nivel de conciencia, libre y democrática.

Hoy observo que la gran mayoría de los dueños de los medios tradicionales: radio, televisión y medios impresos no aceptan el cambio y no evolucionan, porque quieren vivir como lo hacían hasta el mes de agosto del 2018.

Les recuerdo que los reporteros y periodistas tenemos en nuestras manos una herramienta valiosa, que a su vez es un arma, que es la información, y ésta puede construir y puede destruir, pero la responsabilidad del comunicador es en función, primero, con la sociedad para compartirla de manera objetiva, con el fin de generar conciencia y por ello mismo la importancia de nuestra labor dentro de la sociedad no está en desinformar, engañar u ocultar la información.

Es por esto último que sólo el 17 por ciento de los ciudadanos confía en la televisión; el 19 por ciento confía en lo que les dicen en la radio y el 21 por ciento de las audiencias confía en los periódicos y revistas. Y por desgracia, estamos colocados entre los 20 países del mundo con mayor desconfianza en sus medios de comunicación tradicionales.

Por lo anterior les pregunto ¿es un verdadero periodismo el que realizan los voceros de los medios tradicionales de la otrora prensa oficial o es un proyecto político que tratan de defender a capa y espada? Ustedes como siempre tienen la mejor respuesta…

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