:)

La Opinión

A Donald Trump le urge reactivar la industria de las armas detenida por el Covid-19

Los fabricantes de Armas en Estados Unidos apoyaron financieramente al candidato Republicano y millonario Donald Trump en 2016 para llegar a la Casa Blanca

Published

on

A Trump le urge reactivar la industria de las armas detenida por el Covid-19
Subió 41% los potenciales compradores de armas en marzo de

A inicios de marzo de 2020 cuando la pandemia de coronavirus (Covid-19) todavía no entraba de lleno a Estados Unidos, miles de estadounidenses corrieron a comprar armas por la pérdida de 30 millones de empleos en mes y medio y la creciente delincuencia.

La compra de armas en Estados Unidos tocó niveles récord, según la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), registró más de 3.7 millones de comprobaciones de antecedentes penales de potenciales compradores, o 41 por ciento más que en febrero de 2020.

De este fenómeno de consumo se desprende una de las varias urgencias del gobierno de Estados Unidos para reactivar su economía y con ello a la industria de las armas, que apoyó económicamente al presidente Donald Trump en 2016 para llegar a la Casa Blanca, a través de la Asociación Nacional del Rifle.

Lee: Pánico a pandemia del coronavirus desata compras masivas de armas en EU

Es por eso que Washington presiona a México para que lo más pronto reabra la industria manufacturera, de la cual dependen muchas de las industrias, entre ellas la de las armas, el problema es tan relevante que el embajador asignado a nuestro país Christopher Landau, cabildea a todo vapor para que así sea.

El diplomático estadounidense tuiteó que haría todo lo posible para mantener las cadenas de suministro. También hay mucho en juego para México: siete millones de empleos y casi dos tercios de las exportaciones, dijo.

Pero cuando Landau escribió que trabajaba duro por salvar las cadenas de suministro creadas los últimas décadas en América del Norte, se abstuvo de mencionar que parte de ellas se refieren a la producción de armas para Estados Unidos.

También dos senadores estadounidenses, John Cornyn y Dianne Feinstein, pidieron al secretario de Estado de EU, Mike Pompeo, presionar al gobierno mexicano para que establezca sectores esenciales de conformidad con los intereses de Estados Unidos.

Según la publicación especializada Defense One, “un sorprendente número de fabricantes de armas depende de partes hechas al sur de la frontera”.

La subsecretaria de Defensa para Adquisiciones y Apoyo del Pentágono, Ellen Lord precisó que “México en este momento es algo problemático para nosotros”, tras la suspensión de actividades de compañías proveedoras para contratistas de armamento en EU afecta la construcción de armas y aviones, entre otros.

Lord prometió hacer llegar una carta al canciller mexicano Marcelo Ebrard, para externar sus motivos y solicitar la reanudación de las labores en dichas empresas. Sin duda la cosa es urgente, sobre todo si pensamos que la industria de las armas siempre ha sido muy importante en Estados Unidos.

En un informe de 2013, la Comisión de Comercio Internacional estadounidense, dijo que “Estados Unidos y los proveedores extranjeros de componentes aeroespaciales han estado ubicando cada vez más instalaciones de producción en México”.

Lee: Baja California es la ruta del tráfico de armas, dinero y drogas: Alfonso Durazo

Pese a que no se tiene detalle de todas las firmas, hay que tomar en cuenta el crecimiento del grupo de empresas aeroespaciales de los últimos diez años en ciudades como Querétaro y Tijuana. Sector que abastece la exportación para empresas vinculadas a la aviación, tanto civil como militar.

Aunque parezca una mala idea, es un buen momento para poner condiciones, como precisamente está acostumbrado el presidente Trump, y si no mejor que busquen proveedores por otro lado, porque en México la gente también puede morir de Covid-19, si sale de la cuarentena antes de tiempo.

Pero qué cree usted, a pesar de que el país se encuentra en medio de la Fase 3 de la pandemia, el gobierno de México respondió positivamente a la solicitud del Departamento de Defensa de Estados Unidos de reabrir todas aquellas empresas cuyos cierres afectan la producción de armamento estadounidense, aseguró el Pentágono.

Hoy el mejor espadachín que tiene el Presidente, me refiero al canciller Ebrard, trabaja a marchas forzadas para sacar adelante la solicitud que reclama el gobierno del señor Trump, porque se puede enojar y otra vez sacar su arma preferida, castigos arancelarios a productos mexicanos.

Según Luis Hernández, presidente de la Asociación de Industrias de Manufactura y Exportación en Baja California (Index), el 60% de los 1,200 proveedores está actualmente cerrado. Destacó que hubo conflictos en unas 20 empresas, porque “algunas personas están viendo esto como una posibilidad para irse a sus casas de vacaciones pagadas. No quieren trabajar”.

En realidad, solo las empresas sintéticamente relevantes pueden operar en México. Sin embargo, muchas de las maquilas que producen para el mercado estadounidense se opusieron a esta medida y amenazaron con despedir a los trabajadores si no se presentaban a trabajar. Se dio a conocer que ha habido, al menos, 20 muertes por coronavirus en las maquiladoras, 13 de ellas solo en el proveedor de automóviles Lear, en Ciudad Juárez.

El servicio de salud de Lear, que según una investigación de Los Angeles Times ya conocía los casos de COVID-19 a fines de marzo, recetó analgésicos a los enfermos y los envió de regreso a la línea de ensamblaje. Aparentemente esta negligente situación se ha repetido en muchas compañías. 

Index recomendó a sus miembros instalar termómetros clínicos en las puertas de la fábrica. De acuerdo con los informes de prensa, solo lo ha cumplido una empresa. 

La presión proviene no solo de los empleadores, sino también de Estados Unidos, porque al señor Trump se le agota el tiempo para darle soluciones a la gente que lo apoya para mantenerse en el poder. 

Lee: México y Estados Unidos trazan un plan para frenar el tráfico de armas y drogas

Hoy está claro que los gobiernos de México y Estados Unidos trabajan de manera “estrecha, coordinada y permanente” para lograr que no se rompa la cadena de suministro, buscando que el daño en la economía de ambos países sea el menor posible, porque también es cierto que si al vecino del norte le da un “catarrito” a nuestro país le da neumonía.

Aunque a como se presentan las cosas, la urgencia parece hoy estar del lado de Estados Unidos, ¿qué pasaría si en el corto plazo la industria de las armas no pudiera arrancar? Estaría en juego más que una cadena de suministro, quizá podría rodar una cabeza o varias en la Casa Blanca.

Publicidad

Trends

Publicidad