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El Extranjero

El coronavirus ya entró al juego electoral de Estados Unidos

Las medidas para combatir los efectos del coronavirus anunciadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump están adquiriendo un tinte electoral

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Jacques Coste

El plan electoral del Partido Demócrata para elegir quién será su candidato presidencial en los comicios federales de noviembre próximo sigue en marcha. Este martes, Joe Biden, vicepresidente durante el gobierno de Barack Obama, consolidó su ventaja sobre Bernie Sanders, senador por Vermont, en plena crisis de coronavirus.

Tras obtener el triunfo en Arizona, Florida e Illinois, Biden cuenta con mil 165 delegados frente a 879 de Sanders. Parece casi un hecho que el ex vicepresidente será el encargado de enfrentar a Donald Trump a finales de año.

Pero el foco de la agenda político-electoral estadounidense pasó de las primarias demócratas al manejo de la crisis ocasionada por el coronavirus.

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La mirada pública se ciñe en la reacción del gobierno de Donald Trump frente a la pandemia y sus efectos económicos. La gestión de esta crisis será un factor determinante para que el actual presidente ocupe la oficina oval durante otros cuatro años o para que haya un nuevo inquilino en la Casa Blanca a partir de enero de 2021.

La mayoría de los medios consideran que la respuesta de la administración Trump fue tardía y tibia, pues el mandatario minimizó la amenaza de la pandemia durante semanas que pudieron haber sido cruciales para poner en marcha acciones preventivas para mitigar los efectos del virus.

Sin embargo, durante los últimos días, el presidente ha anunciado medidas estrictas para combatir los efectos del coronavirus tanto en materia de salud como en términos económicos.

Primero, Trump decretó el cese de los vuelos comerciales desde y hacia Europa. Después, anunció un paquete de medidas económicas para combatir el impacto de la pandemia en el bolsillo de los ciudadanos y en las finanzas de las empresas.

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Entre esas medidas destacan los subsidios a las aerolíneas (que están al borde de la quiebra por el impacto del coronavirus en las industrias del turismo y el transporte aéreo), las ayudas a las pequeñas y medianas empresas, distintos instrumentos de financiación para que las compañías puedan cumplir con sus obligaciones financieras (como el pago de nóminas) en el corto plazo y otras acciones para inyectar liquidez en el mercado.

Inclusive, Trump propuso la entrega de ayudas directas a los estadounidenses para paliar los efectos del coronavirus en el bolsillo del ciudadano promedio. Se habla de que estas ayudas podrían constar de mil dólares mensuales.

Varias de estas medidas tienen que ser aprobadas por el Congreso, el cual está dividido entre los demócratas, que detentan la mayoría en la Cámara de Representantes, y los republicanos, que llevan la batuta en el Senado, por lo que su ejecución requiere de la colaboración bipartidista.

En otras palabras, incluso las medidas para combatir los efectos del coronavirus están adquiriendo tintes electorales, pues ambos partidos buscarán sacar réditos de ellas rumbo a los comicios de noviembre.

El coronavirus también se ha vuelto el gran tema del proceso interno de selección del candidato presidencial demócrata.

Hay que recordar que, además de Arizona, Florida e Illinois, también Ohio iba a celebrar elecciones primarias este martes, pero el gobernador del estado decidió posponerlas para evitar que la aglomeración de gente en las casillas fungiera como catalizador del contagio de la enfermedad. Varios estados han seguido el ejemplo de Ohio y han pospuesto las elecciones primarias hasta junio.

Pero además de la suspensión del proceso electoral en varias entidades federativas, el coronavirus se ha posicionado como el tema prioritario en la agenda de Joe Biden y Bernie Sanders.

Los aspirantes presidenciales han tenido que suspender sus mítines y otros eventos de campaña, y han tenido que remplazarlos con intervenciones digitales, conferencias de prensa virtuales y discursos que cuelgan en sus redes sociales.

Además, el último debate entre ambos se tuvo que llevar a cabo sin público y guardando dos metros de distancia entre los participantes, quienes no se dieron el tradicional apretón de manos previo y posterior a la discusión, sino que se saludaron chocando los codos.

Ya en medio del debate, el ex vicepresidente y el senador intentaron mostrarse como líderes capaces de gestionar esta crisis, por lo que sus intervenciones se centraron justamente en explicar qué harían si estuvieran en la Casa Blanca y se enfrentaran a esta pandemia.

Biden fue quien sacó mayor provecho de la situación, pues habló de su experiencia en el manejo de situaciones críticas durante su estancia en la vicepresidencia y recordó al auditorio que las acciones de la administración Obama contribuyeron a frenar la propagación del ébola en 2014.

El juego electoral del partido Demócrata.

En suma, el coronavirus se ha convertido en un factor determinante para los resultados de las próximas elecciones presidenciales estadounidenses.

La reelección de Trump dependerá, en buena medida, de cómo gestione esta crisis. Un manejo pobre de la crisis elevaría ampliamente las posibilidades del Partido Demócrata en los comicios de noviembre.

Por un lado, el presidente tiene el reto de implementar acciones concretas para mitigar los efectos del coronavirus en materia de salud, lo cual es un desafío enorme tomando en cuenta la precariedad del sistema estadounidense de salud pública.

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Por el otro, el ciudadano promedio debe sentir rápidamente el efecto de las medidas económicas para paliar los efectos de la pandemia en este rubro, pues la mayoría de los votantes se suele guiar por la condición actual de su bolsillo cuando elige una u otra opción en una boleta electoral.

Todo parece indicar que Joe Biden es quien sale ganando de esta situación. En tiempos de crisis e incertidumbre, es común que el electorado mire hacia la alternativa que más tranquilidad transmite. Respaldado por su larga trayectoria política, el vicepresidente luce como una opción cada vez más viable.

Como sea, aún es muy pronto para cantar victoria. Está por verse qué tan efectivas resultan las medidas de Trump, qué tanto dura la crisis ocasionada por la pandemia y qué tan profundos son sus efectos económicos.

La contienda electoral está abierta. Esto apenas comienza.

Por: Jacques Coste Cacho

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