Adjudicaciones directas dominan contrataciones en el gobierno de AMLO; IMSS encabeza la lista

El presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) cerrará su sexenio desfavoreciendo a los concursos abiertos en las contrataciones públicas de bienes, servicios y obras, optando por las adjudicaciones directas, pese a las advertencias de organismos respecto a que estas incentivan a la corrupción.

De acuerdo con el portal Compranet, en lo que va de este año, las instancias de gobierno han realizado 111 mil 145 contrataciones, de las cuales 77.6 por ciento se han entregado por la vía de la adjudicación directa, mientras que menos de 16 por ciento se hizo mediante licitación pública. Destacan casos como el del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con 26 mil 530 adjudicaciones directas, casi una cuarta parte del total de los contratos registrados hasta la fecha, y por un monto de más de 45 mil 263 millones de pesos.

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El año pasado, ocho de cada 10 contratos se entregaron sin concurso y en los dos años previos fue una proporción similar, esto según los datos del portal de compras del gobierno federal.

Organismos públicos y privados como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) advirtieron sobre los riesgos que implica no realizar licitaciones públicas transparentes en los procesos de contrataciones públicas.

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“Aunque la adjudicación directa reduce los costos administrativos, su utilización no asegura que el Estado esté comprando en las mejores condiciones posibles de precio, calidad y oportunidad”, indicó el regulador antimonopolios en un documento.

En una investigación publicada en marzo, el Imco detectó que durante el sexenio se mantuvieron prácticas de riesgo para el presupuesto público y la calidad de los bienes y servicios que recibe la ciudadanía, como el hecho que desde 2020 se identificaron instituciones que adjudicaron directamente más de 90 por ciento del monto de sus contrataciones. Laboratorios de Biológicos Reactivos de México (Birmex), el Banco del Bienestar y Diconsa son algunas de las instituciones públicas que el Imco identificó como las que más adjudicaciones directas realizaron en el sexenio.

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Al inicio de su gobierno, López Obrador prometió que los contratos del gobierno se llevarán a cabo con la participación de ciudadanos y de observadores de la ONU. Para Jorge Cano, integrante de México Evalúa, el tema de las adjudicaciones era un compromiso del gobierno por erradicarlas y ahora queda como uno de los pendientes para la siguiente administración.

“Son una oportunidad de corrupción, ya que no se realizan competencias para obras públicas o compras, y esto permite que se puedan dar contratos a personas allegadas a funcionarios o políticos, por eso se recomienda que la mayor parte de las licitaciones sean por competencia”, destacó.

Juan Luis Ramos | El Sol de México