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Sonora

La etnia seri adoptó el ecoturismo como su tercera actividad económica

El pueblo Comcáac de la etnia seri abrió su reservado territorio a turistas para lograr subsistir a través del ecoturismo

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HERMOSILLO, Sonora. Luego de la decadencia de la pesca y la reducción en las ventas de artesanías, el pueblo Comcáac de la etnia seri abrió su reservado territorio a turistas para lograr subsistir a través del ecoturismo.

En los últimos años, sobre todo tras la contingencia sanitaria, la etnia seri ha adoptado el ecoturismo como su tercera actividad económica, pues ha generado importantes ganancias para la comunidad en un periodo donde sus principales fuentes de ingresos se han visto afectadas.

De acuerdo con Alberto Mellado Moreno, regidor étnico del ayuntamiento de Hermosillo, la pesca y la comercialización de artesanías originarias de la tribu han ido en declive, en especial tras la crisis global de 2008 donde se redujo de forma significativa la venta de productos regionales.

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 “No teníamos otro trabajo, desde la creación de la artesanía de palo fierro en 1969 surgió un boom, pero las visitas al territorio eran únicamente para comprar artesanías y salir”, recordó.

Con la incorporación del ecoturismo en la zona de Punta Chueca y El Desemboque, surge otra opción para la recuperación económica de las más de 300 familias que residen en ambas localidades comcáac.

Punta Chueca, una de las dos localidades de la tribu seri, se encuentra a 140 kilómetros de Hermosillo, a 20 kilómetros de Bahía de Kino, y se accede por la carretera 100.

Sus más de 27 mil hectáreas, 860 hectáreas de manglares, de costa, cerros y la presencia de la isla más grande de México, la Isla del Tiburón, así como sus tradiciones místicas y cultura lo han vuelto un atractivo turístico de Sonora.

Aunado a que por décadas esta zona que es considerada como la Nación Comcáac permaneció casi cerrada para la población, más para los turistas, lo que hace de su exploración un anzuelo turístico.

“Como eran las únicas dos fuentes de empleo y ahorita están en una condición muy pobre, digámoslo así, el turismo se perfila como una gran opción para las personas de nuestra comunidad, y sabemos hacerlo pues conocemos el mar, la isla, todas las playas, plantas, animales y el clima, para nosotros es una vocación natural”, resaltó.

Hoy en día los turistas realizan una estancia más prolongada en la región, incluso van adentrándose más al territorio, lo cual no estaba permitido por la etnia, por lo que en la actualidad se pueden llevar a cabo diversas actividades al aire libre y hasta explorar la Isla del Tiburón, además del emprendimiento.

“Hay personas que emprenden con hospedaje para recibir a turistas, otras que están emprendiendo con campamentos, más alejados, senderismo, bicicleta, camping, muchas cosas que se están emprendiendo”, reiteró.

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Aunque el ecoturismo se ha convertido en su salvación, también ha representado un riesgo para los habitantes de la etnia, pues existen empresas externas que con solo pedir un permiso, ya sea a un residente o a una autoridad seri, consideran que ya cuentan con los requerimientos suficientes para desarrollar el turismo en la comunidad.

Mellado Moreno expuso que a pesar de que la incursión de agentes foráneos no es una situación exclusiva del territorio comcáac, sí ha impactado en la repartición de los recursos económicos de los turistas, pues la comunidad deja de percibir una importante cantidad.

“Esas empresas pagan para internarse, le pagan a alguien en el territorio, que puede ser el permiso de una autoridad o habitante, con eso ya justifican de que están haciéndolo de manera correcta, sin embargo, el problema de fondo es que las oportunidades sean para la gente”, manifestó.

La intención de impulsar el ecoturismo en su comunidad es que las familias comcáac tengan una justa remuneración por los servicios que brindan, como la preparación de alimentos, la venta de artesanías, los cantos, bailes y pinturas de rostros tradicionales del pueblo.

Los integrantes de la etnia también se han estado preparando para llevar a cabo visitas guiadas y viajes seguros en embarcaciones, como las conocidas pangas, que transitan desde Punta Chueca hasta la Isla del Tiburón atravesando el Estrecho del Infiernillo, una zona de pesca exclusiva de los seris desde 1975.

A pesar de esto, personas externas han aprovechado el patrimonio del pueblo originario para realizar sus actividades, reduciendo las oportunidades para la tribu, mencionó, ya que no se cuentan con planes equilibrados.

“El tema es justicia en la repartición del trabajo y de las riquezas que tenemos, porque la misión de las empresas externas es llevarse lo más posible, otros tienen la intención del 50 y 50”, agregó.

“No es exclusivo de nosotros, son de todas partes, cuando vienen las empresas externas y llenan un camión, les cobran por ejemplo 80 mil pesos y en la comunidad sólo dejan 4 mil pesos hay desequilibrio de la riqueza económica del turismo con nuestro patrimonio”, abundó.

El regidor étnico del Ayuntamiento de Hermosillo aclaró que esta situación no es personal hacia las compañías o los touroperadores, los que cuentan con el apoyo de la Secretaría de Turismo y acceden a otras herramientas que la etnia no cuenta como ayuda de agencias de viajes y del gobierno.

Admitió que integrantes de la etnia han utilizado las plataformas digitales, como las redes sociales, para promover el directorio de prestadores de servicios nativos de la comunidad, algo que no se había realizado antes.

“No hay nada más bonito que visitar el territorio comcáac que con un guía nativo de la comunidad y sabiendo que lo estás haciendo con la responsabilidad social de que cada centavo que aportas se va directamente a las familias para su desarrollo”, resaltó.

Yoanna Romo | El Sol de Hermosillo

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