El vidrio blindado soporta las balas de las armas cortas, cuando son usadas en los ataques del crimen en México

Ante el panorama y percepción de inseguridad que se vive en el país, los vidrios blindados en vehículos y construcciones son más una de las mejores opciones de protección, ya que sorportan las balas de armas cortas en los ataques por parte del crimen en México.

Para Dulce Tafoya Reyes, presidenta de la Comisión de Fabricantes de Vidrios Blindados del Consejo Nacional de la Industria de la Balística (CNB), destacó que los vidrios revestidos son un elemento imprescindible para ofrecer un amplio rango de protección, tanto en autos, camiones, y cualquier inmueble, que además contribuye a la estética.

Refirió que el vidrio blindado se clasifica por niveles, con base en el tipo de protección que ofrece y al espesor del mismo, y aunque en México no existen laboratorios que certifiquen el vidrio blindado, existe la NOM142 y las normas internacionales que rigen su fabricación.

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Mencionó que lo que más se fabrica en el país es el vidrio con un espesor de 21 milímetros y defiende contra las balas de armas de fuego cortas, con una demanda de prácticamente 80 por ciento de la producción total, con una baja en la demanda, comparado con los niveles de protección contra armas largas.

“Es cierto que hace aproximadamente hace dos décadas el blindaje lo usaban personalidades de la política o de alto poder adquisitivo, pero hoy los precios son más accesibles y los materiales son más ligeros, sin perder su capacidad de protección”, expresó la directiva.

Asimismo, apuntó, su uso se ha ampliado, porque ya no protegen sólo de ataques armados, sino también de lo que se conoce como el “cristalazo”, con el que un delincuente pretende abrir un hueco en una ventana para acceder parcialmente al interior.

En ese sentido, mencionó que en el mercado y en la industria de los vidrios blindados destaca la tendencia a producir y atender la demanda cada vez más alta de cristales más resistentes y que al mismo tiempo son más ligeros, con mayor transparencia y mejor transmisión de luz.

Señaló que al mismo tiempo se han detectado cambios en la demanda en cuanto al tipo de vehículos a proteger, dado que hace un par de años la unidad de mayor demanda para el blindaje era la Jeep Cherokee, pero actualmente los vehículos más blindados son la Yukón, Tahoe y Suburban, y una variedad en vehículos sedanes.

Tafoya Reyes resaltó que el sector arquitectónico también requiere del cristal blindado para cubrir varias necesidades, pues no solamente ofrece resistencia balística, incluso protege contra explosivos, sino que ofrece controles de temperatura, acústico, de la luz solar, anti-intrusión y anti-huracanes.

Tras precisar que 80 por ciento de la producción de vidrios blindados se usa en el sector automotriz, y el resto en el arquitectónico, señaló que los bancos, edificios públicos y algunos comercios, por ejemplo, buscan mejorar su protección ante el incremento del vandalismo.

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En cuanto a los cuidados de este material de protección, aclaró que el consumidor debe contratar personal especializado para su mantenimiento, pues el vidrio blindado es más pesado que el convencional.

Respecto a la limpieza, destacó que al tener un recubrimiento con policarbonato que funciona como una capa anti esquirlas que impide que las astillas se introduzcan, el vidrio blindado no se puede limpiar con ningún material que contenga fenoles, porque se daña, y sólo se realiza con agua y con alcohol isopropílico.

En ambos casos, anotó, hay que considerar que los vidrios blindados tienen una vida útil debido a su proceso de laminación, y en la mayoría de los casos es de tres a cinco años, porque los materiales plásticos tienden a regresar a su estado natural y empiezan a desprenderse (aparecen un tipo de burbujas que son señal de que se está introduciendo aire entre los plásticos), por lo que es mejor reemplazarlo.

También se debe sustituir luego de un impacto, porque no es elástico y la energía de la bala la absorbe el vidrio, aunque solo la primera capa se rompe cuando recibe el impacto del proyectil, recibe la energía y la disipa paulatinamente de manera horizontal, y las siguientes capas plásticas y de vidrio van frenando la bala hasta detenerla, añadió.