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Las empresas mexicanas necesitan kit de guerra por el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania: Santamarina y Steta

Prevé una oleada de incumplimientos tras la presión de restricciones Rusia-OTAN en las cadenas de suministro.

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Foto: Archivo

En el marco del conflicto entre Rusia y Ucrania, las empresas mexicanas en general se han atrincherado y no se mueven, pero lo que necesitan es contar con un kit de guerra, que no es otra cosa que una lista de las principales acciones a seguir para que puedan sortear mejor las nuevas condiciones económicas y comerciales del mundo.

“Todavía no hemos dimensionado el impacto que va a tener la guerra Ucrania y Rusia con restricciones de la OTAN para las empresas mexicanas”, dijo Roberto Fernández del Valle, especialista en controversias de la firma legal Santamarina y Steta.

Señaló que se da un impacto importante en las cadenas de suministro, que se acentuará en las siguientes semanas, lo que se sumará al cierre de mercados por pandemia, crisis económica, una inflación global generalizada y escasez de materias primas por las restricciones económicas de uno y otro lado de Rusia, Europa y Estados Unidos.

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“La gente no está saliendo a trabajar, las empresas sin actividad, los puertos y varios barcos varados”, afirmó.

Advirtió que quienes que reciben insumos en sus cadenas de suministros, como los sectores de la construcción y automotriz, se verán inmediatamente afectados por alzas en precio del acero, combustibles y otras muchas materias primas e insumos estratégicas, y tendrán retrasos y un aumento inesperado de precios, y con ello un clima de incumplimientos.

“Será muy dañino para quienes no se hayan preparado con un kit de guerra legal que les permita prever esta situación en sus contratos, resolver sus controversias y salir adelante”, aclaró.

Fernández del Valle expuso que se requieren algunas acciones para que las empresas mexicanas sorteen mejor las nuevas condiciones económicas y comerciales del mundo, como son revisar contratos a la luz de la situación de clientes potenciales, proveedores y materias provenientes del extranjero.

Asimismo, calcular escenarios de riesgo en la logística de producción, tiempos y retrasos en la entregas de materias primas e insumos, y prever las consecuencias de incumplimiento de todas y cada una de las partes de la cadena de suministro.

También consideró necesario que las empresas dimensionen las consecuencias de que la propia empresa caiga en incumplimiento con terceros. Calcular el costo de indemnizaciones y multas, además de hacer un chequeo general de la empresa para evitar complicaciones domésticas adicionales.

El especialista legal planteó definir con detalle las medidas a tomar en cada caso y los medios legales para la solución de controversias.

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Hasta el momento, apuntó, las empresas mexicanas en general se han atrincherado y no se mueven, en espera de que mejore el panorama general de los negocios.

Sin embargo, pronosticó que correrán la mejor suerte las que se impulsen hacia adelante y atajen las consecuencias legales del incumplimiento en fases tempranas, para lo cual planteó varios mecanismos legales alternativos que evitan incurrir en tribunales los cuales, por saturación, resolverán en un espacio prolongado de tiempo, lo cual puede ser grave para todos.

Entre ellos, mencionó los paneles de solución de controversias, que resuelven las diferencias en el acto y otras opciones como el arbitraje.

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