El mercado laboral requiere competitividad para que las empresas mejoren el salario mínimo

Los incrementos al salario mínimo no tendrán impacto en la inflación de 2022 porque el mercado laboral en México no es competitivo, afirmó Luis Felipe Munguía Corella, presidente de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami).

Señaló que el salario mínimo no es tan fuerte como para modificar todos los salarios que se erogan en el país, por lo que los costos que tienen que asumir las empresas son muy bajos y no se transfieren al precio final de los bienes y servicios.

“Si el mercado mexicano fuera competitivo, los trabajadores tendrían la capacidad de cambiarse de empresa, de renunciar y encontrar trabajo inmediatamente, que es el supuesto”, expuso.

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Munguía Corella señaló que si México se encontrara en este escenario los salarios mínimos presionarían todas las percepciones laborales de todas las profesiones, oficios y empleos, pues la brecha salarial sería menor y entonces la mayoría de las empresas realizarían los incrementos cada año.

“Las empresas tienen la ventaja de que si el trabajador no encuentra empleo, pues le puede decir: ‘te pago esta cantidad y tómalo o déjalo’ y eso hace que el salario sea más bajo”, agregó.

El pasado 1 de diciembre, los sectores obrero, patronal y gubernamental, encargados de fijar cada año el salario mínimo vigente para el año entrante, acordaron un incremento de 22 por ciento al salario mínimo de 2022, con lo cual pasará de 141.70 pesos, en 2021, a 172.87 pesos de manera general, mientras que el incremento en frontera norte será de 185.56 a 213.39 pesos.

Luis Felipe Munguía detalló que el costo para las empresas por incrementar el salario mínimo es de 1.3 por ciento, por lo que aseguró “que es poco lo que se pasa directamente a la inflación”.

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Los costos son mayores para las microempresas, con no más de 50 trabajadores, es de 3 por ciento, mientras que para las grandes empresas se calcula en solo 0.3 por ciento.

Jacob Sánchez | El Sol de México