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Debe ser el turismo verde totalmente ecológico y sin etiquetas

La reactivación del sector turístico ya no puede llevarse a cabo sin tomar en cuenta al medio ambiente, una tarea en la que deben comprometerse trabajadores, autoridades y los propios turistas

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Foto: Cuartoscuro

Decenas de destinos y hoteles de la República Mexicana se promocionan como opciones de turismo verde, ecológico o sustentable, aunque en la práctica no todos los involucrados hacen un uso adecuado de los recursos naturales de los que disponen.

Durante los últimos años, muchos hoteles y diversos espacios de alojamiento han tenido éxito no sólo gracias a su estética moderna y sus espacios sofisticados, sino también a la promesa de ser sitios “eco friendly”, es decir, que son amigables con el ambiente.

Pero para que uno de estos lugares pueda considerarse “sostenible” debe realizar un uso eficiente de los recursos con los que se cuenta y no privar de esos recursos a las comunidades aledañas, que ya estaban ahí desde antes.

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“Tenemos que pasar de un sistema no dañino a uno regenerativo”, señaló David Leventhal, fundador y propietario de Playa Viva, un resort regenerativo de Ixtapa Zihuatanejo, que pertenece a un grupo de sitios vacacionales con enfoque regenerativo denominados “regenerative travel”.

“Es admirable ver cómo muchas empresas han dejado, por ejemplo, la producción de energía mediante la quema de diesel… Y evitando ese tipo de prácticas, el sector ya está haciendo algo para luchar contra el cambio climático”, dijo.

El desperdicio de comida en los hoteles y sitios vacacionales es algo cotidiano, por lo que los trabajadores del sector deben implementar estrategias para reducir la cantidad de esta materia que llega a la basura.

Leventhal aseguró que en el caso de Playa Viva tienen cerdos, los cuales son alimentados con los desperdicios que quedan de las comidas, además de que destinan otra cantidad para compostas que se utilizan en la siembra de sus propios vegetales.

Y más allá de los desperdicios, el empresario indicó que hay otros factores que se deben observar incluso antes de que los alimentos lleguen a la mesa:

“Hemos visto que en algunos lugares sirven pescados que aún no estaban en la edad adecuada, esto significa que estamos vaciando los mares al pescar fauna que no se ha reproducido y eso hace que la población de peces se reduzca cada vez más”, añadió.

La capacidad de carga es otro aspecto de suma importancia en esta fórmula, ya que entre cada construcción deben existir zonas de buffer o contención, que deben comprender 40 o 50 metros de manglar o selva -según sea el caso- para darle a la naturaleza la oportunidad de regenerarse y permitir el desarrollo de las especies.

Por lo anterior, si vemos un puñado de hoteles, que están construidos uno junto al otro, definitivamente no son “eco friendly”.

Dichos espacios también fungen como barreras de protección natural ante fenómenos climatológicos, como es el caso de los huracanes, aunque en muchos casos la tala desmedida pone en riesgo tanto a las comunidades como a los propios hoteles y a sus huéspedes.

Uno de los destinos más afectados por la contaminación es la Laguna de 7 Colores de Bacalar, en Quintana Roo, esto debido a que varios de los hoteles aledaños no están conectados al sistema de alcantarillado, por lo que tiran sus desechos en esta zona natural.

Esto ha traído como consecuencia una eutrofización (contaminación) por el exceso de materia orgánica en el agua, que ocasiona que especies como las algas se propaguen con rapidez, obstruyendo la luz solar esencial para la supervivencia de otros organismos.

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Por ejemplo, 95 por ciento de los alimentos suministrados en la Riviera Maya, que van desde mariscos hasta cereales, vienen de China, generando altos costos de producción y emisiones de Co2.

“Sería increíble que las personas optaran por visitar lugares que puedan disfrutar con su pareja o familias conectando directamente con la naturaleza. Por ejemplo, en México tenemos ocho mil cenotes que forman el gran acuífero maya; la red con mayor cantidad de agua dulce a nivel mundial, así que tenemos un paraíso debajo de nosotros”, mencionó Leventhal.

Suministrarse de mano de obra local también es considerado uno de los puntos básicos del verdadero turismo sostenible, no sólo porque ayuda a la economía de los productores y artesanos de cada lugar, sino porque ayuda a disminuir las emisiones de bióxido de carbono que se producen por la transportación de productos de otros países.

Otra problemática es la precaria condición laboral de los trabajadores del sector, ya que muchos de ellos firman contratos temporales de forma recurrente, esto para que nunca generen una antigüedad y no tengan derecho a las prestaciones de ley.

Por supuesto, los turistas también tienen mucho que hacer al respecto. En promedio, estos generan hasta cuatro veces más basura cuando están vacacionando que cuando están en casa.

En nuestro país, la Riviera Maya en Quintana Roo, Los Cabos en Baja California Sur, Oaxaca de Juárez y la Ciudad de México son algunos de los destinos de más demanda y en los que se produce un mayor descontrol por el uso desmedido del agua y la generación de residuos.

En 2017, año que la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró como el año del turismo sostenible, organizaciones como la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) y The Climate Reality Project crearon un decálogo para el turista responsable, en el que se hacen algunas recomendaciones sobre cómo visitar otros lugares reduciendo el impacto ambiental.

Primero, se recomienda investigar sobre el lugar que se va a visitar, documentarse sobre su cultura, sus costumbres y su historia, pues entender la cosmovisión de cada sitio le da al turista un mayor panorama del mismo y esto genera una empatía y respeto por el entorno.

También menciona el uso de transporte público o compartir un coche, para que los contaminantes emitidos se reduzcan al máximo. Por otro lado, recomienda elegir opciones de hospedaje que lleven a cabo prácticas sostenibles, como respetar su capacidad de carga, que sea un lugar armonizado y que haga uso adecuado del agua.

Asimismo, se sugiere respetar la flora y fauna del lugar, no fomentar su venta ni sacarse fotografías con los animales, además de consumir alimentos de temporada.

Inspirado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente en México, en 2019, se formó el grupo Tlalocan de sustentabilidad turística, el cual invitó a un grupo de expertos para mejorar las condiciones del turismo en México.

En ese entorno, al año siguiente se gestó la Estrategia Nacional de Turismo Sustentable 2020-2030, que es un ejercicio de inteligencia colectiva en el que participan más de 50 instituciones, organizaciones, empresas y autoridades para que el turismo y el medio ambiente sean aliados.

Una de las propuestas de este grupo es pedir a los gobiernos la creación de leyes que inviten a las empresas, mediante incentivos fiscales, a llevar a cabo prácticas sostenibles.

Con esta iniciativa se busca que a más tardar en 2030, México tenga un lugar entre las naciones que llevan a cabo un turismo responsable.

destinos vacacionales levantan restricciones

Por otro lado está Adaptur, un proyecto de cooperación entre México y Alemania que fue implementado por la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit, GIZ) la Secretaría de Turismo (Sectur), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y el Instituto Nacional de Ecología y Cambio (INECC).

La idea es que el proyecto, que está enfocado en apoyar al sector turístico para adaptarse al cambio climático- se implemente en tres sitios piloto del país, que serían: San Miguel de Allende, la Riviera Maya y la Riviera Nayarit.

Sus objetivos concretos son: reducir los riesgos para el negocio de las empresas turísticas, proteger los activos naturales (playas, selvas, flora, fauna, arrecifes), la protección contra inundaciones y el suministro correcto de agua.

Rodolfo Salinas, representante de The Climate Reality Project en América Latina dijo a este diario que las acciones de dicha organización están enfocadas al turismo, luego de que este sector fue el más golpeado por la pandemia, al registrar pérdidas de 83 por ciento, lo cual cobra una gran relevancia si tomamos en cuenta que el turismo es uno de los principales agentes que contribuyen al producto interno bruto de México.

“Somos el único país que tiene un trabajo horizontal de este tipo… Incluso trabajamos con organizaciones que podrían ser nuestra competencia, pero estamos conscientes de que es un problema que nos concierne a todos y juntos podemos pensar hacia dónde queremos llevar a México”, puntualizó.

José Carlos Román / El Sol de México

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