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México ocupa el tercer sitio mundial en robo de identidad y fraudes financieros

Con la pandemia, la gente pasa más tiempo en casa y los delincuentes recurren ahora a los medios electrónicos para estafar

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Foto: Pixabay

Con la pandemia, los fraudes financieros y los robos de identidad han aumentado en México, pues la delincuencia migró por completo al Internet, las redes sociales y las llamadas telefónicas para cometer delitos de este tipo.

El vocero nacional del Buró de Crédito, Wolfgang Erhardt Varela, señaló que antes de la pandemia era común que los delincuentes robaran información de las personas a través de la credencial del elector, comprobantes de domicilio y estados de cuenta que se robaban o que encontraban en la basura, y con los datos personales de la gente contrataban créditos, desde planes de telefonía móvil hasta financiamientos para automóviles o casas.

Pero ahora, abundó, la gente pasa más tiempo en casa, por lo que los delincuentes ahora recurren a los medios electrónicos para estafar.

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Explicó que a diario se envían aproximadamente 18 millones de correos basura a usuarios de Internet, desde notificaciones que ganaste la lotería, supuestos problemas con el servicio de streaming o con algún banco.

En los mensajes se adjuntan ligas que abren sitios falsos, donde uno voluntariamente ingresa su información personal sin saber que se trata de un engaño para robar la identidad, abundó.

Incluso, anotó, se ofrecen muchos créditos milagro, es decir, aquellos que supuestamente te dan mucho dinero a largos plazos y con tasas de interés fuera del mercado; piden información personal, anexar copia del INE y datos de cuentas bancarias para “depositar” el crédito, pero con ello solo se abre puerta al delincuente, no sólo para el robo de identidad, sino para cometer otro tipo de fraudes, uno financiero.

Wolfgang Erhardt señaló no obstante que esto no ha bastado a los delincuentes, pues se expandieron aún más y empezaron a mandar mensajes de texto o por WhatsApp, así como también realizan llamadas por teléfono, haciéndose pasar por instituciones gubernamentales o empresas privadas, como bancos.

También, se han identificado páginas falsas que se hacen pasar por el Buró de Crédito, todas pide información personal y dinero a cambio de sacar a la gente de este listado de deudores.

Asimismo, “los delincuentes están metiendo publicidad falsa a páginas de Internet y redes sociales para acercarse lo más posible a la gente, también se crearon muchos perfiles falsos diciendo que son empleados del Buró de Crédito, y piden dinero para sacarte del Buró”.

Conforme fue evolucionando el tema de la pandemia se les ocurrió otro tipo de fraude, hacerse pasar por despachos jurídicos, que pide a la gente sus datos y dinero para ampararlos contra el Buró de Crédito, lo cual no es posible, pero la persona de a pie que no conoce de ello cae en la trampa.

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“Es muy difícil crear estadísticas, pues muy pocas personas denuncian, y por ende es muy complicado saber qué tan grave es el robo de identidad, sin embargo, el Banco de México el año pasado calculó que México estaba en el octavo lugar a nivel mundial en robo de identidad. Y, según algunas empresas privadas dedicadas a temas de seguridad, se estima que México está en el tercer lugar en robo de identidad en todo el continente americano”, expresó Wolfgang Erhardt.

Ante un fraude o robo de identidad, “los delincuentes no se tocan el corazón” pues toman como víctima a cualquier persona, desde jóvenes hasta adultos mayores.

El vocero nacional del Buró de Crédito detalló que los defraudadores se acercan a la víctima según el grupo de edad; en personas de 18 a 24 años, los delincuentes extraen información principalmente a través de publicaciones y solicitudes de amistad en redes sociales, y por medio “chat-bots”.

Las personas de 25 a 40 años caen principalmente a través de mensajes de texto, por supuestos premios que ganaron o problemas por compras en línea. Las personas de 41 a 65 años caen a través de correos electrónicos, con supuestas aclaraciones de servicios o instituciones financieras, así como ofertas de crédito falsas.

Mientras que, a los adultos mayores de más de 65 años los estafan mediante llamadas por teléfono, con supuestas aclaraciones, alertas de seguridad y temas relacionados al cuidado de la salud.

Para evitar que un delincuente acceda a nuestra información personal de manera física, el vocero del Buró de Crédito recomienda no cargar con documentos que contengan datos como nuestro nombre, CURP, dirección, firma, huella digital (tal es el caso de la INE), para ello es mejor mostrar el pasaporte como identificación, pues contiene menos datos personales. Asimismo, solicitar al banco y a las instituciones que proveen servicios ya no enviar estados de cuenta a los domicilios, pues los delincuentes se los roban.

Para el caso robo de identidad por internet, Wolfgang Erhardt señaló que es importante dejar de utilizar aparatos electrónicos, como computadoras, en lugares públicos (por ejemplo, ciber-cafés), pues pueden contener softwares espías que extraen tu información. También evitar conectar tu celular, tablet o laptop a redes de Wi-Fi públicas, pues no siempre son seguras.

Aún más importante, apuntó, dejar de abrir correos electrónicos de dudosa procedencia; evitar descargar juegos, música o películas de sitios no seguros o de dudosa procedencia, pues pueden contener archivos contaminados que además de dañar el equipo, pueden tomar el control de éste y para recuperar tu información “los delincuentes piden un rescate”.

No contestar mensajes de texto o de WhatsApp provenientes de números spam o no reconocidos. Asimismo, se recomienda cambiar de manera mensual las contraseñas de correos electrónicos, redes sociales y demás sitios en los que uno tenga una cuenta personal; las contraseñas deben ser de mínimo ocho caracteres (de preferencia más), para evitar que sean hackeadas fácilmente.

Aunado a ello, si se ha identificado que se contrató un crédito en cualquier institución, no autorizado por el usuario, se debe reclamar ya sea directamente en el banco, en el mismo Buró de Crédito, ante la Condusef para créditos financieros y ante la Profeco para créditos comerciales. A la par, se debe poner una denuncia formal ante la Fiscalía, para establecer un precedente y se pueda investigar.

Daniela Aranda | El Sol de San Luis

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