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Inteligencia Artificial

Yaydoo es una plataforma que busca facilitar la vida de las Pymes con soluciones digitales

Les otorga soluciones digitales en tres pilares fundamentales: automatización financiera, contabilidad y acceso a capital

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Foto: Cortesía

Sergio Almaguer no buscaba los 20 millones de dólares que su startup, Yaydoo, logró amasar en inversiones recientemente. Según cuenta, tenía la idea de que en México un emprendimiento debía de tener posibilidad de sobrevivir incluso, aún sin el respaldo de un fondo internacional, por lo que no planeaba tocar la puerta del capital internacional.

Sin embargo, para su sorpresa, el interés en la solución enfocada en Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) que ha creado junto a sus socios Roberto Flores y Guillermo Treviño le vino a corroborar que pese a todo México es un suelo fértil para quien tiene una buena idea y sabe ejecutarla.

“Hoy México es como si tuvieras una tierra extremadamente fértil, en la que de alguna forma entre más tecnología le pongas más va a producir. Este es el momento en el que la tecnología, la innovación, va a crear un espacio de más oportunidades en todos los aspectos (…) y entre más seamos los locos que nos aventuramos a emprender vamos a poder hacer que el ecosistema y la economía sean mucho más justos”, platica.

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Yaydoo es una plataforma que busca facilitar la vida de las Pymes al otorgarles soluciones digitales en tres pilares fundamentales: automatización financiera, contabilidad y acceso a capital.

En un solo lugar de la nube, Yaydoo permite a empresarios medianos y pequeños simplificar pagos a proveedores mediante la automatización, cobrar a clientes, pagar facturas y realizar factoraje.

Asimismo, funciona como un canal de comunicación entre empresarios y proveedores para la negociación de precios, llevar el historial de la relación, comparación de propuestas y pagos. En tanto, ofrece una plataforma de gestión donde toda la vida financiera y contable de la empresa se mantiene transparente y accesible.

“Básicamente ayudamos a las empresas para llevar el control de cómo reciben pagos de sus clientes y emiten pagos a sus proveedores, dándoles la mejor visibilidad y control sobre su flujo de caja mientras que es una herramienta centralizada para poder estar compartiendo información en tiempo real”, explica Sergio.

La plataforma también permite emitir tarjetas empresariales para el pago de gastos con crédito como viáticos, combustible, caja chica, pagos a proveedores, retirar efectivo o hacer compras recurrentes. Esto evita que los empresarios recurran a sus tarjetas propias para financiar las operaciones diarias o los procesos de reembolsos a empleados.

La línea de fondo de la experiencia es quitarle la carga financiera y contable a las pymes para permitirles centrarse en su crecimiento y productividad.

De acuerdo con Sergio, el mercado principal al que la solución va dirigida es al de la “Pyme sofisticada“, aquella empresa que ya ha superado las primeras etapas de lanzamiento y cuenta con clientes a los que debe de hacer cobros frecuentemente y proveedores a los cuales pagar con regularidad.

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Señala que Yaydoo se inserta en este mercado debido a la ausencia de una solución que conjugue las necesidades financieras, contables y administrativas de las Pymes ya desarrolladas.

En el proceso de crecimiento las operaciones del día a día se van complicando, por lo que se requiere de la inyección tecnológica para facilitar esta nueva etapa.

“Algunas pymes sofisticadas ya vienen utilizando algún software administrativo o al menos un Excel para gestionar su operación pero entre más clientes y proveedores tengas más complicado se va haciendo todo, y ahí es donde agregamos más valor”, apunta.

Especialmente, abunda, las Pymes sofisticadas batallan para mantener el orden y el seguimiento de sus flujos de dinero conforme crecen, problema que a la larga puede amenazar su productividad, ingresos o incluso su existencia.

Asimismo, las herramientas que la banca tradicional les provee no responde a sus necesidades, como es el movimiento de dinero ágilmente y una visualización completa de los flujos de caja.

Según Yaydoo, su soluciones reducen en 80 por ciento los errores de contabilidad al reconocer automáticamente todas las facturas del SAT y sus importes, así como aumentar 30 por ciento los ingresos al otorgar mayor visibilidad del flujo de efectivo y reducir la cartera vencida de la cobranza.

“La forma en la que lo solucionamos es con tecnología de fácil uso y que no requiere de ningún conocimiento en previo. Resultaba más fácil nosotros crear una solución propia que hacer una integración con bancos. Esta automatización sobre la visibilidad de sus flujos de caja les ayuda mucho a los pequeños empresarios”.

Recientemente, Yaydoo anunció un levantamiento de capital por 20 millones de dólares en una serie dirigida por las firmas de capital venture Base 10 y Monashees en lasque participaron Leap Global Partners y marcadamente el banco japonés Softbank.

En su conjunto, éstas han invertido en startups de primera línea como NuBank, Rappi, Didi, WeWork, Slack, Kavak o Konfío por sólo mencionar algunas.

Con motivo del anuncio Marcelo Lima, socio de Monashees, refirió: “La pandemia ha acelerado enormemente la adopción de herramientas digitales por parte de las Pymes de todo el mundo y Yaydoo ha aprovechado este momento para crecer aún más. Creemos que su principal producto de software resuelve una necesidad latente en el mercado latinoamericano, y los efectos de red inherentes a su modelo de negocio crean un poderoso motor para un mayor crecimiento”.

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Asimismo, Rexhi Dollaku, un conocedor del capital venture egresado de Harvard y socio de Base10 Partners, elogió a Sergio por “la visión tan clara sobre lo que se convertirá Yaydoo”.

Antes de fundar Yaydoo, Sergio era un informático cuyo primer emprendimiento en 2007 había sido una agencia de marketing digital y de desarrollo de e-comerce.

Según cuenta, trabajando para General Electric ayudó en la migración hacia la nube del CRM de la compañía, proceso en el que se empapó del concepto de softwares as a service (SAS).

Durante cinco años profundizó sus conocimientos sobre SAS con una maestría en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, Suiza, y trabajando para Microsoft, el procesador de pagos Kiwi y la plataforma de gamificación publicitaria Powzy .

Al regresar en 2015 a México decidió crear algo propio ayudándose de Roberto Flores y Guillermo Treviño, tecnólogos con conocimientos en los mercados de los pagos empresariales, y dieron vida a Yaydoo.

Según explica, la solución comenzó como “un Rappi pero para Pymes”, en la que empresarios compraban insumos para sus operaciones. Poco a poco ésta fue evolucionando hacia un software de gestión de proveeduría y luego añadió la posibilidad de recibir y efectuar pagos.

“Identificamos que el mercado estaba buscando ese tipo de soluciones aisladas, pero llegó un momento en que era mucho más sencillo integrar todo lo que ya habíamos desarrollado que mantenerlo separado.

“El background que traíamos nos permitió tener un conocimiento adicional, mientras que ir escuchando a nuestros clientes sobre sus necesidades nos permitió crecer muy rápido”.

Para Sergio, las profundas necesidades de las Pymes latinoamericanas han facilitado el surgimiento de múltiples startups y SAS enfocados en soluciones específicas, como recursos humanos, contabilidad, crédito y gestión de proveedores.

Esto ha sido especialmente cierto recientemente durante la pandemia, tiempo durante el cual las interacciones de las empresas con sus clientes y proveedores tuvieron que digitalizarse completamente de manera súbita.

Producto de este impulso es que los planes inciales de Yaydoo era contabilizar 100 clientes para el cierre de 2020 pero se han logrado llegar hasta las mil.

“Tuvo que cambiar la relación que (las Pymes) llevaban con sus clientes, antes era suficiente una hoja de cálculo porque la podías compartir con un compañero de la oficina. Pero llegamos a un momento en el que la gente empezó a trabajar desde su casa y cada vez era más más necesario poder tener todo en un solo lugar con una sola fuente de verdad”.

Para Sergio, pese a esta nueva competencia no existe una plataforma como Yaydoo en la que se agreguen las mayores soluciones posibles. Esto le da una ventaja competitiva en el mercado.

“Cuando pasó la pandemia pocas startups estaban listas para hacer lo que nosotros ya podíamos hacer. A veces sólo tienes que estar en el momento indicado con el producto indicado.

“Si bien ya existían antes herramientas para simplificar procesos, lo que es completamente disruptivo es esta forma de lograrlo, de tener todo integrado en un solo lugar”.

Según adelanta Sergio, la inversión de 20 millones de dólares que Yaydoo logró recibir ayudará a la compañía a expandirse en Latinoamérica, especialmente a Colombia y Perú, y para fortalecer su presencia en México, país que pese a su gran adopción tecnológica aún carece de infraestructura tecnológica que permita a jugadores emergentes romper la dominancia de los múltiples monopolios.

“El reto en México es que hay empresas que han sido dominantes por mucho tiempo debido a que no ha habido acceso a herramientas o tecnología para competir contra ellas. Sin embargo esto permite que un jugador que llega con una propuesta mucho más innovadora pueda crecer con mucha velocidad porque estos grandotes batallan para innovar y moverse a la misma velocidad”, apunta.

La meta, detalla, es terminar 2021 con cuatro mil empresas utilizando Yaydoo y para el 2022 alcanzar las 10 mil.

Sin embargo, opina que el crecimiento de la plataforma y el respaldo de inversionistas internacionales que ha logrado son una muestra del interés que tiene el capital por financiar soluciones disruptivas dentro del mercado latinoamericano.

“Creo que se envió un mensaje muy importante hacia el exterior sobre que en América Latina se pueden estar creando este tipo de empresas con valuaciones tipo unicornio. Es un mensaje de certidumbre de que el mercado está listo para desarrollarse y creo que estamos viendo el inicio de unos cinco o 10 años de mucho crecimiento para la región donde se van a crear grandes empresas”, concluye.

Erick Ramírez | El Sol de México

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