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Política

Cobrar un impuesto a las fortunas da 100 mil mdp para frenar la pandemia de Covid-19: Alfonso Ramírez Cuéllar

El diputado de Morena, propone cobrarle un impuesto a las fortunas de 173 mil millonarios mexicanos para atender la emergencia sanitaria por el Covid-19

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Actualmente, no existe un impuesto a la riqueza como en Argentina. / Foto: Cuartoscuro

Alfonso Ramírez Cuéllar, diputado de Morena, propone cobrarle un impuesto a las fortunas de 173 mil millonarios mexicanos, el cual será destinado a la emergencia sanitaria de Covid-19 y rescatar a las pequeñas y medianas empresas afectadas por la recesión económica.

“Quienes más tienen deben solidarizarse con nuestro país tal y como está ocurriendo en otras partes del mundo con los millonarios patrióticos”, manifestó el ex líder del Barzón.


El legislador recordó que una contribución por única ocasión a las grandes fortunas podría generar recursos para atender las consecuencias de la pandemia, que ha afectado mucho más a los sectores más vulnerables.

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Si se aplica el cobro de un impuesto a fortunas superiores a millón de dólares se podría recaudar alrededor de 100 mil millones de pesos, añadió el presidente de la Comisión de Cuenta Pública de la Cámara de Diputados.

Expuso que el encuentro oficial entre el presidente de Argentina, Alberto Fernández y el presidente Andrés Manuel López Obrador constituye un buen momento para hacer una evaluación de las medidas para enfrentar la emergencia sanitaria y la crisis económica y social, así como evaluar el impacto y las bondades del “Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas” establecido recientemente en Argentina para que las grandes fortunas colaboren en el fortalecimiento financiero que permita ayudar a enfrentar los estragos de la pandemia.


Debido a los graves retos de salud y en materia económica derivados del Covid-19, el legislador se refirió a la posibilidad de establecer, por única vez, un impuesto a las grandes fortunas, con lo cual se obtendrían ingresos que mejorarían la capacidad del Estado.


En Argentina, el “Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas” aplicado desde diciembre pasado, permitirá la imposición de un impuesto único sobre la riqueza a los patrimonios mayores a 2.5 millones de dólares para mitigar el impacto económico de la pandemia.


Los y las contribuyentes, que se calculan en tan sólo 0.02 por ciento de la población, aportarán bajo tasas progresivas moderadas entre 2 por ciento y 3.5 por ciento aplicadas a su patrimonio neto.

Con esta medida, el gobierno argentino estima poder recaudar aproximadamente 3.5 mil millones de dólares, el equivalente a 0.7% del PIB del país.


Adicionalmente, otros países alrededor del mundo incluyendo Inglaterra, Sudáfrica y Perú están discutiendo la introducción de un aporte extraordinario semejante.

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“Necesitamos fortalecer la capacidad de gasto en tiempos de crisis mediante este tipo de aportaciones extraordinarias”, dijo el ex presidente de Morena.


“En otros países ya se han implementado medidas similares; por ejemplo, Irlanda hizo uso de este instrumento tras la crisis financiera del 2008, y Ecuador aplicó temporalmente un impuesto a patrimonios superiores a 1 millón de dólares para cubrir los gastos de reconstrucción después del terremoto de 2015”, afirmó el diputado de Morena


Aplicado en México, un impuesto único semejante ayudaría a aliviar la presión sobre los gastos relacionados a la pandemia de manera significativa.


Según un estudio reciente de La Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social, citado por FUNDAR, un impuesto a las grandes fortunas con una tasa del 2 por ciento para patrimonios entre 20 millones y mil millones de pesos, de 3 por ciento para patrimonios entre mil millones y 2 mil millones de pesos, y una tasa máxima del 3.5 por ciento aplicable a patrimonios mayores a 2 mil millones de pesos pudiera recaudar cerca de 100 mil millones de pesos.

Este impuesto solo afectaría aproximadamente 173 mil personas que se encuentran en esta condición en México, es decir, el 0.13% de la población.


Otro estudio del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica (CELAG) estima que un aporte único aplicado solamente a las personas con un patrimonio mayor a 20 mil millones de pesos, con una tasa del 2.5 por ciento, afectando únicamente a 12 patrimonios, podría recaudar cerca de 50 mil millones de pesos. Ramírez Cuéllar destacó que, como en el caso argentino, estos ingresos deberían etiquetarse para que su uso sea transparente para la población.


“Debemos avanzar hacia un sistema fiscal que permita la etiquetación de una parte de los impuestos que obtiene el Estado, lo que brindaría mayor certeza a la población sobre el uso de los recursos públicos y disminuiría su renuencia a realizar las contribuciones”.

“Específicamente, para el caso de este impuesto por única ocasión a las grandes fortunas, se propone asegurar que lo obtenido se destine a la atención de pacientes Covid, lo que abarca insumos médicos y mejora de instalaciones hospitalarias; a la investigación médica, incluyendo equipamiento de laboratorios y recursos para el seguimiento en tiempo real a los casos”.


“Además, es indispensable destinar una parte importante de los recursos a apoyar la recuperación de las pequeñas y medianas empresas”.


En ese sentido, un impuesto único a la riqueza podría ser una medida poderosa y factible para enfrentar los retos del Covid-19, enfatizó el diputado. En México, la tributación de los altos percentiles de ingreso es muy baja comparado con el panorama internacional. No existe un impuesto a la riqueza como en Argentina, los ingresos del capital se gravan a una tasa menor que los del trabajo, y si bien la tasa nominal de ISR para el 1 por ciento más rico es del 34 por ciento (de las más bajas de la OCDE), dados las extensas exenciones y deducciones, efectivamente sólo pagan la mitad (18 por ciento).


Todos estos son factores que ponen al 1 por ciento más rico en una posición muy privilegiada en comparación internacional, lo que indica que existe espacio fiscal para un aporte semejante.
“Nuestro contexto requiere que todos los segmentos de la sociedad aporten según sus capacidades”, concluyó Alfonso Ramírez Cuéllar.

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