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Querétaro

Cebero Librado hereda el conocimiento de la cosecha de maíz en Amealco

“Recuerdo como desde pequeño mi papá, me enseñó a sembrar con el arado, a escardar y cosechar”. dice Cebero Librado Tanislado

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QUERÉTARO, Querétaro. No son ni las ocho de la mañana y Cebero Librado Tanislao, se encuentra ya trabajando en su milpa. Como cada año, en noviembre inicia la cosecha del maíz que plantó en marzo, viendo reflejado todo el esfuerzo de ocho meses, a su lado se encuentra su hija y su nieto a quienes ha heredado los conocimientos proporcionados por sus antepasados, quienes habitaron en el Barrio Cuarto de Santiago Mexquititlán, Amealco.

“Tengo 83 años de edad, recuerdo como desde pequeño mi papá, me enseñó a sembrar con el arado, a escardar y cosechar, es algo que ya traemos en la sangre y no se nos hace pesado, nos gusta lo que hacemos y más cuando vemos el fruto de nuestro trabajo que nos alimentara durante un año”, comparte.

Al igual que Cebero sus tres hijos siguen su ejemplo al sembrar la tierra que su padre les heredó en vida. Ellos con sus familias salen con sus ayates para recolectar cada una de las mazorcas manualmente, incluso las hojas de maíz las utilizan para hacer tamales, nada se desperdicia, todo se aprovecha.

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“Cuando no hay mucha producción, nos vemos en la necesidad de comprar maíz en la tienda, lo que nos ayuda son dos bordos que hicimos hace 29 años, antes sólo era el temporal, y no producíamos tanto y menos hora que ha estado muy mal, no llueve lo necesario para que la planta crezca”, detalla el hombre octogenario.

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El maíz es uno de los alimentos básicos y primordiales de la gastronomía tradicional o regional mexicana, no podemos imaginar una comida sin tortilla, un tamal o gordita sin masa, ya que nos define como cultura y al igual que nuestros antepasados se continúa con los métodos de producción en familias enteras de todo el país.

Yolanda Longino|Organización Editorial Mexicana

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